lunes, 18 de mayo de 2015

LA NACIÓN CATALANA.



La era de la exploración marítima europea y la colonización en general, se pretende haber comenzado en 1492, cuando Cristóbal Colón pisó el Nuevo Mundo. Pero desde casi tres siglos antes, existía ya, en el Mediterráneo y, en menor medida en partes del Atlántico oriental, un vasto dominio, más bien una confederación de principados o soberanías, que no un imperio, bajo la denominación generalizada de "Reinos de la Corona de Aragón ".



La sucesión de islas en el Mediterráneo, constituían una especie de escalones hacia Levante, con su importancia esencialmente económica y comercial, a la vez que religiosa, y al mismo tiempo una ruta naval hacia el Atlántico y el oro de África Occidental.

Jerónimo Zurita y Castro
Los anales de la Corona de Aragón.
zaragoza 1579
El auge de los catalanes como una avanzada nación marinera entre los siglos XIII y XIV tiene sus raíces en la Península Ibérica a principios del siglo XIII, donde la reconquista cristiana contra los musulmanes andalusíes progresó con sorprendente éxito y rapidez.

Aprovechando las debilidades musulmanes, Jaume I consiguió conquistar la isla de Mallorca, de una gran importancia estratégica, y el reino de Valencia. La ocupación de las Islas Baleares, y especialmente la de Mallorca, fue uno de los principales factores que influyeron a la hora de orientar la expansión de la Corona hacia el Mediterráneo, en lugar de hacia el suelo en dentro.

 Pese a la retórica religiosa intensiva empleada por Jaime I, que era en todo caso necesaria al ser apoyado por el papa Gregorio IX (quien amparado por la bula papal, que a 1095 había concedido el papa Urbano II al abuelo de Santiago, Pedro I de Aragón, despachó el 13 de febrero 1229 dos documentos en los que facultaba su legado para expedir indulgencias en las tierras aragonesas a que organizaran mesnadas hostiles contra los musulmanes), la política exterior de los diversos reinos de la Corona de Aragón se regía en gran medida por consideraciones estratégicas y económicas. En otras palabras, aunque el fervor religioso y la ideología de la "reconquista", que sin duda formaba parte de la perspectiva expansionista catalana, la principal preocupación que surgió después de la conquista de Mallorca, en el año 1229, fue la formación de un dominio viable estratégica y económicamente, que les permitiera mantener su nueva posición como potencia dominante en el Mediterráneo occidental.

              Pedro Abarca (Jaca, 1619 - Palència, 1693)        
Una vez establecidos los catalanes en Mallorca, embarcaron en la notable aventura de las conquistas por el Mediterráneo, que no terminan hasta principios del siglo XIV. La Corona de Aragón controla con eficacia las Islas Baleares, Sicilia, Cerdeña, y partes de Grecia y Asia Menor sobre el 1330. Incluso se las arreglaron para asegurar los derechos y privilegios exclusivos para los comerciantes catalanes en algunas ciudades Norte africanas. Aunque los gobernadores de los reinos de la Corona en el Mediterráneo eran, en teoría, subordinados al rey en Barcelona, en la realidad gobernaban sus islas como Principados con mucha independencia. Por otra parte, a pesar de la coherencia en la política económica y estratégica, cada uno de los dominios catalanes, con la posible excepción de Mallorca, se comportaron como reinos prácticamente independientes.



Pedro Abarca (Jaca, 1619 - Palència, 1693) 
Volum I - (Epílogo) Pàg XI
Madrid 1682
La talasocracia catalanoaragonesa en el Mediterráneo fue en gran parte un imperio mercantilista gobernado efectivamente por una aristocracia comerciante. Aunque la ideología religiosa juega un papel importante en la legitimación y consolidación de sus conquistas, el hecho de regirse en la práctica por consideraciones estratégicas y comerciales hizo que los aragoneses fueran en buena parte relegados. La conquista de Mallorca marcó el inicio de la subida de los catalanes como dominantes política, militar y económicamente en el Mediterráneo occidental. Tras la finalización de la conquista de Mallorca en 1229 y Valencia en 1238, los catalanes cambiaron su atención hacia el Mediterráneo central y Sicilia, donde se involucró en la Guerra de las Vísperas Sicilianas (1282-1302).


Jerónimo Zurita y Castro  - Los Anales de la Corona de Aragón.
Zaragoza 1547
Su intervención en Sicilia finalmente llevó a la creación de la autoridad catalanoaragonesa en la isla, una victoria que dio el control a los catalanes de las principales rutas comerciales y lugares estratégicos en el Mediterráneo. Sicilia, como Mallorca, se convirtió en uno los dominios de la Corona más importantes del Mediterráneo, pero, a diferencia de Mallorca, Sicilia fue gobernada con mucha más independencia en relación al resto de reinos de la Corona de Aragón. Poco después de la conquista de Sicilia, un acontecimiento significativo se produjo en Oriente, que sacudió la cristiandad en su núcleo: el Reino de Acre, el último Estado Croata de Levante, cayó a manos de los mamelucos en 1291 . en parte como resultado de este evento, y en respuesta a la llamada del emperador Andrónico II Paleólogo para luchar contra los turcos otomanos, que amenazaban el Imperio Bizantino, una organización de cruzada, formada mayoritariamente por aragoneses y catalanes veteranos de la Guerra de Sicilia, conocida como la Compañía Catalana (Magna Societas Catalanorum), y con el nombre popular de los Almogávares, viajó en el Mediterráneo oriental.



Marco Antonio de Camós
 (1592)
Estos lograron establecerse en la península del Peloponeso y formar el Ducado de Atenas en 1311. El estado catalán del Este era en gran medida independiente pero precisaba del resto de la Corona de Aragón, concretamente de Sicilia, por obtener suministros y refuerzos, sobre todo porque la fuerza turca al Egeo y el Mediterráneo oriental creció. El Ducado de Atenas siguió siendo un importante puesto de avanzada comercial y estratégico para el conjunto de la Corona de Aragón hasta su caída en 1388. Aunque el ducado era prácticamente autónomo, fue considerado por la corona, una parte de su imperio en el Mediterráneo.

Probablemente, la conquista más costosa fue en su campaña contra Cerdeña, a los que no subyuga hasta los años 1320, e incluso entonces sólo parcialmente. Las rebeliones constantes de los sardos y el fracaso general de la Corona para mantener el control sobre toda la isla, significó que esta entró en un estado general de deterioro y decadencia política entre 1327 y 1387. También fue el período en el que sufrieron mes rechazo sus políticas expansionistas. Por lo tanto, es evidente que los catalanes controlaron un dominio mediterráneo, en gran medida fragmentado, que sólo era sujeto a la Corona de Aragón de una manera nominal. La mayor parte de las fuentes primarias también dan una clara indicación de que el llamado "imperio aragonés" se enfrentó a constantes problemas, circunstancias políticas complejas y fue, en esencia, una confederación descentralizada que se mantuvo unida sólo por el comercio, la estrategia y una identidad común.


Jerónimo Zurita y Castro
Saragossa 1579
Estas empresas de gran envergadura -no tanto posteriormente la de Nápoles- se realizaron un clima de estrecha colaboración entre la monarquía y las clases dirigentes catalanas, que veían en estos nuevos territorios un emporio en el que ofrecer sus productos y donde comprar a otros para venderlos a los diversos mercados peninsulares. Esta colaboración y suma de intereses fortaleció los lazos de solidaridad nacional y vigorizar la conciencia de pertenecer a una misma entidad política. Así, en la baja edad media (siglos XIII, XIV y XV), se configuró una comunidad con unas características plenamente nacionales. Cataluña era, en aquellos siglos, un estado-nación bien moderno desde el punto de vista político.

El gran hispanista francés Pierre Vilar así lo reconoció al afirmar: «Lengua, territorio, vida económica, formación psíquica, comunidad de cultura: las condiciones fundamentales de la nación ya están reunidas perfectamente desde el siglo XIII; no falta ni siquiera esta preocupación por el mercado, escuela en la que la burguesía aprende el nacionalismo; diez textos probarían que esta es exactamente la preocupación dominante que hace que la clase mercantil catalana quiera su Estado».

Sólo una nación tan sólidamente configurada y bien cohesionada pudo sostener sin desintegrarse los efectos de la crisis política, social y económica del siglo XV; la introducción a la Corona de Aragón, en el llamado Compromiso de Caspe (1412), de una dinastía castellana -con una concepción política de carácter más autoritario- y, por tanto, la pérdida de aquella dinastía propia que venía del siglo IX.



Aunque "La nación catalana no ha existido nunca" o eso dicen, curiosamente esta expresión, lejos de ser un invento moderno, como hemos visto, la podemos encontrar ya utilizada por cronistas como Jerónimo Zurita, Francisco Diago, Rafael Martí de Viciana o Gaspar Juan Escolano, e ilustres personajes como Antonio Pierozzi, Arzobispo de Florencia hablando de San Vicente Ferrer, El Papa valenciano Calixto III, también Ausiàs March se consideraba de "nación Cathala", ... Pero qué significa nación? 
Si acudimos a la RAL encontramos la siguiente definición:








Definición que no ha cambiado mucho a lo largo de los siglos, aún cuando esta lengua se denomiaba castellana:



1803

1783











O sea, debemos de entender que proviene del verbo Nacer, y hace referencia tanto al hecho de haber nacido o de proceder de un territorio concreto, y por tanto a toda la población de este territorio, así como a la propia extensión de este.


Podemos ver un ejemplo que nos amplía un poco más el significado:



En este ejemplo los Anales en Zurita refiere como los catalanes conquistaron el ducados de Atenas y Neopatria, y cómo es que por muchos años los de esta nación poblaron y defendieron esta tierra. Debemos entender "de esta nación" como de la nación catalana, es decir, de gente proveniente de Cataluña.


Francisco de Aleson
Pero en otra versión del mismo hecho, que nos escribe el cronista Navarro Francisco de Aleson, nos da una idea más amplia del término. Él no utiliza el término Nación, sino que dice "... estando Poblados de los descendientes de los catalanes, que los conquistaron."

Así el término "Nación catalana" ya no hace referencia directa en Cataluña, o en un origen estrictamente catalán. Podemos entender pues: o que el lugar de nacimiento puede ser diverso pero teniendo en común una ascendencia catalana, o que debemos entender como catalanes todos territorios de la corona.

Por lo tanto sería toda la población, gente o personas, de origen catalán o de ascendencia catalana, sea cual sea la provincia, país o reino al que haya nacido o habiten, o todos los naturales de los territorios considerados catalanes?


Teniendo esto en cuenta esta otra definición de "nación" se acercaria más:

Gaspar Juan Escolano
València 1610

"Nación es el conjunto de personas, generalmente de la misma etnia, que hablan el mismo idioma y tienen las mismas costumbres, formando de esta manera un pueblo. Una nación se mantiene unida por las costumbres, las tradiciones, la religión, la lengua (que bien a ser el hilo transmisor de las anteriores), y la conciencia nacional. La palabra nación proviene del latín Nati (derivado de nāscor, nacer), que podía significar nacimiento, pueblo (en sentido étnico), especie o clase.

Los elementos como el territorio, la lengua, la religión, las costumbres y la tradición, por sí mismos, no constituyen el carácter de una nación. El elemento dominante debe ser la convicción de una vida colectiva, esto es cuando la población siente que constituye un organismo o un grupo, diferente de cualquier otro, con vida propia, intereses especiales y necesidades".


Hasta aquí encontramos que la definición se ajusta perfectamente dentro de un contexto de pueblos nómadas o en expansión, como por ejemplo durante la expansión del imperio Romano, las invasiones de pueblos nómadas el norte, o durante la edad media. Uno pertenece a un pueblo o un grupo concreto por nacimiento, sea donde sea que se produzca este nacimiento. En este contexto, pueblo, país, reino, nación, ... tienen un mismo significado. Se era Romano se naciese en Pompeya o en Tarraco, siempre que los progenitores lo fuesen. Los reyes godos utilizaban el título "Rex Gothorum" (Rey de los Godos) como soberanos de un "Regnum Gothicum" (Reino de los Godos) y se hubieran llamado de igual manera si en lugar de ocupar Hispania hubieran ocupado Roma o Grecia. También los descendientes de Carlomagno se sentían como reyes de los francos u hombres libres "Rex Francorum", y no reyes de Francia. 

Dependiendo del pueblo o nación, de su cultura o costumbres, podía variar la forma de transmisión necesaria para pertenecer a esa nación. En el caso del pueblo hebreo debe ser por vía materna, en otros casos era necesario que fuese por vía paterna. En todo caso, una vez que, con el paso del tiempo, los reinos y estados se definen y crean fronteras estables, es necesario ir recontextualizando el término. 

De todos modos una nación no se anula aunque sea dividida en varios estados, al igual que pueden unirse varias naciones para formar un país. Cierto, puede ser que una nación no sea un estado, pero el estado es la forma política, adoptada por una nación o un pueblo, con la voluntad de crear ese estado. La nación existe indiferentemente a la organización legal, sólo significa la sustancia humana que la forma, actuando en su nombre y por sus propios intereses.


Uno podía ser Catalán o de Nación catalana, fuera donde fuera que naciese, siempre que fuera descendiente de catalanes. 


Bienvenido Oliver y Esteller
 
Historia del derecho en Cataluña, Mallorca y Valencia.
Código de las costumbres de Tortosa 

Madrid 1876

Así podemos ver cómo a lo largo de las diversas crónicas, si bien parece en un principio que el término nación catalana se circunscribe exclusivamente a Cataluña dando una idea de estado, evoluciona hasta parecer en otras ocasiones un término mucho más amplio, a parte de que se hable paralelamente de Cataluña, Valencia, Mallorca u otro de los territorios o estados de la Corona. Es decir, por lo que a estados se refiere, encontraríamos en un principio el propio Principado de Cataluña, y posteriormente se amplía a los reinos de Mallorca y Valencia, que fueron repoblados mayoritariamente "
de la nación catalana", asimilando o desplazando a la población anterior. Como dicen tanto Francisco Diego como Gaspar Juan Escolano, "por más de 300 años han pasado todos con el nombre de catalanes", sin hacer diferencia del reino o lugar de nacimiento, a pesar de ser valencianos o mallorquines de nacimiento.


El Dr. Raúl González Arévalo, de la Universidad de Granada, en su estudio
 “La "NaçiónCatalana" en la repoblación del reino de Granada a finales del siglo XV afirma:

Francisco Diago (Regne de València, 1562 - 1615)
(1599)
La presencia de colonos procedentes de la Corona de Aragón en la repoblación del Reino de Granada no fue destacable en comparación con la aportación realizada por la Corona de Castilla, y en especial por los repobladores provenientes del valle del Guadalquivir.  Con  todo, la realidad de su contribución al afianzamiento del proceso repoblador y la importancia de las actividades desarrolladas por algunos de estos inmigrantes ha inducido a estudios más detenidos.

Sin embargo, antes de continuar con nuestra propuesta es preciso aclarar ciertas premisas metodológicas que rigen el presente trabajo de investigación. En primer lugar, el término «naçión catalana», que, lejos de restringirse a los individuos procedentes de Cataluña, en la documentación de la época se refiere a cuantas personas procedentes de la Corona de Aragón vinieron al Reino de Granada en calidad de estantes o para asentarse como vecinos. En consecuencia, comprende repobladores de origen aragonés, catalán, valenciano y mallorquín.


De igual manera se expresan otros historiadores como Juan Manuel Bello León en La presencia catalana en la Andalucía occidental a finales de la Edad media:

Finalmente, todos los indicios parecen situar a Málaga, a Cádiz y a Jerez como los lugares escogidos, de forma preferente, por los comerciantes catalanes para su establecimiento en Andalucía a finales del siglo XV. No es mi intención detenerme en la descripción de la presencia catalana en Málaga o Granada después de la conquista cristiana. Esa presencia, y las relaciones comerciales que generaron durante la etapa anterior, con el reino nazarí, son muy bien conocidas en la historiografía catalano-aragonesa gracias, entre otros, a los trabajos de Roser Salicrú, Manuel Sánchez o Manuel Ruzafa, así que no es extraño que mantuvieran una amplia representación en toda la costa del antiguo reino. Además, participaron en la repoblación de Málaga o Almería y todos ellos se preocuparon por crear el llamado consulado catalán de Málaga, en el que, bajo la denominación genérica de “nación catalana” se agruparon los intereses de los valencianos, de los oriundos de las Baleares y, por supuesto, de los catalanes.

Y la catedràtica de la universidad de Màlaga  María Teresa López Beltran en La “nación” catalana en la repoblación y conformación de la sociedad malagueña (1487-1538):

Pero, antes de centrarnos en el tema, es preciso tener en cuenta, por una parte, que en la época que tratamos el término ”nación” catalana se utilizaba para designar a cuantos mercaderes, tratantes, armadores, patrones..., acudían a Málaga procedentes de ciudades, villas y lugares de la Corona de Aragón para gestionar asuntos de diversa índole, en calidad de “estantes” o moradores, si bien algunos de ellos –sin desvincularse definitivamente de sus respectivos lugares de origen-, acabaran asentándose en la ciudad como vecinos. Por tanto, pues, bajo el genérico nombre de “nación” catalana se agrupaban catalanes, valencianos y oriundos del archipiélago balear.

Fr. Josef  Rodriguez (¿ - 1703)
(Ministre del Real Convent del Remei de Valencia,
Cronista General de l’Ordre de la SS Trinitat a la Província d’Aragó)
Valencia 1747

De entrada, pues, la conciencia de catalanidad sería una conciencia de filiación. La nueva estructura política en la que se integraban inmigrantes y descendientes de inmigrantes, debía producir enseguida el uso habitual del gentilicio propio del estado en concreto. Los habitantes del reino de Mallorca debían denominarse inevitablemente "mallorquines", etc ... Pero, durante mucho tiempo, esto solamente significó que eran naturales o vecinos de uno de los nuevos estados: no se trataba de un nombre con intención "nacional". La distinción entre "catalanes", "valencianos" y "mallorquines", dentro de la Corona de Aragón, se reducía a indicar una pertenencia jurisdiccional: una "ciudadanía" en el sentido jurídico de la palabra -de pasaporte-, por ejemplo podemos encontrarnos que alguien se puede calificar como de
Natione, catalanus; Patria, Valentinus”, “de nació catalana natural de Mallorca”, "de nació cathalana e nat a la ciutat de Mallorques"o el ya conocido "cavaller valencià de nació català".

Desde fuera de los territorios de la Corona, la duplicidad de gentilicios resultaba superflua: "catalanes" y "valencianos" eran súbditos del mismo soberano, y la diferencia entre el Reino y Principado (soberanía) se hacía imperceptible; en cambio, resultaba patente la identidad, la lengua, cultura y la unidad de estirpe. Para un extranjero, valencianos y mallorquines no eran sino catalanes: unos catalanes más, como los del Principado.



El Papa valenciano Calixto III (Alfonso de Borja y de Llançol), al que los italianos llamaban il vegliardo catalano”, se denominaba a sí mismo “Papa catalanus”.  Nombró cardenales dos sobrinos: Juan del Milán y Rodrigo de Borja (futuro papa Alejandro VI) e hizo capitán general de los ejércitos pontificios un hermano de este último. Repartió incontables beneficios eclesiásticos entre sus parientes y se rodeó de catalanes y valencianos -se han contado más de doscientos sesenta que tenían un cargo u otro en el Vaticano. Parece que él mismo se vanagloriaba de esta situación y se le atribuyen estas palabras:
 «Magna pro certo est, gloria nationis catalanae diebus nostris: Papa, catalanus; Rex Aragonum et Sicilae, catalanus; vicecancellarius, catalanus; capitaneus ecclesiae, catalanus; generalis ordinisminorum, catalanus»es decir: «Indudablemente la gloria de la nación catalana es grande en nuestros días: el Papa, catalán; los reyes de Aragón y Sicilia, catalanes; el vicecanciller, catalán; el capitán de la iglesia, catalán; el general de las órdenes menores, catalán ».


Raccolta di tutti i più rinomati scrittori dell'istoria generale del Regno di Napoli
Pandolfo Collenuccio (1444-1504)



Ya es 
Jerónimo Zurita y Castro


conocida la tirria que provocó esta arrolladora presencia de valencianos y catalanes, designados con el nombre común de «catalani». Un romano contemporáneo lo decía claramente: «Vedete per l’esitanza de’nostri italiani ove ci troviamo tutti. Regnano catalani, e sa Dio come la loro natura ci si confà» u otro  «O Dio. La Chiesa Romana in mani dei catalani».



Ahora bien, ¿cuánto tiempo puede durar esta idea de identidad de los descendientes de los colonizadores, desligados de la tierra de origen y una vez han creado un nuevo estado, antes de generar una identidad propia?

Cuánto tardaron los descendientes de los catalanes en dejar de sentirse como tales y empezar a sentirse mallorquines y valencianos? Cuánto tardaron los descendientes de los conquistadores castellanos y los "indianos" en sentirse argentinos, peruanos, cubanos, etc ..? Y los descendientes de los colonos mayoritariamente británicos en sentirse Norteamericanos?

Las cosas maravillosas de la sacta ciudad de Roma.
Roma 1589
Con el paso del tiempo, los matices culturales del reino de Valencia y de Baleares se hicieron más intensos. Los "valencianos" y los "mallorquines" comenzaban a incubar su particularismo, y en nada se muestra tanta susceptibilidad y amor propio localista como en las cuestiones de apariencia. El nombre de "catalanes", que los valencianos y los mallorquines habían asumido vivamente en los primeros siglos siguientes a la Conquista, se les hacía ya incómodo. Se manifestaban reacios a aceptarlo. Imaginaban que los minimizaba, o que lo sumía al grupo regional del Principado. Dejaron de denominarse "catalanes": eran "Valencianos" o "Mallorquines".


Como ya hemos podido ver, explicaba Escolano que “... por más de trescientos años han pasado los deste reyno debaxo del nombre de catalanes, sin que las naciones estranjeras hicieran diferencia ninguna de catalanes y valencianos  hasta que “...se dio un gran inconveniente , que cuando se podía escribir de los nuestros en particular, y de sus jornadas, y hechos notables en guerras, salía a la luz debaxo del nombre de catalanes sin hacer mención de los valencianos en su propio nombre...”. Y finalmente, contando “cien años o poco s”  a partir de la unión dinástica de las Coronas de Castilla y Aragón,  “cada una a tirado por su cabo (…)  y tenidas por diferentes”.

Jerónimo Zurita y Castro
Saragossa 1579
Sin embargo, la conciencia de la "catalanidad" conjunto de los estados no se extingue, ni mucho menos. Perduró con fuerza a lo largo del tiempo, sólo que ya no se expresa en fórmulas descarnadas y demasiado rotundas: el particularismo en auge no lo permitía. Pero aún así encontramos expresiones como: “La nostra pàtria antiga” para designar el principado, se utiliza la palabra germanor” (hemandad) i el poeta Teodoro Llorente escribía Un mismo cubil tuvimos en la materna cepa ".

Hay unos párrafos del sermón que el doctor valenciano Josep Climent pronunció 1766 cuando tomaba posesión de la Mitra de Barcelona. "Fuera de estos motivos, hermanos míos", dice el obispo Climent a sus diocesanos, "encuentro otro particular y muy poderoso para amaros, en el beneficio que vuestros mayores hicieron en Valencia, mi patria, liberándola de la dura esclavitud de los mahometanos, y en la memoria que la poblaron sus gloriosos conquistadores. De modo que, si bien se mira, Valencia puede denominarse con propiedad una colonia de Cataluña, casi todos los valencianos somos catalanes en el origen, y con corta diferencia son unas mismas las costumbres y una misma la lengua de los naturales de ambas provincias ".





Las doctrinas políticas en la Cataluña Medieval  (1950)
Francisco Elías de Tejada
Catedrático de la Universidad de Salamanca






Otras referencias que certifican la conciencia de catalanidad de los ciudadanos de los reinos de Mallorca y de Valencia:


1289. Ramon Llull firma la dedicatoria a un manuscrito al Dux de Venecia, Pietro Gradenigo, así: Ego, magister Raymundus Lul, cathalanus




1292. En las Constituciones de Cataluña se afirma que no se podrá separar el reino de Mallorca y los condados catalanes del norte de la “Dominatione Cataloniæ”.

1293. Jaime II, en carta al Dux de Venecia en mención a todo su dominio:“… partibus imperi Constantinopolis in Sicilia et Cataloniae”.

1309. Fragmento de la aprobación de la Doctrina lul·liana: “ad requisitionem Magistri Raymundo Lull Chatalani de Majoricis”.

1311. “Jo, Ramon Muntaner, venguí en Sicília, de Romania, e demaní llicència al senyor rei que li plagués que jo pugués anar en les parts de Catalunya e prendre ma muller que havia afermada fadrina en la ciutat de València”.

1316. Guillema, esposa de Salvador Pedrosell, hace un alegato para la liberación de “captivis catalanis oriundis de civitate Valentie”.

1319. Pedro el Grande se llama “Heres Cataloniae” como indicación de que era el heredero del conjunto de reinos de la Corona.

1325. Refiriéndose a los habitantes del sur de Valencia, Ramon Muntaner dice: “són vers catalans e parlen del bell catalanesc del món”. "Son verdaderos catalanes y hablan el mas bello catalan del mundo"

Gaspar Juan Escolano
València 1610
1328. “(…) eren vint almogàvers de Segorb e de l’encontrada. E és costum de catalans que la vespra de Nadal tothom comunament dejuna”. (de la Crònica de Ramon Muntaner): "eran veinte almogávares de Segorbe y de la encontrada. E es costumbre de los catalanes que la víspera de Navidad todos comúnmente ayunen".

1352. En la Crònica del Ceremonioso, se informa de una tormenta tras zarpar los barcos de Sicília: “No se’n perdé alguna, sinó una galera dels catalans que era de València”: "No se perdió ninguna, a parte de una de los catalanes, que era de Valencia"

1353. En les Ordinacions de l’hospital de Sta. Caterina s’estableix que, per a ocupar un càrrec, calgui ser “dels nats del Reyne de Mallorques, e és en tota via entès que sia català e no d’altra nació.”

1354 S’ordena a Mallorca que, a les barques, per cada esclau hi hagi sempre el doble de “cristians catalans”.

1356. Es produeix l’intercanvi de trenta presoners genovesos, retinguts a Mallorca, per altres trenta “catalans del dit regne de Mallorca”, presos a Gènova.

1365. Pere IV aprova uns capítols: “E mes com los mallorquins e poblats en aquella illa sien catalans naturals, e aquell reine sia part de Catalunya.”

1370. Bernat Serra, notario de Valencia se refiere a: “alcuns mercaders catalans entre los quals Johan Roca de València”: "Algunos mercaderes catalanes entre los cuales Joan Roca de Valencia". Bernat de Miracle, un experto en derecho de Valencia reitera la referencia: “entre los quals catalans que hi moriren hi morí En Johan Roca, jove, de València”: ... entre esos catalanes que murieron se encontraba Juan Roca, joven de valencia".

1384. Se ordena en Mallorca que ninguna  “filla de cativa e de català o de altre home franch no gos portar draps de seda”: "ninguna hija de cautica, de catalan o de otro hombre frances, ose llevar trapos de seda".

1390. Los jurados del reino de Mallorca ordenaban que “si alcun català robava gra de dia, lo fossen tallades les orelles; si el lladre era un catuiu o cativa”: "Si algun catalan robaba grano de dia, que le fuesen cortadas las orejas, si el ladrón era un cautivo o cautivase le aumentaba el castigo

1391. Se decreta en Mallorca que ni los conversos ni los sardos dispongan de armas y que, si tienen, las encomienden a amigos suyos que sean “catalans de natura”.

1392. El Consejo de Valencia valora las actuaciones del infante Martí de Sicilia que “fan honor e utilitat (…) a tota la nació catalana”: "hacen honor y utilidad (...) a toda la nación cstalana".

1392. Los regidores valencianos se dirigen a los de Mallorca preocupados por la inseguridad marina: “On és la vigor de la nació catalana, que feia tributàries totes altres nacions circunvehines?”: "¿Donde esta el vigor de la nación catalana, que hacía tributarias a todas las naciones vecinas?".

1399. Los jurados de Valencia agradecen a los diputados de Barcelona la galera que los armaron para infringir los bereberes: durs càstichs, terrible terror e punició condigna de tants damnatges per aquells donats a la Catalana nació”. "duros castigos, terrible terror i punición proporcional a tantos daños por ellos dados a la catalana nación".

1409. Vicente Ferrer al predicar en Segorbe, para distinción de las dos lenguas de la zona y para referirse a la zona de Valencia de habla catalana, llama Cataluña a la Valencia de habla catalana: “Vosaltres de la Serrania, que estats enmig de Castella e de Catalunya, e per ço prenets un vocable castellà e altre català”: "Vosotros de la Serranía, que estáis entre medio de Castilla y de Cataluña, y por esto tomáis un vocablo castellano y otro catalán".

1412 Los jurados de Palermo (Sicilia) escriben “Regnum Cathaloniae” refiriéndose a las Cortes Generales de Caspe en Aragón.

1418. Anselm Turmeda se presenta de la siguiente manera: “...aquell fill d’Adam que està assegut sota aquest arbre és de nació catalana i nat a la ciutat de Mallorques i té per nom Anselm Turmeda”: "... ese hijo de Adan que esta sentado bajo aquel árbol es de nación catalana, y nacido en la ciudad de Mallorca, y tiene por nombre fra. Alsem Turmeda,..."

1420. Se prohíbe en Mallorca que pueda ejercer el oficio de curtidor ningún esclavo si no es “fill de cativ e de català”: "hijo de cautivo i de catalán".

1437 Los consejeros de Barcelona se refieren al conjunto de la nación con la expresión
totam nationem cathalanorum.

1444. Los Consejeros de Barcelona distinguen entre los miembros de la “Nació Cathalana” y los otros súbditos.

1445. Se denuncia al gobernador que en Costitx se hace fiesta y juegos “vedats així catalans com a esclaus”: "prohibidos tando a catalanes como a esclavos".

1450. Ferrando Valentín traduce las Paradojas de Cicerón y, en el prólogo, reclama no olvidar los escritores “de nostra nació catalana”: "de nuestra nación catalana" y menciona Ramon Llull, Bernat Metge y el valenciano Nicolau Quilis.

1451. El mallorquín Jaume Cadell, comandando las tropas encargadas de sofocar la revuelta de Simón “lo Tort” (el tuerto) Ballester, apela a la clemencia de los mallorquines sublevados que lo han derrotado: “Senyors, penseu que tots som catalans!”: "Señores, piensen que todos somos catalanes!".

1455. Calixto III (Alfonso de Borja, hijo de Xàtiva) llama "papa catalanus" y brinda su pontificado a "gloria nationis catalanæ".

1455 Es conocida la calificación de catalanes dada a los Papas de la familia Borja, procedente de Xàtiva, tanto por los italianos contemporáneos O Dio, la Chiesa Romana in mani dei catalani" como para ellos mismos.

1456. Los consejeros de Barcelona se refieren a Vicente Ferrer como miembro “de la nostra nació”: "de nuestra nación".

1462. A raíz de la guerra civil catalana del 1462-1472, Menorca se puso al lado de la Generalidad en la causa contra Juan II de Aragón, el "sin fe", padre de Fernando el Católico. La revuelta estalló en Ciutadella con el grito elocuente de“Visca Catalunya!”.

1467. Se aclara en Mallorca que la prohibición de hacer de tejedor no afecta  “fills il·legítims, de cathalà e de cathalana”: "hijos ilegítimos, de catalán y de catalana".

1468. El rey Fernando I de Nápoles, hijo de Alfonso el Magnánimo, era atacado en la condición de catalán: “Sto catalano quante ne fa!”.

1469 Dos barcas mallorquinas se refugian de una tormenta en la Camarga, en Occitania. Los tripulantes son descritos como cathalans” que fueron liberados “relaxats per retornar a Mallorca” "relajados para devolver a Mallorca".

"El libro presente fue compuesto por fray
Anselmo Turmeda, de nación catalán"
1493. Fernando II de Aragón, en Castilla, era llamado “viejo catalán” i “catalanote”.

1539: En las ediciones (en Valencia y Sevilla) de la traducción castellana de las obras de Ausiàs Marc, Baltasar de Romaní afirma que el poeta era: caballero valenciano de nación catalán”.

1554: Matteo Bandello en una de sus obras cita: “Valenza, gentile e nobilissima, che in tutta Catalogna non és piu lasciva e amorosa città”: "Valencia, gentil y noble, que en toda Cataluña no hay mas lasciva y amorosa ciudad".

1564: Los jurados de Menorca Lorenzo Gomila, Bernat Mascaró, Antoni Melià y Simón Gallo solicitan a los consejeros de Barcelona:: “vullen fer-nos la mercè de subvenir aquesta misera ylla tan fael a Sa Magestat y filla d’aquex Principat”: "Quieren hacernos la marced de venir en ayuda de esta misera isla tan fiel a su magestad e hija de aquel Principado". Envían a Joan Saura de Binigalluf y suplican “vullen afavorir-lo (…) mirant que, som fills de Catalunya y vassalls de Sa Magestat”: "Quiero favorecerlo (...) mirando que, somos hijos de Cataluña y vasallos de Su Majestad".

1604: J. Pujades. Dietario: “Y los valentians diuen que ara ells són los vertaders vells catalans” : "Y los valencianos dicen que ahora ellos son los verdaderos viejos catalanes"

1610: Gaspar Escolano, Décadas de la historia de la insigne y coronada Ciudad y Reyno de Valencia: “(…) por más de 300 años han pasado los deste reyno debajo del nombre de catalanes, sin que las naciones extranjeras hiciesen diferencia ninguna de catalanes y valencianos, sino que por el nombre de catalanes se entendían los unos y los otros por ser todos de una misma lengua y nación”.

1766: El castellonense Josep Climent, en el Sermón de entronización como obispo de Barcelona: “Casi todos los valencianos somos catalanes (…) debeis reconocerme como paisano vuestro”.

1778: F. Cerdà, Notas al Canto del Turia: “Bajo el nombre de catalanes se entendían éstos y los valencianos, por ser todos de una misma lengua…”.



La era de la exploración marítima europea y la colonización en general, se pretende haber comenzado en 1492, cuando Cristóbal Colón pisó el Nuevo Mundo. Pero desde casi tres siglos antes, existía en el Mediterráneo y, en menor medida, a las partes del Atlántico oriental, un vasto dominio, más bien una confederación de principados que no un imperio, bajo la denominación de "Nación Catalana" .

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