sábado, 27 de julio de 2024

BARCELONA EN EL SIGLO XIX ★★★★★ EN CONSTRUCCION ★★★★★




BARCELONA

 

Barcelona: Sus habitantes, Idioma, carácter y costumbres de los barceloneses.

Su situación, sus condiciones topográficas y climatológicas.

Aspecto del llano de Barcelona.

         Gracia

Murallas

Fortalezas

         Castillo de Montjuic

         Fuerte de Atarazanas

         Ciudadela

         Fuerte de D. Carlos

         Fuerte Pio

         Baterías de la Linterna o del Muelle

         Baterías de la escollera

         Baterías de la Barceloneta

Puerto

Puertas

Barceloneta

Interior de la ciudad

         Fuentes Lavaderos

Paseos públicos

Caseríos

Mercados

Hospitales

Centros Religiosos

                  Catedral

                  Parroquias

Fondas, Posadas y Cafés

         Casas de Baños

Alumbrado

Serenos o vigilantes nocturnos

Limpieza Pública

Meaderos Públicos

 

Un día en Barcelona

Epidemias

         Fiebre amarilla - 1870

         Colera - 1854




BARCELONA

 

BARCELONA: SUS HABITANTES, IDIOMA, CARÁCTER Y COSTUMBRES DE LOS BARCELONESES.

 

Densidad de la población en 1880.

Número de casas: 10,939, conteniendo: 16,316 bajos ó tiendas y 55,503 habitaciones o pisos habitados por 112,175 varones y 132,088 hembras. —Proporción del número de habitantes por cada casa: 22'32 y por cada piso o tienda: 3'40.

En 1886 el número de habitantes era el siguiente: distrito de la Lonja: 25,469, del Borne: 15,424, de la Barceloneta: 10,187, de la Audiencia: 23,095, del Instituto: 34,740, de la Concepción: 21,478, de Atarazanas: 17,618, del Hospital: 32,932, de la Universidad: 42,013, de Hostafranchs: 26,686. — TOTAL: 249,642 habitantes, sin contar la guarnición, entre los moradores del casco antiguo de la ciudad y los del Ensanche.

 

Idioma, carácter y costumbres de los barceloneses.

Háblase comúnmente en Barcelona el catalán. No el catalán castizo en el cual se escribieron famosos códigos, solemnes tratados y magníficas crónicas en la Edad Media, cuando era lengua oficial y literaria; ni el catalán ligeramente modernizado que se habla en algunas regiones montañosas del interior del Principado, sino un catalán plagado de castellanismos sin cuento.

Compendio de Gramática Castellana
Jaime Costa 1827

Desde que con la restauración de los Juegos Florales se inició el admirable renacimiento de las letras catalanas, que ha sido el asombro de propios y extraños, da grima oír los epigramas con que muchos barceloneses motejan de arcaicos a los mejores poetas de su tierra, por el uso de muchos vocablos y modismos admitidos en el lenguaje corriente, confundiendo el habla convencional de la ciudad con la lengua que usa el resto del Principado.

En Barcelona todos comprenden y hablan el castellano; pero es preciso confesar que, por regla general, lo hacen de mala gana: los iletrados, por temor de hacerlo mal; las personas cultas, por el hábito constante de hablar catalán a todas horas. Es éste un lenguaje enérgico, expresivo y sobrio, refractario por naturaleza a toda retórica amplificación y a todo enfático encarecimiento, en lo cual participa del carácter de las lenguas septentrionales; al paso que su sintaxis, muy parecida a la francesa, y la abundancia de sonidos de sus vocales, que la asemeja a la italiana, revelan su origen neolatino, teniendo muchísimas palabras de estos dos idiomas.

Estas circunstancias hacen a los catalanes singularmente idóneos para el estudio de las lenguas extranjeras, al cual son por lo común muy aficionados, por manera que, entre los que no recibieron educación literaria, son muchos los que poseyendo muy imperfectamente el castellano hablan y escriben con soltura el francés y aun el inglés si a mano viene, lo que se explica por las necesidades y las relaciones que engendra el comercio exterior en los pueblos que a él se dedican asiduamente.

Esta ha sido una de las circunstancias que los ha hecho tildar de malos o tibios españoles por parte de algunos espíritus superficiales, a cuyos ojos nada significan por lo visto las elocuentísimas pruebas de españolismo que ha dado esta región en todos tiempos.

 

Carácter.

Algo y aún mucho difiere el carácter barcelonés del genuino y común carácter de los catalanes. Verdad es que no se advierte en él la influencia de la raza semítica, tan marcada en otras regiones de España y que, en punto a actividad é intrepidez en el terreno industrial y mercantil, no hay quien le lleve ventaja, que son cualidades de raza proverbiales.

Catalans sur la Rambla de Barcelone 1854

Cierto es también que su carácter es por lo común grave, reflexivo y previsor y nada propenso a fiar al acaso lo que con reposado detenimiento merece considerarse; que es avaro de ofrecimientos y muy celoso en cumplirlos; pareo en ceremonias e hidalgo de corazón, bien que receloso y cauto en las amistades; constante en los afectos y en las adversidades; tardo en perdonar los agravios y más aún en olvidar los beneficios, en todo lo cual muestra igualmente ser muy de su raza. Pero en lo demás, forma un tipo aparte, bastante parecido al que se observa en los habitantes de Marsella, Hamburgo, Liverpool, New-York y otras grandes ciudades mercantiles sujetas a la influencia del cosmopolitismo. Por esto han dicho no pocos escritores nacionales y extranjeros, que los barceloneses eran los yankees de España.    

En efecto, su febril actividad; su instintiva perspicacia para adivinar los negocios, su arrojo y habilidad para llevarlos a cabo, ideando a cada contratiempo nuevas combinaciones y acometiendo a cada triunfo nuevas y más atrevidas empresas; su grande y fecundo espíritu de asociación en poquísimas partes tan desarrollado y su profunda despreocupación, que les hace tan independientes, tan dueños de sí mismos y tan exentos de toda convencional y humillante cortapisa, les dan una fisonomía especial y característica, que no es genuinamente española, en la acepción castellana de la palabra, ni tampoco enteramente catalana, si se toma el adjetivo en su sentido tradicional y castizo.

 

Costumbres.

De ahí es fácil deducir hasta cierto punto cuáles sean sus costumbres. El trato continuado con las naciones extranjeras, cuyos libros, periódicos y revistas leen todos los días en cafés, casinos y otras cien sociedades y centros de instrucción y esparcimiento y los frecuentes viajes que emprenden, ya por razón de sus negocios, ya por pura afición y recreo, han ido modificando las costumbres tradicionales de los barceloneses, tan proverbialmente austeras y sencillas cuando no eran tan fáciles y abundantes como ahora los medios de comunicación.

Funcions de Barcelona (1931)

Aquel adverbio home de los ingleses, con el cual significan lo que está en el hogar doméstico y forma parte de sus bienes, de sus recuerdos y atractivos, en ninguna comarca meridional fue nunca mejor comprendido que en esta. El barcelonés ama la vida de familia, se complace en ver trascurrir su existencia en el concreto círculo de sus deudos y de sus íntimos amigos, sin mostrarse pródigo de su afecto y de su familiaridad sino con aquellas personas a las cuales conoce y aprecia y cuyos antecedentes y carácter le agradan. Tiene también, y como lógica consecuencia de esto, el amor de la raza británica a los conforts o comodidades de la vida; no por apetecerla regalona, perezosa y estéril, sino porque le place disfrutar de todas las conveniencias compatibles con su fortuna en compensación de las luchas y desvelos que le acarrea el trabajo. Esto es tan cierto, como que difícilmente se encontraría otra ciudad en la cual fuesen los pisos de alquiler más cómodos y lujosos que en esta. La proximidad de Francia y las asiduas relaciones que tiene con ella este gran centro mercantil, revélanse en la decoración de sus establecimientos públicos, en la afición cada día más desarrollada a los muebles de lujo y a los objetos artísticos y en lo muy enteradas que suelen estar en esta ciudad las personas medianamente ilustradas de las producciones dramáticas, de las obras literarias, de los descubrimientos científicos y los sucesos políticos de la nación vecina, no  menos  que en la fidelidad con que adopta sus modas y en la excesiva facilidad con que se amolda a sus ideas. Es este un rasgo característico que llama desde luego la atención de cuantos visitan por primera vez esta ciudad viniendo del interior de España, cuyas capitales tienen con ella tan poquísimos puntos de semejanza como con Marsella, Lyon o Burdeos.

El libro verde de Barcelona:
Añalejo de costumbres populares,
fiestas religiosas y profanas...



La laboriosidad y la despreocupación, rasgos distintivos del carácter barcelonés, dan a las costumbres de esta ciudad un carácter profundamente democrático, hijo por otra parte de la llaneza de las personas acomodadas, que cifran su único orgullo en la respetabilidad de su fama individual, no menos que de la cultura de la clase obrera, que en pocas partes se manifiesta de un modo tan admirable. Nada maravilla tanto a los extranjeros y a los españoles de otras provincias, como el orden y compostura de este pueblo cuando se halla reunido en copiosa muchedumbre; el inmenso partido que sabe sacar de su espíritu de asociación para instruirse y educarse; su grande amor a las bellas artes y su instintiva repugnancia por todo lo soez y degradante. El obrero barcelonés —en esto se le parecen los de las demás poblaciones catalanas— es hacendoso y aseado, entérase en sus círculos de las cuestiones políticas y económicas, que discute con viveza y distínguese, como la población en general, por su grande amor a la música, que se revela en sus muchas sociedades corales y en la extraordinaria afición con que acude al teatro de la ópera por poco que se lo consienta su peculio.

Por punto general, el teatro es su pasión dominante. Suele ir al café, sobre todo los días festivos: no a la taberna. La esplendidez y buen gusto de sus bailes (Y. enveláis) son proverbiales.


 

SITUACIÓN, SUS CONDICIONES TOPOGRÁFICAS Y CLIMATOLÓGICAS.


    Hállase situada esta ciudad a los 41º22’53’’ de Latitud N.; 2º10’37 de Longitud E., a orillas del Mediterráneo y rodeada al N. y al O. de una fértil y amenísima llanura que termina al pie de un anfiteatro de montañas. La exuberante población de esta capital ha ido cubriendo de apiñados caseríos, de lujosas quintas y feraces viñedos las laderas de estos montes, desde los cuales se disfruta de un soberbio y animado panorama y se puede apreciar la importancia y el carácter de la metrópoli de Cataluña.

Configuración del Llano de Barcelona 1843

Desde las faldas de estas montañas, hasta la playa del mar, forma el terreno un declive continuado, circunstancia que permite abarcar desde muchos puntos la bellísima perspectiva del llano, la ciudad y el puerto. El piso de ésta es igual, sin altos ni bajos, a excepción de las calles que conducen a las plazas de la Catedral y de la Constitución, punto culminante en el cual se alzó en remotos tiempos la Acrópolis de la ciudad antigua. Su clima es templado y singularmente benigno, bien que algo propenso a la humedad. Su temperatura media no suele bajar de 9º centígrados en invierno, ni pasar de 26° id. en verano, siendo su promedio anual el de unos 17° centígrados. Pocas poblaciones gozan de un tiempo tan suave y apacible en la estación de los fríos, pues ni las lluvias suelen ser en Barcelona pertinaces, ni acostumbra la nieve blanquear sus calles. El calor del estío es en ella intenso en las primeras horas de la mañana; pero a las diez sopla ya la brisa, refrescando la atmósfera hasta que llega el sol a su ocaso. La benignidad de su invierno débese en gran parte a la cordillera de colinas que circundan el llano, preservándola de los vientos glaciales, tan incómodos en el montañoso seno del Principado. 

Se ha calculado que la presión media anual reducida a 0º es la de: 0'756,935 metros. —La evaporación id. en grados decimales: 1'133,440 metros. —El promedio anual de las lluvias: 0'491,568 metros. —Por término medio no bajan anualmente de 150 los días completamente serenos.


ASPECTO DEL LLANO DE BARCELONA


Pintura de autor desconocido
1840
Vista de Barcelona desde 
el jardín de los Capuchinos - Sarriá

Vistas de Barcelona desde
S. Ramon - 1922



    En un radio de una hasta tres o cuatro leguas, su hermosa campiña presenta el aspecto de una población continua, por los muchos pueblos situados en ella, y sobre todo por el infinito número de casas de campo, llamadas Torres, por los naturales, que son la delicia de los habitantes de la ciudad y la admiración de nacionales y extranjeros que visitan el país. 

En algunas los adornos exteriores son suntuosos, en todas son comunes y amenísimos los jardines; pero algunas son dignas de ser visitadas, y no hay vecino de la ciudad que no lo verifique una o más veces al año, tales son principalmente:

 El Laberinto, en el término de Horta, propiedad del Sr. Marqués de Alfarrás. 

 

La del Sr. Gironella en el pueblo de Sarriá: 





Torre Gironella. Sarrià 1887
Torre Gironella. Sarrià 1874


Veduta della citta di Barcellona 
presa dal convento de Cappuccini
sopra Sarrià 1832

La del Sr. Conde de Sta. Coloma en el término de Gracia; la del Sr. Mercader en el término del Hospitalet, la de Sr. Anglada en el término de Horta; la del Sr. Misle y en Sarriá, en el llamado Desierto de los Capuchinos etc. 




Can Farinetes, Les Corts.

Can Batlló

Sta Eulalia Vilapisina i Torre Llobeta

Masia Estela, Les Corts
Can Mantega, Sants

Can Seglar, Les Corts

Alamedas sombrías en donde crecen variedad de flores sin arte, y ofrecen una deleitosa bóveda de ramas y hojas, en que se albergan infinidad de pajarillos; magníficos pensiles, en donde brilla el arte y la profusión de cuantas flores, pueden cautivar los sentidos por su aroma ò hermosura, grutas rústicas, cascadas preciosas, corrientes de aguas artificiosamente conducidas, surtidores visibles y de engaño, hermosas pinturas que embellecen los templetes y cenadores, conchas, mármoles y alabastros, ingeniosamente distribuidos en estanques, pilas, adornos y estatuas  tal es el conjunto de estas moradas de recreo para ostentación de sus dueños y deleite del público; pues aunque no sean lugares de entrada común, sus propietarios tienen gusto en que las visiten toda clase de personas.


Plano Topográfico de Cerdá 1855

 En este hermoso llano se hallan los pueblos de:

San Adriá, en el Besos...



Clot, San Martí de Provensals, San Andrés de Palomar y Horta, en el camino del Vallés ó de Vich



 Clot

 San Martí de Provensals

 San Andrés de Palomar

 Horta


Gracia, S. Gervasio, Vallcarca, S. Genis, y Ntra. Sra. del Coll, por la parte de Gracia. 



 S. Gervasio

Vallcarca 

S. Genis 

Ntra. Sra. del Coll 


Sarriá, Las Corts, Pedralbes; por la parte de Sarria. 


Sarriá 

Las Corts  

Pedralbes 


Sans, Bordeta, Hospitalet, San Feliu de Llobregat, en la carretera de Madrid.

 

Sans 

Bordeta 

 

Hospitalet 

 San Feliu de Llobregat


Para el efecto de su riego hay en la derecha, la acequia Condal, que toma las aguas del Besòs; entra en la ciudad por la puerta Nueva y desagua al mar cerca del baluarte de D. Cárlos; y en la izquierda el canal del Llobregat, que empieza cerca de Molins de Rey, y desagua en el mar detrás de Montjuic.

 

 







Hay proyectado otro canal que se comunique con el Llobregat y el Besos, para riego de los términos de Pedralbes, Sarriá, Gracia y S. Andrés de Palomar; lo que si llega efectuarse producirá grandes beneficios a la agricultura y a la industria. También se halla en proyecto el perforar la montaña de San Pedro Mártir para pasar con más prontitud en el Vallés y aprovecharse de las aguas que se encontrarán al practicarse aquella obra.

 

        Gracia.

 

Plano de Gracia y su Territorio - 1845
    
Situado en N. y O. en la falda de la montaña titulada Tibidabo, y distante un tiro de bala de cañón de la ciudad, se encuentra el barrio conocido con aquel nombre. Goza de vista alegre y pintoresca, ya por la bella perspectiva que por un lado presentan estas alturas y a por la gran parte de mar que por el otro se descubre, viéndose la continua entrada y salida de los Vapores del puerto, y las idas y venidas de los convoyes por el ferro- carril de Mataró.  Consta de cinco plazas, ochenta y una calles y nueve callejones con unas 1.400 casas de nueva fábrica de dos y tres altos, pero en lo general son de dos, de buena distribución interior, teniendo muchas de ellas extensos patios y deliciosos jardines, adornados de surtidores con varios juegos de aguas y de bonitas estatuas y pinturas. Hay dos Iglesias, una al entrar dedicada a Nuestra Señora de Gracia y otra al extremo de la población que antes era convento de Carmelitas descalzos, la primera es parroquia; y en vista del gran aumento que ha tenido aquella población, también debería serlo la segunda.


Can Tusquets-Sant Josep de la Muntaya

Plaza Lesseps. 1880 


Dentro del mismo barrio hay varias fuentes de aguas de buena calidad para el consumo de su vecindario, y en su término hay una de mineral de hierro llamada den Xirot que es muy frecuentada de los habitantes de la ciudad. 


                                                Fuente de Can Xirot                                                                    Plaza Rius i Taulet 1900

 

 Plaza Lesseps. 1880 

Plaza del sol 1880 


    En su recinto hay varias fondas y cafés, servidos con esmero en los que se goza de los deleites que proporcionan sus amenos y vistosos jardines, matizados de flores olorosas de distintas especies, y divididos en pequeños cenadores cubiertos de espesas enredaderas, impenetrables a los rayos del Sol durante la estación del verano.

Fabrica textil Vapor Nou

    Son muchas las fábricas y talleres que contiene, entre las primeras es notable la de vapor para tejidos de algodón, de la propiedad del Sr. Puigmartí; también las hay de productos químicos, de curtidos etc. y en particular varios hornos de ladrillos que se consumen dentro la ciudad, con las continuas obras nuevas y reconstrucciones que se están haciendo.

En un collado fuera del barrio está situada la ermita con el título de Nuestra Sra. del Coll, que antiguamente perteneció a los monjes benedictinos: es muy concurrida y en particular por las festividades de las dos Pascuas, miércoles de Ceniza, y día de la Asunción, en que la gente devota ofrece cirios y exvotos a la Virgen, siendo estos últimos en tan gran número que falta espacio para colocarlos. Según el último censo, se cuenta unas 12.000 almas en dicho barrio.

Vista de Barcelona desde Gracia 1842


MURALLAS

    
Planta muralla medieval de Barcelona
    Empezaban las murallas antiguas, murallas romanas (cuyos cimientos podemos admirar todos los días en las casas que se reedifican en la calle de los Baños) que iban siguiendo el declive del monte Taber, al norte por las calles de la Canonja y de la Tapinería hasta dar con la puerta de la cárcel, que se derribó en 1847 en la plaza del Ángel. Seguían al este por las de Basea, Regomir en donde aún se ven los dos torreones en que estaban empotradas las antiguas puertas; al sur continuaban por la casa Palao, bajada de San Miguel formando ángulo sumamente obtuso hasta la Enseñanza otra de las puertas entre dos torres que aún se descubrían por la calle del Call. Terminaban los muros al oeste, por las calles del Gall, travesía de San Ramon, bajada de Sta. Eulalia, San Felipe Neri y palacio del Obispo, cerrando en su ángulo de ella con las Torres de la plaza Nueva. Se conoce fácilmente que, en el lienzo de la muralla, había torreones para su defensa, como lo demuestran los arcos de la bajada de los Leones y la de San Miguel según se hecha de ver lo recio de la muralla.

En 1363 por lo mucho que se había aumentado la población, fuera de las murallas, se hicieron otras nuevas fortificaciones, desde Atarazanas, hasta encontrar una de las torres de Canaletas, dejando lo que hoy día es la Rambla, para foso de las nuevas murallas.

 

Barcelona 1706

    Después, en 1536, hallándose San Francisco de Borja de 
capitán general de Cataluña cerco la ciudad por la parte del puerto, encerrando en ella los arcos de los Encantes, construidos en la playa para depósito de maderas y construcción de galeras, y levantó la actual muralla del mar. Seguían las puertas que comunicaban con el puerto, y después un inmenso local, que comprendía la tercera parte de la ciudad, cuyas innumerables casas fueron arruinadas con los proyectiles que arrojaba el ejército sitiador en la guerra de sucesión, y últimamente mandadas arrasar para construir sobre sus ruinas la actual Ciudadela.

A espaldas de esta correspondía la cortina y puerta llamada de Santa Clara, que los conquistadores suplieron mandando construir la llamada en el día Puerta Nueva. Seguía la de San Pedro, tapiada, y la del Ángel. La dels Tallers, también tapiada; la de San Antonio y Sta. Madrona pertenecen a la tercera época, en que Barcelona fue aumentada por medio de una muralla, que encerró todo el cuartel, llamado del Arrabal, quedando entonces la Rambla casi en el centro, por cuyo motivo los Barceloneses la adornaron con árboles. 


Plano de Barcelona - 1852

    
    Actualmente las murallas componen un recinto que circuye la ciudad y el fuerte de Atarazanas, uniéndose con la Ciudadela. Su figura es irregular y se han construido en diferentes épocas ensanchándose sucesivamente y corrigiéndose después con el aumento de baluartes, para adaptarlas a las ideas modernas de fortificación.
 


Principia al S. en el baluarte del Rey, que pertenece a Atarazanas y sigue de E. al O. hasta la puerta de S. Antonio. 



De esta sigue al baluarte dels Tallers y continua hasta la puerta del Ángel, siendo intermedios los de Valldonsella, Nuevo y Canaletas. 



Plan de Barcelone 1822


Torres de Canaletas y Murallas contiguas
Acuarela de F. Soler 1855



Desde el Ángel a la Puerta Nueva hay los baluartes de Junqueras y San Pedro.



Desde el de la Puerta Nueva sigue una cortina en dirección E. S. E. y el medio baluarte con que termina, ocupado con el glacis de la Ciudadela. 

En todo este trecho hay fosos, con camino cubierto y en algunos puntos plazas de armas y baluartes salientes.

Desde 1843 que empezaron a derribar las murallas, las autoridades que mandaban en aquella época, han quedado en muchos parajes destruidas a pesar de que se han vuelto a recomponer interinamente en lo que ha sido posible, por tenerse que ensanchar la ciudad desde el baluarte de Tallers hasta el de S. Pedro, por estar aprobado ya por el Gobierno, dejando el trecho necesario para la puerta de Isabel II que se construyó en 1847.


Diario de Barcelona, de Avisos y Noticias, 28 de Junio de 1843


FORTALEZAS

 

Castillo de Montjuic.

Se sube por una hermosa carretera, suavizada a mediados del siglo pasado por el ingeniero Conde de Roncali, que trabajó en sus fortificaciones en forma de pentágono irregular, con buenos pabellones. cuarteles, iglesia y algibes, que recogen la agua pluvial; y almacenes de pólvora en la falda de la montaña. Su altura perpendicular sobre el nivel del mar es de 735.72 pies contados desde el punto más elevado de la torre. El centro de la misma se halla situado por los 41° 21' 44" latitud N. y por los 5º 51' 53" longitud E. Según las observaciones de Mechain. 




Barcelona, Planos de Población, 1808

    Su figura es irregular y sus fortificaciones, consisten en un recinto principal que se compone de cuatro frentes, siendo baluartes los dos que miran al mar y semi- baluarte los opuestos. Los parapetos de los tres frentes que miran a la campiña tienen el espesor conveniente y baterías a barbeta, con cañoneras en toda su extensión, existiendo también de morteros en el que mira a la plaza y al puerto. El frente S. O. opuesto a la plaza, tiene rebellin y camino cubierto con plazas de armas y traveses, y al pie de un glasis una balsa que recoge las aguas llovedizas, muy útil a la guarnición. Delante de este frente hay un hornabeque, formado por un baluarte a la parte de tierra y un semi-baluarte del lado del mar, ambos con flancos, arcos y orejones, y delante del segundo hay además dos lunetas que forman otro pequeño frente en este paraje, llamado la Lengua de Sierpe y que defiende lo más accesible del monte. 

Desde la puerta del frente parten a derecha e izquierda dos hermosas rampas abovedadas, por donde se llega al centro del recinto, ocupado por un cuerpo de edificios a prueba de bomba, de forma cuadrilátera, que sirve para alojamiento del Estado mayor y oficiales, y hace oficios de caballero, estando todo cubierto de terrado con antepechos y garitas en los ángulos. 

Castillo de Montjuich, finales del Siglo XIX

    Sobre este terrado se eleva una torre de bastante altura que sirve de vigía y transmite las señales al puerto debajo de ella y sobre la derecha está el telégrafo que se comunica con los de la plaza y el de S. Pedro Mártir.  


“Plan de señales que hará el vigía de Monjui

para conocimiento del público”

(Archivo de la Junta de Comercio, 1820)


El Diluvio, Diario Politico de Avisos, Noticias y Decretos


Al O. del castillo y al pie de la montaña hay dos almacenes de pólvora para tiempo de paz, capaces de contener 14 o 15 mil quintales. Este castillo es muy imponente para la Ciudad, el puerto y la campiña, por medio de los fuegos curvos, pues los directos son demasiado fijantes, para que puedan ser certeros, dándoles solo la ventaja de un gran alcance la elevación de donde parten. 



De todos modos, es una posición interesantísima, y sus fortificaciones que son completas y perfectamente conservadas, le aseguran una larga y vigorosa defensa, no pudiendo llamarse dueño de la plaza quien no posee este punto. 


Entrada al Castillo de Montjuïc 1827

Tiene un Gobernador, Mayor de plaza y su correspondiente guarnición, se permite la entrada pidiendo permiso el Sr. Gobernador, el cual se complace en concederla a cuantos desean visitar aquella fortaleza.

 

Fuerte de Atarazanas.

 Cuya fábrica se supone es del tiempo de Don Jaime, el Conquistador. Su primer destino fue para astillero de las galeras de la Real marina; pues el sitio para la construcción naval, era lo que hoy se llama plaza de los Encantes. Los soportales eran las oficinas para los carpinteros de ribera, y todavía se llama Fusteria a la calle contigua en que igualmente trabajaban, y Capmany dice que continuó siendo astillero hasta 1513. Su fábrica primitiva debió estar concluida en 1243 por hallarse documentos relativos de dicha época. En 1378 se amplió este edificio, pues consta por convenio entre el Rey D. Pedro IV y el Concejo municipal, que la ciudad ofreció diez mil florines de oro de Aragón para continuar la obra con tal que por parte de S. M. se añadiesen siete mil más, cuya suma se había creído necesaria para amurallar y fortificar dicho edificio. 

    Para resguardo y conservación de las galeras que entonces quedaban expuestas a la intemperie y para abrigo del astillero y trabajadores, otorgó la ciudad techar dicha fábrica y cubrirla de estaño, sosteniendo los techos con pilares y arcos de sillería, como se había empezado en tiempo del Rey D. Pedro II antes del año 1284, creando un oficio de alcaide, con una asignación de 1000 sueldos anuales para su conservación. Al mismo tiempo se trató de la construcción de almacenes para guardar las armas, aparejos y demás pertrechos de las galeras sutiles, y de la fábrica de oficinas destinadas a los talleres de los remolleros (3) coraceros y otros artífices que trabajaban en el arsenal: y aunque este establecimiento era para el servicio de la real marina, la ciudad ajustó en esta ocasión el permiso para construir y guardar en él sus galeras propias, y otros bastimentos de guerra.

 Anthonis van den Wyngaerde 1563

En 1390 o no se habían verificado estas mejoras o se trató de muchas ampliaciones, pues consta de otro convenio verificado entre el Rey D. Juan y la ciudad, que debía concluirse esta fábrica de modo, que se pudiesen guardar y abrigar en ella hasta treinta galeras con todos sus pertrechos y que además se debiese construir en la misma un real palacio, el cual no llegó a efectuarse. A este fin cedió S. M. todo el producto que le pertenecía por licencias de las naves que se despachaban para Siria y Egipto, así como los que se pagaban de retorno de los mismos puntos, lo cual había también concedido Don Pedro IV en dicho año 1378.

Civitates Orbis Terrarum 1570

Actualmente comprende este edificio la Real Maestranza de Artillería, rodeada de un magnífico cuartel de infantería y caballería, con otros dos pequeños es un recinto militar aislado y bien flanqueado por baluartes y emplazamientos de la muralla de la plaza: todavía es de lo más notable en su clase por su antigua pero vasta construcción elegante y sólida: una multitud de arcos sobre pilastras apoyados entre sí, y de una bella proporción, cuya altura es de 42 pies, forman nueve naves, y sostienen otros tantos techos, cuyos vertientes son conducidos con mucha inteligencia hacia fuera del edificio: este tiene abundantes luces y ventilación está subdividido actualmente en seis partes, aplicadas a las dependencias y trabajos de artillería.

Plano de las Atarazanas de Barcelona

La primera subdivisión repartida con todas comodidades, está aplicada a las oficinas de cuenta y razón del departamento y dirección de la Maestranza. La segunda, al horno y talleres de fundición de cañones, que en el día no está en uso. La tercera, es un almacén de maderas muy capaz; solo en los intercolumnios cabe un repuesto para 18 ó 20 años de materiales de construcción. La cuarta es un taller general de maderas susceptible de 30 talleres particulares de carpintería, 40 de carretería, y en esta proporción de los demás oficios del arma; saber de torneros, toneleros, aserradores y cajeros. La quinta, es el taller general de hierro: comprende treinta y una fragua fijas y un taller de linternero. La sexta, consta de dos pisos en el primero o piso bajo están diferentes almacenes de efectos de madera y hierro usado, el piso alto está la sala de armas, ocupada con armarios corridos, bien cerrados y acondicionados, capaces de 30.000 fusiles, con otra sala pequeña contigua para pistolas y armas blancas, por el mismo estilo. Está situada en la rambla, tiene un Gobernador, Mayor de plaza y su guarnición de infantería y artillería.

"Vemos pues por este relato, que las Atarazanas de Barcelona, destinadas en su principio para astillero de la marina real, pasaron después a servir de cuartel, bajo cuyo único aspecto las han considerado cuantos han escrito de ellas en los tiempos modernos. No era en efecto sino un recinto militar aislado y bien flanqueado por baluartes y emplazamientos de la muralla de la plaza, cerrado hacia esta por un muro que solo lo ponía al abrigo de un golpe de mano, y con algunas piezas de artillería para defender el puerto, a semejanza de las colocadas en la batería del extremo del andén del mismo en la Linterna.





Mas no hace mucho tiempo que las Atarazanas han venido a constituirse otro de los fuertes de la plaza de Barcelona. Cuando a consecuencia de los últimos disturbios políticos de que fatalmente ha sido teatro esta ciudad, estimóse necesario poner toda la línea de la muralla en pie de defensa, fortificóse, siendo Capitán General el Barón de Meer, la plataforma de la antigua torre de las Pussas con una batería cubierta dirigida a la población. Así que, los edificios militares que hoy componen las Atarazanas, están unidos por dos medios baluartes con el recinto exterior, uno de los cuales enfila la Rambla y el otro la avenida de esta a la Puerta de Santa Madrona. 

Caserna de Atarazanas con el Portal de
 Atarazanas o Sta Madrona al fondo

A la parte de la muralla del Mar hay una batería á barbeta y un saliente unido con el medio baluarte de este lado. Dispusiéronse además las alas de los edificios que enfilan el mencionado paseo y muralla, para recibir la artillería, reemplazando las ventanas con cañoneras cerradas por postes. De manera, que en cierto modo puede decirse que en nuestros días se ha puesto en planta el proyecto que à principios del siglo anterior concibiera Felipe V.  Cuatro batallones, cuando más, es la fuerza que se acuartela en Atarazanas. Suele haber también un escuadrón; y en el cuartel llamado de Santa Madrona, en la parte superior de este fuerte, se aloja el regimiento de Artillería del primer departamento."

 

Ciudadela

Fue trazada y dirigida por el Conde Roncali, por orden del Sr. D. Felipe V., quien tomó este pensamiento del conde-duque de Olivares, que lo había concebido con motivo de haberse frustrado la negociación entablada por medio del Nuncio Apostólico con la ciudad de Barcelona para la rendición de la plaza, con cuyo motivo escribió a la Diputación de Cataluña, que el ejército real desocuparía el Principado, si Barcelona venia en permitir que se levantaren dos fortalezas, una en Montjuic, y otro en el palacio de la Inquisición, mensaje que no adoptó la ciudad.



Entre ambos proyectos que no hay otra diferencia sino la de que el Conde Duque de Olivares quiso colocar la fortaleza interior en el palacio real frente la Catedral, y el Rey D. Felipe V, dispuso su ejecución en un extremo de la misma. La cual se empezó a construir en el mes de setiembre de 1715: pues el primero de dicho mes se empezaron a derribar las casas (3) para su formación, solo respetaron la torre de santa Clara, que se levanta aislada detrás de los pabellones de la plaza, y sirve de prisión militar; pero no estuvo la obra en estado de colocar la primera piedra en el fortín del Rey enfrente de la ciudad hasta el 1.º de marzo del año siguiente y todavía no estaba concluida a principios de mayo de 1718, aunque faltaba poco; y se nombró Gobernador á D. Prospero de Borbón, general de ingenieros, que la había trazado.

Su figura es un Pentágono regular fortificado por el sistema de Vauban, rodeado de anchos fosos. La perpendicular, bajada de uno de sus ángulos a su lado opuesto es de 400 varas. En su centro tiene una magnifica plaza rectangular. Puede alojar de siete a ocho mil hombres. Sus almacenes de pólvora, son a prueba de bomba: dos de víveres y dos casamatas (almacenes de armas)Tiene panadería con tres hornos, dos pozos abundantes, y una fuente que recibe el agua de la Acequia Condal. 

Perfil 1762

Su puerta principal se halla situada frente la muralla del mar, y al N. E. de la ciudad, tiene otra llamada del Socorro, por la derecha de la cual, se va al fuerte de D. Carlos, por un camino cubierto. Con motivo de la sublevación de O’Donnell en la ciudadela de Pamplona en octubre de 1841, la Junta que se instaló en esta capital, unida con las demás autoridades, determinaron demoler los baluartes del Rey y la Reina, y toda la cortina que da frente a la ciudad para que no fuese ofendida por los fuegos de estos dos fuertes, en caso de algún alboroto. 


Empezose el derribo el día 26 de octubre de 1841 y continuó hasta el 13 de noviembre en que cesó la Junta por orden del gobierno, quedando mucha parte demolida. Luego volvió a recomponerse, aunque con lentitud, hasta últimos de 1843 que se reconstruyó nuevamente dejándolo como estaba antes, y muy mejorada la fortificación de ciertos puntos. Tiene un Gobernador, Mayor de Plaza y su correspondiente guarnición.


Fuerte de D. Carlos. 

Es una luneta avanzada que se halla en la capital del baluarte de D. Fernando y a 525 pies de su ángulo flanqueado. 



El saliente de este baluarte o luneta es de forma circular ocupado con una batería. Se comunica con la Ciudadela por una caponera cubierta. El objeto principal de esta obra destacada fue el impedir o cerrar la comunicación de la Barceloneta y marina con la campiña, habiéndose colocado con este fin junto a la misma orilla del mar en forma que sus olas batían los muros; empero habiéndose retirado las aguas más e de 400 pies, resulta un espacio considerable que se opone en parte a dicha mira, conservando solo la ventaja de sus fuegos rasantes para alejar las embarcaciones enemigas.


Fuerte-Pio.

Mapa topográfico de Barcelona - 1807

Este fuerte colocado un poco al E. de la ciudad, del baluarte de la puerta Nueva, del cual dista 2700 pies, se reduce à un rectángulo de 165 pies de largo por 144 de ancho, con 22 cañoneras en sus parapetos, y 14 bóvedas adosadas al terraplén: los tres frentes que miran a la campiña están resguardados con foso y camino cubierto, y el que da a la plaza por un muro sencillo aspillerado, en que se forman dos pequeños flancos, para defensa de la puerta; aunque la situación de este reducto parece ventajosa por cubrir la avenida por donde pasa la antigua carretera de Francia y flanquear mucha parte del llano que se oculta de la plaza, como no tiene comunicación protegida con ella, y está a distancia en que sus fuegos no pueden protegerle eficazmente, se halla expuesto a un golpe de mano, y posesionado de él el sitiador le sirve para ofender aquella y cubrir el flanco de sus ataques.


 


Batería de la Linterna o Batería del Muelle.

Diario Constitucional, Político y Mercantil de Barcelona
2 de Junio de 1823

 

En la punta o extremo del andén del Puerto, donde se halla su antigua linterna, existe esta Batería, las más avanzada de la plaza hacia el mar. Es circular y tiene un pequeño recinto irregular, destinada a oponerse a las escuadras enemigas que intentaran inquietar la plaza, dar abrigo a los buques que acaso vinieran huyendo de ellas, y guardar la entrada del puerto. 

Prolongado el puerto, la Batería de la Linterna no llena ya su objeto, y solo puede valer para cruzar sus fuegos con los de la muralla de mar, Atarazanas y Montjuich en el interior del puerto.

Batería de la Escollera. 

Esta batería, que se halla actualmente en muy mal estado, esta sita a espaldas de la anterior, y por el mismo motivo solo podría servir para dirigir sus tiros a las embarcaciones que se acercan al puerto por la parte de la playa de levante, vulgarmente llamada la Mar vieja. Este fuerte ha de demolirse para construir un astillero es el lugar que ocupa y en sus alrededores. Llamase así por haberse levantado sobre la escollera del muelle nuevo.

Batería de la Barceloneta. 

Hoy en día está destruida. Situada en la playa, al extremo de la calle del Baluarte de la Barceloneta, tenia por objeto evitar la inmediación de buques enemigos, y defender este barrio.

 
Depôt général de la marine. París, 1830



PUERTO


En 2 de agosto de 1439, se puso la primera piedra para la formación de un muelle, acordado por el consejo de Ciento; pero un temporal desbarató los primeros trabajos. Mandó el Ayuntamiento en busca de buenos constructores de muelles, en Siracus, Candia y Rhodas, y por fin llegó un ingeniero de Alejandría llamado Stacio, que trazo de nuevo el muelle, y en setiembre de 1477, se principió dando la primera mazada el Conseller 1.º, colocando la primera piedra el Rey D. Juan. En 1602 tenía 600 pies de largo y 40 de ancho, luego quedó paralizada la obra hasta 1669.


En 1742, se estableció una Junta para las obras y limpia del puerto, y esta, determinó hacer una pequeña prolongación que se verifico el año siguiente, y se concluyó en 1754. En 1800, se hizo un reconocimiento por los ingenieros hidráulicos D. Juan Smith, D. Timoteo Roch y D. Alfonso Benigno del Águila; y según los detalles dados por el primero, se aprobó por real orden de noviembre de 1802 la prolongación del muelle en la extensión de 500 varas al S. y 200 de martillo al 0. S. O., y se mandó activar la limpia del puerto. En 1814, se hallaba en el peor estado imaginable, por el descuido con que lo miraron los franceses, durante su ocupación; por lo que se adoptó una limpia general bajo la dirección del Brigadier y Capitán del puerto, D. Martin Seró, destruyendo en mucha parte los bajos que hacían arriesgada la circulación y entrada del puerto.

Antiguo Varador 1846

Morros 1881

A mediados del año 1821, se emprendió con el mayor ardor la prolongación del muelle nuevo, con la inversión de unos siete millones de reales, a beneficio de la mayor economía, y de contratas ventajosísimas, se consiguió tener 483 varas de prolongación, sobre 40 de anchura, entre las alturas de 20 a 37 pies, inclusos los 9 que tienen de elevación sobre el nivel del mar, con tres desembarcaderos. 

En 1829, se construyó una hermosa fuente de piedra, en la carrera inferior del andén para proporcionar la aguada a las embarcaciones, y se paga 4 maravedíes por barril para la conservación de la misma. 


También se construyó un buque de Vapor de la fuerza de 12 caballos para la limpia del puerto, el cual extrajo 677.000 pies cúbicos de fango, desde mayo de 1829 a junio de 1830. Fue tal su buen efecto que en 20 de abril de 1832 fondeó en el interior del puerto la fragata de guerra Perla del porte de 40 cañones y fue el primer buque de semejante magnitud de que hay noticia lo hubiese verificado. 

Los posteriores acontecimientos políticos dieron lugar a que en 1835 se hubiese de suspender la limpia por falta de recursos y lo mismo sucedió con las demás obras en el siguiente de 1836. En tal estado se continuó hasta el año 1842 en que se emprendió otra vez el trabajo, ocupándose en las reparaciones de los revestimientos del muelle y particularmente de su extremo que había sufrido mucho deterioro por los temporales, en razón a no haber quedado con la solidez necesaria cuando se suspendieron los trabajos; esta reparación queda ya efectuada.

Draga del Puerto de Barcelona, finales del Siglo XIX

    En diciembre de 1844, se hizo una contrata para la limpia del puerto por medio de una máquina de vapor, y al efecto se preparó una de la fuerza de 25 caballos que está trabajando, por cuenta de una sociedad denominada Empresa de la limpia del Puerto. Los medios que tiene por ahora la empresa para llevar a efecto su trabajo, son: dos dragas de vapor de la fuerza de 30 caballos, para extraer la arena y fango; diez y seis gánguiles con dos cántaras cada uno en forma de pirámide truncada, para conducir lo extraído al punto de la descarga, y un buque de vapor titulado Primer Catalán para remolcar estos gánguiles, y que también sirve para remolcar los buques a la entrada y salida del puerto, en tiempo tempestuoso o de calma.

Mapa en el que se informa del estado
de las obras en julio de 1870
    Está aprobado la construcción de un nuevo astillero con sus correspondientes baraderas, y la construcción de un faro en la desembocadura del Llobregat (este ya está construido); y otro en el extremo del muelle nuevo, para servir de guía a los navegantes en las noches oscuras y borrascosas. 

A lo largo de dicho muelle se han construido muchos almacenes y entre ellos la fábrica de calderas de vapor titulada Nuevo Vulcano propiedad de la sociedad de Navegación e Industria.



El muelle se halla en los 41° 22′ 38″ lat. y 8° 28′ 10" long. del extremo oriental de la ciudad. Sale al mar 407 toesas en dirección al S., donde pudieran abrigarse de los vientos del segundo cuadrante muchas embarcaciones; pero la inmediación de los ríos Llobregat y Besos, arrojan continuamente sus despojos, formando un depósito en la barra, la cual se extiende desde la punta de la linterna hasta el pie de Montjuic y solo tiene 13 pies de fondo sin dejar canal por ninguna parte de modo que toda embarcación que cale más agua no puede disfrutar del abrigo del muelle, sin embargo de que arrimado a él, se encuentra 18 y 21 pies de fondo. 

La linterna que hay en la actualidad es interina, hasta que se construya la que hay proyectada en la punta del muelle nuevo, la que vendrá paralela a la que se ha construido en la embocadura del Llobregat, y entonces quedará bien marcado el derrotero que tendrán que seguir los buques, para entrar en el puerto en las noches obscuras y tempestuosas.



Barcelona Puerto . Lluis Rigalt . 1869
Barcelona Puerto . Lluis Rigalt . 1867


PORTALES

 

La Nueva, llamada así porque se construyó después del sitio de 1714, por haberse derribado la de Santa Clara. Al salir y a la derecha hay la carretera de la Marina hasta Francia, y a la izquierda otra, que dirige al Vallés, llano de Vich y alta montaña. Esta puerta era hermosa por la parte de afuera, pero quedó muy mal tratada en el bloqueo de 1843.


Barcelona. Planos de población. 1852
    La del Ángel, llamada así por una capilla que hay encima dedicada al mismo Santo, que, según tradición, se apareció a S. Vicente Ferrer, cuando entró en Barcelona, cuyo pasaje está pintado sobre la misma puerta. Da salida al hermoso paseo de Gracia, a dicho barrio, S. Gervasio, la ermita del Coll; y a infinidad de casas de recreo y fábricas que pertenecen a los habitantes de la capital. 

Esta es la puerta más concurrida de Barcelona por ser la que da salida al paseo de Gracia y la más cómoda para aquel populoso barrio.




Plano de la Ciudad de Barcelona
Fco. OLIVA; Eugeni MABON
1848

El foso del Portal del Ángel con la torre de aspiración de las aguas. ca. 1850

1857



La de Isabel II, construida en 1847. A pesar de que hacía muchos años que estaba proyectada; se debe su realización a los sucesos de 1843 cuando se proyectó el derribar las murallas y se derribó el cuartel de Artillería, llamado de los Estudios.

    Fue abierta para el público el 15 de agosto del mismo año, siendo capitán general el Excmo. Sr. D. Manuel Pavía, satisfaciendo su coste el Excmo. Ayuntamiento. Hacía mucho tiempo que la ciudad reclamaba esta mejora, para poder salir al campo desde el paseo de la Rambla; hasta que al fin en el referido día se vio realizado lo que tanto se deseaba, por la gran comodidad que ofrece de tener su entrada por la Rambla, desde que se abrió esta, ha perdido mucho la del Ángel en cuanto al paso de la gente de a pie, pues por esta última solo pasan los carruajes.

La de S. Antonio, lleva este nombre por estar junto à la iglesia de S. Antonio Abad. Por ella se sale a la carretera de Sarriá, a las Corts, Pedralves y S. Pedro Mártir; y a la carretera de Madrid que al llegar al puente de Molins de Rey se divide en dos, la de la derecha hacia Madrid por Lérida y Zaragoza, y la de la izquierda sube por Ordal para Tarragona y Valencia.


La de Sta. Madrona, llamada así por una iglesia del mismo nombre que había en la montaña de Montjuic. Da salida para las huertas de San Beltran, la Pedrera, Montjuic y sus fuertes y a la carretera que se está construyendo al pie de la Montaña para dirigir a casa Túnez y al establecimiento de la Compañía Agrícola Catalana.

 

 


 


Portillo de Atarazanas o Portal de la Paz. Está en construcción junto con un embarcadero. Siendo su objeto el proporcionar a los habitantes de la Barceloneta y a los tripulantes de los buques del Puerto, el poderse trasladar en el centro de la Ciudad, sin tener que dar el gran rodeo de pasar por la Puerta del Mar.

El nuevo muelle de la Paz, que tiene unas 80 varas de longitud y 30 de anchura, fue principiado en 9 de julio de 1849 y abierto al público el día 19 de noviembre de 1850: tiene un arranque en la muralla de Mar en las inmediaciones de Atarazanas, y comunica con la ciudad por medio de un portillo abierto en dicha muralla.

    Aunque por este muelle no se permite el embarque ni desembarque de géneros y equipajes, es utilísimo para la comunicación con el puerto y Barceloneta a las personas domiciliadas en la parte central de la ciudad y barrios del Norte. En este muelle se hallan constantemente un suficiente número de barquilleros, que por especial disposición de la Capitanía del puerto son siempre los mismos, dispuestos à servir al público por una módica retribución.


Las de Mar, dirigen al muelle, Barceloneta, Estación del camino de hierro y al Cementerio. Hace muchos años que se está trabajando en ellas, y aun no están concluidas del todo; la fachada de la parte de la Ciudad será un adorno que embellecerá la plaza de Palacio. Hay dos, una para la entrada y otra para la salida.



Perspectiva de las nuevas Puertas del Mar de Barcelona

Ensanche de la Plaza Palacio y alzado de las Puertas del Mar ... (1848)

1854




Portal de Mar (1844-1848), de Josep Massanès

1845



Vista de la Plaza de Palacio y Puerta de Mar

El Portal de Mar en la Plaza de Palacio


La de Don Carlos (en algunos textos aparece como de San Carlos). Aunque esta no deba propiamente contarse entre las de Barcelona, diremos, sin embargo, que se halla en mitad del camino cubierto que hace comunicar la Ciudadela con el fuerte de D. Carlos cuyo nombre tomó. Atraviesa por ella el camino del Cementerio.  


BARCELONETA.

 

Se halla situada al S. E. de Barcelona entre la puerta del Mar y la extremidad del muelle, y ocupa un vasto terreno, inútil no hace muchos años, en donde se veían desparramadas algunas barracas de pescadores; el marqués de la Mina, Capitán General de Cataluña, celoso por promover obras útiles y por hermosear la ciudad, concibió a mediados del siglo XVIII el proyecto de aprovechar aquel terreno, proporcionado al mismo tiempo un asilo más seguro a las personas dedicadas á las faenas de la navegación.


Fue increíble la brevedad con que se concluyó aquella importante obra, que en parte suple a la demolición que se hizo para la esplanada de la Ciudadela, pues ya en 1755, según el plan del entonces teniente Coronel D. Pedro Cermeño, y bajo la dirección del arquitecto D. Damián Rivas, se hallaban sustituidas las informes barracas de pescadores, por una hermosa población, uniforme con vistas por una parte a la hermosa costa de levante y por otra al puerto y a la ciudad.

Era entonces una cuadrado perfecto, formado por 15 calles, cruzadas por otras 9 de 8 varas de ancho, casas de ladrillo de un solo piso, perfectamente iguales de 10 varas en cuadro, 2 plazas y 1 parroquia. Pero el aumento progresivo que Barcelona ha experimentado en su población haciendo escasear los edificios, ha sido causa del incremento que ha tomado la Barceloneta, en términos de ser ahora un triángulo rectángulo, cuyo lado menor, que hace frente a la Ciudadela, es de unos 800 pies, el mayor, frente al andén del puerto, más de 1400 pies de largo; y la hipotenusa parte desde su extremo cerca del astillero por la orilla del mar hacia al Gasómetro del gas. Sus calles tiradas como antes á cordel, están formadas por unas 1000 casas en las que se van construyendo de dos pisos, en virtud de la concesión obtenida en tiempo del Barón de Meer, habiéndose aumentado el vecindario considerablemente hasta el número de 11.000 habitantes.


San Miguel del Puerto
    La iglesia parroquial dedicada a San Miguel con el nombre del Puerto, se concluyó en 28 meses, desde 1753 hasta 1755. La planta del templo es una especie de cruz griega, con colunas agrupadas al estilo gótico, que por ser gruesas no pueden ofrecer la esbeltez de las iglesias verdaderamente góticas, la portada y la cúpula manifiestan que nada se escaseó para obtener un brillante resultado: aquella consta de ocho columnas pareadas en su primer cuerpo y de tres ingresos, y el segundo de cuatro colunas, también pareadas, y frontispicio triangular. El resto de la decoración consiste en tres estatuas de Santa María del Socors, San Pedro Gonzales, vulgo S. Telmo y de san Miguel que ejecutó el escultor Pedro Costa. Para perpetuar la memoria del ilustre Marqués de la Mina, se le erigió un sepulcro en el lado de la epístola sobre el cual se ve su retrato de bajo relieve, acompañado de otros adornos propios de su casa y de la milicia, con una inscripción en latín. Hay dos plazas, llamadas de S. Miguel y de la Fuente, esta última que es la mayor, forma un cuadro de 85 varas, y en su centro se ve una fuente en forma de pirámide, mandada construir en 1844; en la parte Oeste de la misma plaza se encuentra en la pared otra fuente de época de la fundación de la Barceloneta y otra en la calle de Pescadores construida en 1848.

    Tiene dos cuarteles, uno de caballería y otro de infantería llamado de Suizos, ambos de iguales dimensiones y capaces de 1.200 hombres cada uno; un horno de vidrio; una gran fundición de hierro colado, en la que se hacen piezas para los vapores y para cuantas máquinas se piden; otras fundiciones destinadas a la fabricación de Ollas, planchas almireces y todas las piezas de hierro que necesita la marina para sus embarcaciones: dos grandes almacenes donde se refinan toda clase de caldos; depósito de Sal que abasten la mayor parte de la provincia; un gran gasómetro que da el gas al alumbrado de la ciudad; la plaza de toros; el embarcadero del ferro-carril de Mataró; unos magníficos baños calientes de agua del mar, propios de la casa de Caridad; Cafés, fábricas de instrumentos náuticos; y finalmente un astillero donde se construyen buques de todas dimensiones .

 





INTERIOR DE LA CIUDAD.

 

Su recinto fue aumentado tres veces consecutivas, circuyéndola con fuertes murallas. La primitiva e. tenía sus puertas en el arco de la cárcel vieja, arco del palacio episcopal, de la Calonja, de San Cristóbal del Regomir, Call y San Miguel, con otros tantos portillos al extremo de varias calles pendientes que bajan del interior. En la segunda reedificación se construyó una cortina en la Rambla, desde el cuartel de los Estudios hasta el convento de San Francisco, junto a Atarazanas, y tenía 1 puerta al extremo de la calle de Sta. Ana, cuyas torres aún existen; otra en la puerta Ferrisa; otra en los estremos de la riera del Pino y calle de Boqueria; otra en Escudillers, y otra en la calle del Dormitorio de San Francisco de Borja, duque de Denia. Hallándose este señor de capitán general de Cataluña, cercó la ciudad por la parte del puerto, encerrando en ella los arcos de los Encantes, construidos en la playa para depósito de maderas y construcción de galeras, y levantó la actual muralla, llamada del Mar. Siguen las puertas que comunican con el puerto, y después un inmenso local, que comprende la tercera parte de la ciudad, cuyas innumerables casas fueron arruinadas con los proyectiles que arrojaba el ejército sitiador de los Borbones en la guerra de sucesión, y últimamente mandadas arrasar para construir sobre sus ruinas la actual Ciudadela. 




A espaldas de esta correspondía la cortina y puerta llamada de Sta. Clara, que los conquistadores suplieron, mandando construir la llamada en el día Puerta Nueva; seguía la de San Pedro, tapiada, y la del Ángel. La dels Tallers, también tapiada; la de San Antonio y Sta. Madrona pertenecen a la tercera época, en que Barcelona fue aumentada por medio de una muralla, que encerró todo el cuartel, llamado del Arrabal, quedando entonces la Rambla casi en el centro, por cuyo motivo los barceloneses la adornaron con árboles. 


Plano de Barcelona con la división de distritos. J.A.Sala 1858

Actualmente se extiende el casco de la ciudad a lo largo de la costa del mar 2,500 varas, y el ancho, atendiendo figura irregular, y proporcionando unas medidas con otras, a 1.400 ó 1.500 con corta diferencia. No entra en estas medidas el espacio que ocupa la Ciudadela, pues comprendido este, se regula la longitud de Barcelona, desde la puerta de San Antonio a la del Socorro, en 2.940 varas, y su mayor anchura en 2.000; la ínfima en 1.312, y la media en 1.430.

Plano de Barcelona. Ramon Alabern 1858

Este recinto se halla dividido en 38 barrios. La Barceloneta, situada en la otra parte del puerto, tiene 2; el arrabal de Nuestra Señora de Gracia forma otro; las huertas de San Beltran, con las de la Puerta Nueva otro; y así el de Gracia, como los de las Huertas y Barceloneta se hallan fuera de las murallas.



Plano de Barcelona, Fco, Oliva 1840
Cada uno de los 43 barrios citados está a cargo de 2 alcaldes, uno denominado 1° y otro 2°, bajo la dependencia de los 5 tenientes de alcalde, al cuidado de cada uno de los cuales está la vigilancia y orden de los 5 cuarteles, en que se halla distribuida la ciudad. El barrio de Ntra. Sra. de Gracia, denominado 9 del cuartel 3º, tiene un alcalde propio por estar, como se ha dicho, fuera de las murallas, y ser una población que cuenta de 15 a 16.000 hab. El adjunto estado da una idea del número de casas que cuentan Barcelona y sus 3 barrios exteriores.


El recinto de Barcelona contiene casas de hermosa planta y solidez, particularmente las antiguas, que, así como los edificios públicos , parroquias e iglesias , son en su mayor parte de piedra sillar, de cuyo material es también su magnífico empedrado; habiendo obtenido el Excmo. Ayunt., para su conservación y reparación la gracia de S. M. de establecer una rifa semanal, que empezó a efectuarse en 19 de noviembre de 1827, dando principio la renovación por la calle del Hospital, el 17 de diciembre del mismo año. En todas las calles nuevamente construyéndose de paredes y bóveda de ladrillo, y dándoles una capacidad proporcionada a las aguas que tienen que conducir a las cloacas centrales que desaguan en el mar. A cierta distancia tienen sus respiraderos para la limpia, y dar paso a las aguas pluviales. Para el empedrado se usan piedras de un palmo y me- dio, cuasi cuadradas, y las aceras se forman con losas rectangulares de 4 y 2 palmos en sus dos dimensiones. En las calles de mayor anchura las aceras tienen 4 palmos, y en las menores 2.

Auca de edificios notables de Barcelona (1861)
Imprenta Juan Llorens

Las casas modernas, son de exquisito gusto. Una de las mejoras de mayor consideración que se han puesto en práctica en esta ciudad, ha sido la rectificación a cordel, y la ampliación de sus calles, empezadas en 1802, aunque en algunas del ant. buque, es operación bastante difícil, por las tortuosidades que presentan; esto, no obstante, se procura conciliar el interés público con el particular, a cuyo fin el Exmo. Ayuntamiento resuelve las rectificaciones convenientes, con presencia de los planos. El ancho establecido por el nuevo arreglo es de 3 dimensiones; primero las calles mayores 32 palmos de amplitud, id. de segunda clase 24 palmos, id. de tercera 16; para cuyo efecto cada propietario al reedificar casa, retira lo que le demarca la municipalidad con el referido objeto; hay algunas que tienen mayor anchura que la máxima prevenida, en cuyo caso deberán adelantar las casas sus frontispicios en las reedificaciones. No es de menor utilidad la providencia mandada observar desde 7 de mayo de 1824, no solo a los que edifican, sino a todos los propietarios, que, por cualquier incidente que tengan al retocar sus techados o azoteas, que inclinen los vertientes de las aguas pluviales hacia la parte interior de las casas, evitándose con esto los aguaceros interminables con que se impide el tránsito en los días lluviosos, o cuando ha nevado, por lo que se concedió a los referidos propietarios que puedan dar mayor altura a los frontispicios: así que en lugar de 90, las casas nuevamente construidas tienen 97 palmos de elevación.

El aumento que ha tenido la población en edificios y calles en estos últimos años es considerable. La abertura de la calle de Ntra. Sra. de Monserrate, desde la de Trentaclaus al camino que dirige a la puerta de Sta. Madrona, ha proporcionado un gran desahogo a los vecinos de la calle del Conde del Asalto y demás inmediatas, pues que se dirigen sin rodeos a la Muralla del Mar y puntos inmediatos.

 La trasversal, formada en dicha calle con salida al paseo de la Rambla, ha contribuido a darle mayor desahogo. 

    La calle de Fernando VII facilita la comunicación de la ciudad nueva con la antigua, por tener su entrada por la Rambla, y salida por la calle de Aviñó, sigue hasta la plaza de la Constitución (antes de San Jaime) e irá a desembocar a la del Ángel, todo en línea recta. Esta última parte o trozo está ya principiado, y falta solo dinero para indemnizar a los propietarios. Será una de las más suntuosas. En ella las aceras tienen de 10 a 12 palmos cada una.  


Casas consistoriales 1874

Diputación 1874


Además, se han construido casas en todo lo que era frontispicio de capuchinos y muralla vieja, hasta la calle de la Boquearía. 

Se ha abierto y construido la hermosísima y espaciosa calle llamada de la Unión en la Rambla frente a la de Fernando VII, y prolongándola por la de Fonseca: se ha formado el nuevo barrio de la plaza de Palacio con 6 magnificas calles: se han arreglado 2 grandes plazas de mercado en el local que ocuparon los conventos derruidos de San José y Sta. Catalina: se han abierto 2 nuevas y hermosas calles que van desde la del Conde del Asalto hasta la de Trentaclaus; van a abrirse otras al extremo de esta calle hasta el pie de la muralla: van desapareciendo todos los huertos que había en la ciudad para construcción de fábricas de vapor y de edificios de toda clase, y por fin, no hay calle en que no se edifiquen casas o se reparen las antiguas con el mayor gusto y magnificencia. 

El huerto que había en el intermedio de las calles de la Cadena y Riereta, se ha trasformado en un nuevo barrio, cuyas calles con el ancho de 24 palmos, y tiradas a cordel, hermosean aquella parte. Tres son las calles ya concluidas; pero la céntrica en el caso de continuar el proyecto, tendría su entrada por la calle de San Pablo, y su salida a la del Hospital. 

Otras tres calles principiadas ya con el mismo ancho que las anteriores, tendrán la entrada por la nueva calle llamada de San Gerónimo, y la salida a la de la Riereta. 

En el huerto inmediato al jardín botánico, se construirán varias calles, que tendrán su entrada por la que se alargará hasta encontrar el edificio de los PP. de la misión, la cual quedará separada de la muralla por solo el camino militar, y la subida a la calle de Carretas. 

También se ha proyectado el arreglo de varias calles en el huerto intermedio a las de Ferlandina y Valldonsella, con cuyo proyecto se logrará un aumento considerable en la población de aquella parte de ciudad. 


     Almanaque del Diario de Barcelona para el año 1859:

Por lo que atañe a obras de ornato y mejoras públicas de la capital son en escaso número las que podemos individualizar que sean de reconocida utilidad e importancia. Las indicaremos concisamente, así como varias disposiciones reglamentarias y obras proyectadas o que se han llevado a efecto o fijado la atención del Cuerpo Municipal o de la Alcaldía corregimiento durante los últimos doce meses. —El paseo de Gracia ha sufrido una transformación casi completa. 

Se han construido en él dos fuentes y se ha makademizado el piso de la calle del centro, destinándola para el paso de carruajes. —Se asfaltaron las aceras de la calle del Conde del Asalto. —Se empedraron las calles de Monserrate, Riera de San Juan, Espasería y alguna otra. —Se arregló el jardín de la Plaza Real, pero desaparecieron las luces de los pórticos y continúan sin edificar dos de los ángulos de la misma. —Han adelantado notablemente, y puede asegurase que tocan à su término, los trabajos relativos à la apertura de la calle de la Princesa. —Ha desaparecido el antiguo e histórico palacio de Barcelona conocido por el Palau. En el vasto terreno que ocupaba este edificio se están abriendo tres calles que comunicarán con las de Escudillers y hajada de los Leones.



Se ha hablado de la rectificación y ensanche de la plaza del Àngel, de la construcción de un Matadero, del ensanche y terminación de las plazas del mercado de San José y de Isabel II, y de la construcción de otra en el Padró. —De la colocación de un regulador eléctrico para los relojes públicos. —De la construcción de una ancha calle que, partiendo de enfrente de la Catedral (que entre paréntesis continua sin fachada), empalmase con el paseo de Gracia. —De la rectificación de la entrada de la calle Baja de San Pedro y de parte de la de Tallers. —De la rectificación de la entrada de la calle do Capellanes. —De la creación de varios hospitales. —De los medios de mejorar las condiciones del alumbrado por gas. 

    Se arregló y mejoró el Servicio de los coches y demás carruajes de alquiler; se establecieron paradas de los mismos en varias plazas; se señaló un traje uniforme a los conductores y se fijaron las oportunas tarifas. —También se establecieron un buen número de buzones para el depósito de la correspondencia pública, recogiéndose estas dos veces al día por medio de un conductor de correos. El cómodo y apreciable servicio de la correspondencia interior por medio de los sellos de a dos cuartos, aun no se halla generalizado en Barcelona. —Se instalaron cuatro cuartelillos para la Guardia municipal, a saber: el de San Sebastián, el de Agonizantes, el de la Galera y el de la calle de las Sitjas.  —Se variaron los trajes de los municipales y guarda-paseos, prestando alguno de estos últimos un servicio análogo al de los peones camineros. —Con motivo de varios robos cometidos durante altas horas de la noche se aumentó el número de serenos, a parte de los cuales se les armó de carabinas. —Se regularizó el servicio de las burras de leche numerándolas, a fin de evitar fraudes. —Se ha regularizado el suministro de redaños para los enfermos. Hanse establecido cuatro depósitos de ellos, y las reses son conducidas por los dependientes del Matadero en carretones muy bien acondicionados. —Se ha regularizado el repartimiento de agua; teniendo ahora el Ayuntamiento datos para partir de bases y seguras. —Se plantearon, y retiraron después, unos sumideros de mármol colocados à la entrada de la Rambla de San José; y se tapiaron los que se habían lijado junto a la puerta de la iglesia de San Miguel. —Se trasladó al edificio de la Canonja el cuartelillo de la Guardia urbana. —Se dictaron varias órdenes para que fuesen recogidos los pobres, para el servicio de la limpieza pública, para el arreglo del camino cubierto de debajo la muralla. —Han empezado los trabajos para adelantar los fuertes de las casas de la calle de la Riba o del andén de la Barceloneta.


Fuentes y Lavaderos.

Otra de las riquezas que posee Barcelona es la abundancia de aguas potables que le proporcionan las minas de Collserola y Moncada.

La primera fue construida a mediados del siglo XIV, para aprovechar un manantial de agua muy buena que había al N. O. del monte de Collserola, y que según se lee en un dietario descubrió Juan Fivaller en una partida de caza, a la que era muy aficionado.

La segunda es debida al Excmo. Sr. Marqués de Campo Sagrado, Capitán General de Cataluña, quien logró perpetuar su nombre, realizando durante su mando tan importante mejora. Atendidas por el Rey las representaciones de dicho Sr. Marqués, para que se le permitiera tomar aguas del manantial de Moncada; encargó la ejecución de la obra a una Junta especial, presidida por él mismo y compuesta de individuos del Ayuntamiento, de la Junta de Sanidad, y del Real Patrimonio; la cual para satisfacer el coste de las obras, decretó un préstamo forzoso de 1.000,000 de rs. vn. reintegrable con el importe de las plumas de agua que el Rey permitió vender, para que con su producto se sufragaran los gastos de conducción de dichas aguas.

El día 7 de enero de 1825 se dio principio a la obra, cuya dirección fue confiada al arquitecto D. José Mas, poniendo el Capitán General la primera piedra en el punió donde empezaba el acueducto; ejecutándose luego los trabajos con tanta actividad, que quedó terminado a principios del año siguiente.

Los repartidores para las aguas que hay actualmente son en número de 85, y de estos las toman 54 fuentes, 854 particulares, 5 abrevaderos, 15 surtidores, algunos lavaderos y los depósitos para la limpieza de los corrales, y el riego del Criadero, Jardín y Paseos públicos.

Adornan las calles y plazas fuentes de aguas saludables: las que sirven para el abasto público se hallan en los puntos siguientes:

 

Plazas

 

Aduana

Angel

Angeles

Bogueria

Junqueras

San Francisco de Asis

San Agustin viejo

San Justo

SanPedro

San Sebastian

Sta. Ana.

Sta. María del Mar

Teatro

Padró

 

Calles

 

Avellana

Canaletas

Clavaguera

Conde del Asalto

Frexuras

Hospital.

Monjuich

Portaferrisa

Palao

San Miguel

San Sadurni

Unión.

Casa lonja

Patio del hospital

Casa del Marqués de Aytona.

 

Hay también multitud de lavaderos donde se encuentran las comodidades apetecibles. Los más frecuentados son:

        El de la Aduana, al lado de este edificio que da frente a la ciudadela.

        El del Pastin, al lado del cuartel de San Agustín el viejo.

        El de San Lázaro, en el Padró.

        El de la casa de Baños, calle de trentaclaus.

        El de la casa de Baños, detrás del Correo.

        El del huerto de los Capuchinos.

        El de San Justo, frente a la Iglesia del mismo nombre.

        El de huerto de Morlá, calle de San Pablo.

        El de Santa Ana, en la Iglesia del mismo nombre.

 

A esta multitud de objetos de ornato y utilidad pública acompañan otros que embellecen notablemente la población; a este orden corresponden los Paseos Públicos en cuya formación nada se ha omitido para hacerlos agradables en todas las estaciones; su descripción es como sigue:

 

Paseo de Gracia.  El malísimo estado de los caminos, o mejor torrentes, que conducían al que antes se llamaba barrio y luego fue villa de Gracia, sugirió la idea de formar este cómodo y agradable paseo, el cual se encargó de llevar a efecto una junta expresamente nombrada bajo la presidencia del capitán general. Comenzóse la obra en 1821, pero antes de terminar aquel año, la penuria consiguiente a la invasión de la fiebre amarilla, hubo de paralizar las obras. Recobrada algún tanto la ciudad de los estragos de aquella terrible epidemia, emprendiéronse de nuevo los trabajos en 1822, pero volvieron luego a paralizarse hasta que definitivamente continuaron en 1824, siendo capitán general el señor marqués de Campo Sagrado, con el objeto de proporcionar trabajo a muchos jornaleros que la penuria del tiempo tenía desocupados, abriéndose una suscripción y escogitándose otros medios para reunir algunos fondos.

Plan et environs de Barcelonne - 1708
 Se dio principio al paseo, como era necesario, terraplenando todo el camino hondo y quebrado que allí existía, y limpiando el terreno de las antiguas ruinas del arrabal dicho de Jesús y de la iglesia y convento de PP. franciscanos de este nombre, que fue demolido en tiempo de la guerra de la Independencia.

 

 En 17 de marzo de 1825 con los donativos voluntarios y otros arbitrios proporcionados por dicho marqués y por sus sucesores, se habían demolido 500 varas cúbicas de paredes y cimientos antiguos, se construyeron 869 de mampostería y de barro, y se terraplenó el suelo para la alameda en una distancia de 1,800 varas de largo por 50 de ancho. Para la prosecución de la obra y pago de los terrenos ocupados, S. M. concedió el arbitrio de 20 reales por cada cabeza de ganado de cerda que entrase en la ciudad por espacio de tres años, cuya gracia fue prorrogada por otros dos más.

Quedó por fin terminado este paseo que comenzaba en la carrera de circunvalación de la plaza, en frente del baluarte de la puerta del Ángel, y finaliza a la entrada de la calle Mayor de la villa de Gracia. Constaba entonces de cinco calles espaciosas: la central tenía 15 varas de ancho, y las dos inmediatas que servían para los carruajes, una para los de ida y otra para los de vuelta, siete varas y media cada una, y las dos restantes una más; estas calles se hallaban guarnecidas de seis hileras de hermosos árboles que componían el número de 1.918 con sus correspondientes regueros en cada una.

 Hoy ha sufrido alguna reforma, pues solo hay tres calles, la del centro, que es ancha y espaciosa, para los carruajes, y una a cada lado para la gente de a pie. En los lados anteriores tiene dos asientos corridos de mampostería de 1/2 vara de ancho y a diferentes trechos equidistantes; además de los actuales, debían formarse los asientos de piedra correspondientes para la comodidad del público en número de 300. 

Todo el paseo se divide en tres trozos continuos, y en cada extremo del trozo central tiene una plaza circular de 46 varas de radio, desde el centro al extremo exterior en las cuales hay elegantes surtidores. En el centro de este paseo hay un elegante surtidor alegórico a la campiña.


Al principio del paseo se halla otra plaza menor con 36 1/2 varas de radio. Riegan este paseo 15 plumas de agua concedidas por el Excmo. ayuntamiento, que empezaron a correr el 24 de mayo de 1827, cuya función presidió el capitán general y demás individuos de la junta. Desde la carretera de circunvalación de la plaza que es en donde empieza el paseo hasta la población de Gràcia, se cuenta un desnivel de cerca de 40 varas.

Paseo de Gracia 1874

En 1853 se introdujo en él la mejora del alumbrado por gas, que suministran las fábricas de Barcelona y Gracia para el trozo comprendido en el término respectivo de ambas poblaciones.

    Los días de trabajo es frecuentado por muchos enfermos y filósofos, y lo más en los días de verano que se concurre al Criadero, donde hay una hermosa fuente y allí convida a las cuitas y las quejas el placido ambiente de una gran porción de árboles de toda clase. Tanto para Gracia como para Sarriá hay siempre, a la salida de la puerta, coches, ómnibus y tartanas que a precio convencional transportan indiferentemente muebles o personas.

Diario de Barcelona, 11 de Julio de 1853

    Ya de algunos años a esta parte era sumamente concurrido este paseo, sobre todo desde la inauguración del Tívoli, de los Campos Elíseos y de otros varios jardines y puntos de diversión y recreo en él abiertos para solaz del público. 


La corona de Aragón, 14 de Noviembre de 1853
    Criadero. Se halla a la derecha del paseo de Gracia; es un lugar de recreo y diversión: contiene unas dos mojadas de terreno repartidos en diferentes cuadros en donde crecen millares de frondosos árboles, para reemplazar los que se mueren en los paseos de dentro y fuera de la Ciudad. Tiene una abundante mina de excelente agua fresca, la cual atrae un inmenso gentío tanto en verano como en invierno; al lado de ella, se ha construido un café en donde se sirve de toda clase de refrescos, café, helados, etc. variándolos según la estación. Por las tardes es mucha la concurrencia en este ameno sitio, por su proximidad a la Ciudad.

    Fuente de Jesús. Subiendo por el paseo y algo más arriba del Criadero se halla la Fuente de Jesús. El nombre proviene del Convento de Franciscanos que se hallaba en este lugar que fue destruido por los franceses en la Guerra de la Independencia. Es un lugar muy frecuentado en verano para disfrutar de una merienda. Dispone de un café en la época veraniega.

     El Tivoli. Hermoso jardín de recreo construido a la izquierda y casi a la mitad del paseo de Gracia. 

    

    Forma un cuadrado, en su centro se halla la casa destinada para los jardineros y despacho de refrescos. La mitad del terreno que da frente el paseo se ha convertido en un hermoso jardín, distribuido en varias calles trasversales en donde se cultivan las más exquisitas flores de todas la estaciones, para el consumo de la capital. 

    


       La otra mitad de terreno está destinado para criadero de arbustos olorosos y árboles de adorno. Además, contiene un invernáculo para que en todas épocas pueda haber flores raras y de exquisito mérito. Este naciente establecimiento se halla muy concurrido, y lo será mucho más cuando sus tiernos árboles con su sombra puedan resguardar de los rayos del Sol en la estación calorosa.


    Campos Eliseos.

    Jardines de Euterpe.

      

Plano zona militar plaza Barcelona 1854



Rambla. Es en Barcelona el paseo por excelencia. Puede llamársele el punto de separación entre la ciudad antigua y la ciudad moderna, y al propio tiempo el centro de reunión de todos sus moradores.

De doce a dos el gran tono; de las cuatro en adelante todas las clases, concurrencia bulliciosa en las noches de verano. Hay sillas que proporcionan encuentros, ofreciendo distracción y descanso. Se pagan a dos o más cuartos.


Antiguamente pasaba por ella la Riera d’en Malla. Puede considerársela dividida en los cuatro trozos aislados siguientes, de los cuales los dos primeros son concurridos por lo más brillante de Barcelona:

El primero, Rambla de Belén o de Estudios, empieza en el destruido cuartel de artillería o de los Estudios, que es el extremo de la población por este lado, hasta la iglesia de Belén.


El segundo; Rambla de Boquearía o de San José, empieza en esta iglesia de Belén y termina en la Boquearía, tiene unos 550 pies de largo y 36 de ancho.




El tercero, Rambla de Capuchinos, empieza en la Boquearía dejando un espacio de unos 200 pies para el crucero de las calles que embocan en la plaza y terminan en el teatro; este trozo es el más concurrido: tiene unos 600 pies de largo y 36 de ancho.

El cuarto, Rambla o Salin de Santa Mónica, empieza en la misma plaza dejando también un espacio de 190 pies para el crucero de las calles, y prosigue hasta las Atarazanas; su forma es irregular: tiene una calle principal de unos 600 pies de largo, 80 de anchura media y otras irregulares afectando ángulos con las direcciones longitudinales de la primera.

Iglesia de santa Mónica

Rambla de Sta. Mónica 1865
Rambla de Sta. Mónica 1840


Paseo de la Muralla de Tierra. Paseo que admiran los extranjeros con entusiasmo por ser el más hermoso punto de vista de Barcelona. Subiendo por la puerta de Sta. Madrona, se disfruta de las hermosas huertas de San Beltrán, montaña de Montjuich con su fuerte, y en su falda las concurridas fuentes en verano, nombradas, la Trobada, Satalia, del Gat y den Pesetas. Más al llegar sobre la puerta de San Antonio, se cambia el panorama teniendo enfrente la montaña de San Pedro Mártir, y al pie de ella los pueblos de Pedralves y Sarrià que parecen una misma población, por las muchas quintas que los circuyen.

"Extramuros y muralla / Vista tomada desde la última casa de la calle Nueva de la Rambla".
Obra del pintor Enric Ferau Alsina, año 1851

El fortín de Canaletas, es el punto de vista que más sorprende a los forasteros viendo una dilatada población extenderse por todos lados, con magnificas casas de campo, fábricas y edificios de hermoso aspecto. Sigue el mismo punto de vista hasta más allá de la Puerta Nueva, en que se descubre una nueva campiña. A la izquierda el continuo barrio de Casas de Campo y Torres, hasta el pueblo de Horta y San Andrés, que juntos con el Clot y el Fuerte-Pio parece son barrios de la capital. A la derecha se halla la Ciudadela, y más allá el cementerio, concluyendo al O. los pueblos de San Adrià, Badalona, Masnou, y sigue el mar hasta perderse en el horizonte.

Esta hermosa muralla ha sido destruida en muchos puntos durante los meses de julio y agosto de 1843 por decreto de la junta suprema gubernativa que se formó en esta provincia en el alzamiento contra el ex-Regente del Reino, y fue tal la actividad de los trabajos que a durar un poco más quedaban inutilizadas del todo. Sin embargo, el daño es muy grande y necesita millones para reponerse. Desde entonces el paseo de la Muralla de Tierra ha quedado casi abandonado por haber perdido su continuidad, por lo feo de sus ruinas y por estar en algunos puntos casi intransitable, de manera que se ha perdido sin lograr el beneficio del derribo de las murallas.

Diario de Barcelona, de Avisos y Noticias,
29 de Junio de 1843


Este paseo no es muy concurrido por lo que lo eligen algunos por la facilidad de encontrarse y generalmente concurren a el los retirados del mundanal bullicio o aquellos a quienes su estado o dignidad no les permite concurrir a otros sitios más públicos. Este es el paseo de las almas tranquilas, y ciertamente no le gustará menos; no es tan brillante como la muralla de Mar, pero sí más apacible; presenta un no sé qué de nuevo, alegra al corazón, ensancha el espíritu: uno no se cansa de mirar a pesar de haberlo visto todo.


Paseo de la Muralla de Mar. Por lo concurrida, singularmente en invierno, corre parejas con la Rambla, es el punto de más tono de doce a dos y en verano de las cinco de la tarde en adelante.





La vista que desde ella se goza es deliciosísima, así para los que están acostumbrados a ver el mar, como para aquellos a quienes por primera vez se les presenta esta brillante perspectiva, y a la vez el movimiento de un puerto concurrido.





En tiempo del barón de Meer se reedificó e igualó la muralla con ocasión de haberse suprimido el convento de franciscanos. El barón procuró que el duque de Medinaceli, que sostenía pleito con la amortización sobre la propiedad del terreno que ocupó el expresado convento se cediera una parte de él para ensanchar la muralla, formar una hermosa escalera, el camino cubierto militar y un paseo de invierno. 


El duque accedió, y lleva su nombre una plaza que se halla a la bajada de la escalera, cuya plaza se ha ensanchado con terreno de dicho extinguido convento. 

Pl. Duque de Medinaceli

Por último, acaban de introducirse en este paseo otras mejoras, entre ellas la de haber quitado los asientos de piedra que obstruían el paso y nivelado todo el piso de la muralla, en la que se han abierto una multitud de almacenes etc.


 Pórtico Xifré. Hoy día merece ya mencionarse entre los paseos, singularmente por las tardes, el pórtico de frente la casa Lonja, por la parte de la muralla de Mar, propio de D. José Xifré, donde por su comodidad y capacidad concurre mucha gente.



Grabado promocional de los pórticos,
atribuido a Lluís Rigalt. ca.1839


Casas de en Xifré
Casa Xifré 1874

 

Recreación del primer daguerrotipo en España
-1839- Casa Xifré y Loja de Mar

Diario de Barcelona (10 nov 1839) 


Paseo Nuevo (de la Explanada o de San Juan). Empieza frente a la cortina de la muralla, en que se halla situada la Puerta Nueva y termina en el jardín del General. Tiene 700 varas de largo y 60 de ancho, con siete grandes calles de hermosos árboles, tan frondosos y copudos, que en algunas partes forman perfecta bóveda.

Vista del paseo nuevo de la explanada en Barcelona, nuevamente variado y adornado de cascadas y surtidores… 1802

En la calle central, que es la más espaciosa, tiene surtidores a trechos equidistantes de los extremos, uno representando una Nereida y otro un Tritón, ambos rodeados de una barandilla de hierro. En los extremos del paseo hay otros dos surtidores a manera de obeliscos rústicos; uno con un Hércules, y otro con la diosa Aretusa. En toda la extensión del paseo se hallan muchos asientos de piedra labrada y otros con respaldo de hierro. 


Fuente de la Nereida sobre el Delfín

Fuente de Artemisa


DIORAMA DEL PASEO DE LA EXPLANADA

Fuente de Hércules


Mapa Barcelona 1852

Las calles de árboles forman aquí el paseo, no la situación. Poquísimo concurrido. Lo fue en los dos años anteriores porque había música, pero no lo es sino en los días festivos y no mucho. La vista no se deleita más que mirando las copas de los árboles o el juego de los surtidores. Los melancólicos, aquellos cuyos sentimientos se concentran para su daño, quédense de este paseo. Por mi parte aconsejaré al forastero que me siga al jardín del General.

Jardín del General o Municipal. Fue construido en 1816 y posteriormente ampliado cuando la visita a esta ciudad de la Reina Doña Isabel II en el año 1840. Aunque algo reducido con respecto a la población, se halla muy bien distribuido en diferentes calles formando varios dibujos. Hay cinco estatuas de mármol de cuerpo entero y cuatro de medio cuerpo, representando varias alegorías.

Jardin del General 1874



    En lo general está bastante bien conservado. Al entrar, a mano derecha, se halla una magnífica pajarera, dentro la cual forma armonía el canto de una infinita variedad especies de pájaros, luego un hermoso estanque dividido en tres partes, donde se zambullen muchas aves acuáticas que se crían en el mismo jardín.; sigue un pequeño bosque con una casa rústica, y al lado se ha construido últimamente una montaña con asientos. 

En el centro del jardín, hay un bello estanque circular con una náyade de mármol en medio, rodeada de una barandilla de hierro, y a su alrededor 8 asientos de mármol con respaldos de ciprés, que hacen un bellísimo efecto. En fin, todos los años se adorna con cosas nuevas, y en particular de flores de todas las estaciones. Para su conservación hay un jardinero con varios mozos y 4 guardas de la clase de inútiles del ejército, que vigilan porque nadie arranque las plantas y flores, ni destruyan los adornos del jardín.

 

Dibujos de Lola Anglada recreado el Jardín del General  - 1929


En este sitio se han aficionado a reunirse las niñeras y nodrizas por las tardes de los días no festivos. Es también paseo de tono en los días de invierno de once a dos y en los veranos de cinco en adelante.


Anden del Puerto (Desde la Plaza de Palacio o Portal de Mar hasta la Linterna vieja). En los domingos de invierno por las tardes acostumbra convertirse el anden del puerto en un paseo muy concurrido hasta la anochecer.


En 1839 fue construido, en frente del andén del puerto, el Paseo de la Barceloneta (o Paseo Nacional), se estiende desde la estación del Ferro-carril Este hasta cerca del astillero, con unos 1.500 pies de largo, y dos hileras de hermosos árboles para desahogo de los habitantes de esa zona. Poco concurrido y solo lo es algún tanto los días festivos.


Paseo del Cementerio. Conduce directamente desde la puerta de mar al Cementerio, algo transcurrido hasta la plaza de toros y muy poco de allí en adelante.

Principio del paseo del cementerio

Paseo a la altura de la plaza de toros

Fachada del cementerio 1874

Cementerio 1876


Caseríos.

El número de casas que componen el casco de la ciudad ha sufrido notables alteraciones, por los continuos derribos y nuevas construcciones, que se están haciendo diariamente, por lo que acaban de desaparecer los pocos huertos que había en los arrabales. En poco tiempo se han construido varias calles nuevas, como la de D. Jaime I de Aragón, la de Requesens, Salvadors, Príncipe de Viana etc. y otras que se van construyendo; pudiendo asegurar que el número de casas pasa de 8.000.

 

Mercados

Mucho falta todavía que hacer en este ramo, para llevarlo al grado de perfección que ha alcanzado en otros países, y aun en algunas poblaciones menos importantes que Barcelona. No obstante, mucho se ha hecho en estos últimos años para mejorarlo; y habiéndose invertido al efecto cuantiosas sumas, es de creer que el cuerpo municipal no cejará en su tarea emprendida con tanto celo, y que procurará introducir todas las reformas que sean útiles y tiendan a aumentar, si cabe, el mejor aspecto y comodidad en los puestos, la limpieza y aseo en los comestibles, y el mayor decoro en los vendedores.

Actualmente existen en esta capital cinco plazas-mercados, destinadas a la venta de comestibles, en las cuales cada vendedor tiene señalado el puesto que ha de ocupar, satisfaciendo por él un tanto mensual, cuando es fijo, y un tanto diario, si es de los ambulantes.

Para el mantenimiento del buen orden en dichos mercados, la administración de los mismos y la puntual observancia de los bandos vigentes, el Excmo. Ayuntamiento nombra un Director para cada uno, el cual tiene el despacho en el punto más visible de la plaza, al que se dirigen los que quieren hacer pesar los artículos que han comprado, si temen que les han defraudado en el peso. Dicho Director está facultado para tomar las disposiciones del momento que crea más oportunas, cuando es dudosa la calidad de algún artículo, se ha cometido defraudación a se le produce queja respecto a algún vendedor. Además, en cada plaza hay el competente número de alguaciles y mozos, encargados de la vigilancia y de cumplir las órdenes del mencionado Director.

A continuación, ponemos las noticias más importantes de cada uno de dichos mercados, y de los destinados a otros objetos.

 

Mercado del Borne. Este mercado existe desde tiempos muy remotos en la plaza del mismo nombre. Sin embargo, no reúne las condiciones propias para el objeto a que se le destina; pues atendida la importancia del mismo, no tiene la capacidad suficiente para que las barracas y puestos de venia puedan estar ordenados del modo que requieren la comodidad del público y el buen aspecto de la plaza. Los puestos fijos de vendedores, que hay en la misma, son los siguientes:

Puestos de Carne,     72

Id. de Verduras,      125

Id. de Pollería,         23

Id. de Frutas,            60

Id. de Despojos,          6

Id. de Tocino,             5

 

La pescadería correspondiente a este mercado está situada frente las casas construidas sobre la Acequia Condal. Dicha pescadería tiene la figura de un paralelogramo, que mide 250 palmos de longitud, 44 de latitud y 31 de elevación, y reúne todas las condiciones necesarias para su ventilación y limpieza. Los puestos que hay en la misma son en número de 30, y la retribución que por cada uno de ellos satisfacen los vendedores es de 30 rs. vn. mensuales.

 

Mercado de San José. Este mercado está situado a la izquierda de la Rambla del mismo nombre. Autorizado el cuerpo municipal para construir una plaza en el terreno que ocupaba la iglesia y convento de San José; en 19 de marzo de 1810 se hizo la ceremonia de poner la primera piedra, acto que se ejecutó con toda solemnidad; pero si bien desde luego varios particulares hicieron levantar algunos edificios, obstáculos bastante poderosos, que sería muy útil remover, han impedido la terminación de dicha plaza.

Todas las casas de esta constan de tienda, entresuelo y tres pisos, avanzando en forma de pórtico un intercolumnio jónico, que se eleva desde el planterreno hasta la altura del nivel del piso primero. La entrada principal es por la parle de la Rambla, pero se entra también en dicha plaza por las calles de las Cabras, Morera, Jerusalén y Pasaje.

En ella las mesas y puestos están divididos por islas, y los vendedores reunidos por artículos. Actualmente el número de vendedores, que tienen puesto fijo, es el siguiente:

Puestos de Carne,   145

Id. de Verduras,      346

Id. de Pan,                16

Id. de Pollería,          35

Id. de Frutas,            78

Id. de Despojos,        14

 

Durante la noche, la plaza está iluminada por el correspondiente número de faroles y una gran farola situada en el centro.

Junto a dicha plaza hay una pescadería panóptica construida también con las condiciones necesarias para su ventilación y limpieza, pero de proporciones bastante reducidas. En ella hay 57 puestos, y los vendedores que los ocupan pagan 30 rs.vn. mensuales cada uno.

 

Mercado de Isabel II (o Sta. Catalina). Habiendo obtenido el cuerpo municipal, en virtud de una Real orden, la concesión del terreno que ocupaban el templo y convento de Santa Catalina para construir en él una plaza mercado; en 10 de octubre de 1844 se puso la primera piedra, y terminada la obra por una empresa particular que la llevó a cabo mediante la cesión que le hizo el Excmo. Ayuntamiento de los réditos que produciría el alquiler de los puestos, durante un tiempo determinado, fue inaugurada en 15 de agosto de 1848, dándosele el nombre de Isabel II .

 

El cuerpo principal del edificio forma un rectángulo con dos grandes puertas que corresponden entre sí en cada uno de los lados mayores y una en los menores: el interior está dividido en naves y un paisaje que hace comunicar unas con otras, y a sus costados hay un gran número de tiendas para la venta de varios artículos.

La idea que se tuvo al establecer este mercado fue la de trasladar a dicho punto el del Borne; pero intereses creados y otros obstáculos se opusieron a la realización de aquella reforma. Estos han sido la causa de que este mercado no haya adquirido la importancia que merece, lo que no deja de ser sensible; pues por su capacidad, proporciones y la comodidad que ofrece, debería ser el más concurrido por vendedores y compradores.

El reducido número de los primeros, que hay actualmente en dicha plaza, comprueba el estado de decadencia en que se halla este mercado.

Puestos de Carne    26

Id. de Verdura         90

Id. de Pollería           6

Id. de Volatería         1

Id. de Frutas           10

Id. de Pesca Salada 10

 

El alquiler de dichos puestos es convencional, y lo fija la empresa constructora.

En esta plaza hay también una pescadería de figura rectangular, la cual está construida con las mismas condiciones que las de los mercados del Borne y San José. Actualmente solo hay en ella 4 vendedores.

 

Mercado de Barceloneta. Aun cuando machos vecinos de estos barrios acuden a proveerse de cuanto necesitan á los mercados interiores de la ciudad, y en especial al del Borne; el cuerpo municipal dispuso que se estableciera otro en aquel punto, atendiendo á la comodidad que de esta disposición reportaría la mayor parte de su numeroso vecindario.

Dicho mercado está situado en la plaza de la Fuente, y los puestos que ocupan los vendedores están libres de pago. El número de puestos es el siguiente:

Puestos de Carne 15

Id. de Verduras y Frutas 70

Id. de Pollería 4

Id. de Despojos 2

 

Para esta plaza no hay Director especial; estando encargado de visitarla y corregir las faltas el que lo es del mercado del Borne.

 

Mercado del Padró. Para la comodidad del crecido vecindario que hay en este punto de la ciudad, el cuerpo municipal permite que se establezcan en dicha plaza algunos puestos para la venta de los artículos más necesarios. Este mercado corre también a cargo del Director del de San José.

 

Mercado de los Cerdos. Está situado en el extremo del Paseo Nuevo o de San Juan, en el local que ocupaba la Puerta Nueva. Durante la época del año en que se permite la matanza, los ganaderos pueden conducir allí los cerdos que quieren vender. 

Diario de Barcelona, 10 de Octubre de 1877

Al entrar los cerdos en el expresado local son pesados por el comisionado que al efecto tiene allí la municipalidad, y su peso sirve tanto para el adeudo de los derechos, como para el caso de venderse el ganado en vivo. Si los ganaderos no venden los cerdos el mismo día, pueden trasladarlos a los depósitos interiores de la ciudad y volverlos a presentar en la plaza el día siguiente.

 

Mercado de Flores. Este mercado está situado a la derecha del paseo central de la Rambla de San José. Aunque de muy antiguo han existido en el expresado sitio cuatro o cinco puestos, en los que se vendían árboles, plantas, semillas y flores; sin embargo, nunca había merecido el nombre de mercado. Pero como desde algunos años a esta parte, esta nueva industria se ha desarrollado de un modo tan asombroso, ya no puede menos de dársele aquel título. En efecto, actualmente se encuentran en dicho sitio unas 30 mesas construidas a propósito para la buena colocación de las flores y ramos; y en la estación de la primavera es tal la afluencia de vendedores de este artículo que ocupan toda la hilera de la expresada Rambla.

En algunas mesas se presentan al público ramos, que son dignos de ser notados, tanto por el buen gusto que ha presidido en su confección, como por aparecer en ellos flores de mucho mérito.

Durante la primavera y el verano esta Rambla es el paseo matutino favorecido por la juventud elegante.

 

Mercado de los Encantes. Este mercado solo se celebra los lunes, miércoles y viernes no festivos, desde las 8 de la mañana hasta el mediodía, en la calle del Consulado y plaza de San Sebastián. En él se venden toda clase de objetos por medio de los subastadores públicos, los que están situados junto al edificio de la casa Lonja. El espacio restante lo ocupan varios particulares, los cuales venden muebles, ropas, libros, quincalla y muchos otros articulas nuevos o usados, satisfaciendo por el puesto que ocupan un tanto mensual a la municipalidad.

 

HOSPITALES


Hospital General de Santa Cruz, situado en la calle del Hospital, le limitan las calles de Egipciacas y Cervelló, y linda por la parte posterior con el hospital de San Pablo o Casa de Convalecencia y Colegio de Medicina; el hospital de Santa Cruz es el más antiguo y notable de Barcelona por el gran perímetro que ocupa; sin embargo, carece de condiciones higiénicas, puesto que, enclavado en el centro de la población y rodeado de un barrio populoso, fáltale ventilación y espacio. Contiene una iglesia y tiene su entrada pública por la calle del Hospital. Tiene grandes salones destinados a enfermerías, debidamente separados por sexos y enfermedades. Posee surtidísima farmacia, gabinete bien completo de instrumentos quirúrgicos, laboratorio y almacenes de víveres.

Aunque con pésimas condiciones, el hospital está dividido en departamentos, de hombres, mujeres, de locos, de locas, de nodrizas destinadas para los niños de teta, o que se nutren de leche ordeñada, de gobierno para los niños destetados de ambos sexos, que no pasan de cinco años; de expósitos destinado para los niños que pasan de cinco años, y en el cual permanecen hasta que por emprender carrera o tomar oficio salen del establecimiento; de doncellas para las niñas expósitas que pasan de cinco años y en el cual permanecen hasta tomar estado. Además, hay una matrona para asistir tanto en los partos que ocurran en las salas de enfermas como para cuidar, a las embarazadas que acuden al hospital para ocultar al público sus deslices. Todos los víveres y artículos que deben servir para el consumo del hospital no pagan derechos de puertas. Tiene capilla pública para el culto.

Finalmente, encuéntrase en este benéfico establecimiento, un dispensario médico-quirúrgico gratuito, donde reciben la asistencia facultativa los enfermos que sus dolencias les permiten acudir a esta consulta médica, de 9 a 12 de la mañana y de 3 a 5 de la tarde.

 

Hospital de San Pablo o de la Convalecencia. Calle del Carmen, contiguo al hospital de Santa Cruz; está destinado para albergue de convalecientes, procedentes del antedicho hospital.

Es un bellísimo edificio, con un patio cuadrado muy espacioso, decorado en el piso bajo de machones y arcos muy bien coordinados sobre colunas muy altas y bien proporcionadas hasta el piso principal, formando en su alrededor un magnífico claustro. Tiene en el referido hermosas y grandes salas con las oficinas necesarias: toda la obra está muy bien construida. En el fondo del patio hay un pensil con muchos limoneros, naranjos y varias plantas que la constituyen una deliciosa casa de recreo muy propia para su destino.  Todas las dependencias y oficinas de este establecimiento son espaciosas y bien ventiladas; en él reciben los convalecientes un régimen alimenticio, sano y reconstituyente, y al salir se les entrega un óbolo de 50 Cms.

Hospital de San Lázaro. Situado en las calles del Carmen y de San Lázaro, cerca del Padró. Está dedicado exclusivamente para leprosos, habiendo habitualmente de cinco a seis enfermos. Es asistido y provisto por el Hospital General. En el fondo de un patio y entrando por la calle de San Lázaro, se encuentra la iglesia de este hospital.

El Hospital de San Severo. Fue fundado en 1412. Su instituto es cuidar a los eclesiásticos enfermos y dementes. Las rentas son algo escasas, pero tampoco son grandes sus obligaciones. Su administración se compone de cuatro presbíteros, dos de ellos beneficiados de San Severo, uno de Santa María del Mar y otro de Santa María del Pino. Además, hay un eclesiástico que cuida y dirige el hospital. Está situado en la calle de la Paja 21.

Hospital de Infantes Huérfanos. Fue instituido por D. Guillen de Pon en 14 de noviembre de 1370 quien le doto con algunas rentas que unidas a las limosnas que se recaudaban en el obispado de Barcelona sufragaban al sostenimiento de la casa. Para ser admitido es necesario ser natural del obispado de Barcelona, huérfano de padres honrados, nacido de legítimo matrimonio, no haber vivido jamás en otro establecimiento de beneficencia, y no tener tutor ni curador que pueda mantenerles. Solo son admitidos de 7 a 12 años de edad. Los niños se les coloca en el arte, oficio o carrera científica que les acomoda y asisten a la escuela de PP. Escolapios para su instrucción. Las niñas pasan allí sus días hasta que contraen matrimonio, o abrazan estado eclesiástico o mueren en la casa; además de las labores de coser, planchar, calceta, bordados de todas clases y otras propias del sexo, se las enseña a leer, escribir, contar, gramática y principios de geografía; su educación corre a cargo de la madre y maestra. Las rentas de la casa no bajan de 36.000 rs. vn. Se halla situado en la plaza de los Ángeles.

Hospital de Santa Marta. Llámase también hospital de Peregrinos. Fue fundado en 1308 por Pedro Desvilar, y lo destinó a mantener doce pobres de su linaje. Sucesivamente otros fundadores le aplicaron más rentas y aumentaron el número de pobres que debía recibir el hospital, extendiendo este derecho a los de su linaje respectivo. Uno de los fundadores destinó además este asilo al hospedaje de peregrinos. Su renta consiste en unas dos mil libras catalanas. Hay un rector para su dirección. Se halla situado en la Riera de San Juan.

Hospital Militar. Antiguamente los militares que resultaban enfermos en las guarniciones de la plaza de Barcelona y sus fuertes, se curaban en el hospital civil de la misma, hasta que el gobierno tuvo a bien conceder para hospital militar, el suprimido convento de Junqueras. En diciembre de 1842 dispuso el gobierno fuesen trasladados los enfermos al ex- convento de PP. del Seminario, vendido por estos a la nación para establecer la fábrica de Cigarros que existió hasta dicha época. Está dividido en salas para señores oficiales y para la tropa en donde están asistidos esmeradamente. Tiene un número competente de profesores de medicina y cirugía pertenecientes al cuerpo de Sanidad Militar, a cargo del presupuesto del Ministerio de la Guerra, porque carece de rentas propias.

 


CENTROS RELIGIOSOS


CATEDRAL


Existía ya en el primer siglo de la Iglesia, tal vez también con el nombre de Santa Cruz que ha conservado, aunque después de erigida la Capilla de Santa Eulalia. Fue reedificada por D. Raimundo Berenguer I el Viejo y su esposa la Condesa Doña Almodis, cuyos restos se hallan depositados en las dos urnas al lado de la puerta de la sacristía: fue consagrada en 1058 cuyo templo subsistió unos dos siglos, pues a fines del XIII fue menester ensancharla por no corresponder su capacidad a la grandeza y población a que se había aumentado la ciudad, con los progresos del Comercio y residencia de la Corte y de los Reyes de Aragón, de los magnates y nobles de la provincia. En 1298 se empezó esta suntuosa obra, cuya arquitectura es del estilo gótico, que empezó a usarse a principios de aquel siglo, que admira hoy a los ojos inteligentes, por su solidez, majestad y magnificencia. Consta de tres anchas naves divididas por diez macizos y elegantes pilares de columnitas delgadas, graciosamente ceñidas por caprichosos y bien trabajados capiteles, que sostienen diez y nueve arcos y sus bóvedas, siendo la admiración de los inteligentes la elevadísima torre de las horas, que gravita sobre el arco de la puerta de Santa Eulalia, valentía del arte y pasmo de la Arquitectura, dice el autor del Atlante Español.

El magnífico y acabado altar mayor, remata en siete esbeltas y caladas puntas que parece se sostienen en el aire; se empezó en 1593 y consagróse a 5 de setiembre de 1599. Debajo del presbiterio se halla el panteón o sepulcro de Santa Eulalia, que se concluyó en 1338 por el arquitecto Jaime Fabra, bájase a su capilla por veinte gradas hasta la reja y pasada esta hay otras cinco.

Algo más elevado que el piso se ve a uno y otro lado una especie de coro, al paso que sigue toda la pared una tribuna labrada en el grueso de los muros. Los restos de la Virgen y mártir Barcelonesa yacen en una urna o arca de alabastro, por todas partes trabajada en medios relieves sostenida por ocho colunas de hermoso mármol jaspeado, con capiteles de proporción corintia; pero casi todas son desiguales en altura, sin collarino ni basa; se cree son restos de alguna obra de cartagineses o primeros romanos.

El coro se halla en el centro, grande y espacioso, con unas magníficas sillas esculpidas en 1483 por Miguel Loquer y Juan Federic. A la derecha está su rico y bien trabajado púlpito, cuya escalera, colocada a la otra parte, en nada le cede sino le aventaja en primor y delicadeza. El frontis del coro es un pequeño cuerpo de arquitectura dórica, en cuyos intercolumpios figuran en bien ejecutados bajo relieves de mármol blanco, varios sucesos de la vida y martirios de Santa Eulalia y algunas estatuas; dos colunas corintias guarnecen la puerta que está en el centro; la esculpió en 1564 Pedro Vilars natural de Zaragoza.

Tiene en el centro tres hermosas y complicadísimas arañas de bronce, en línea recta hasta el altar mayor, construidas en 1784 y 85 por Francisco Duran, vecino de esta ciudad. El órgano es el mejor que hay en esta capital, por sus magníficas voces y lo bien construido en su interior; tiene por pedestal una cabeza de turco, colgada por el turbante, con unos resortes tan ingeniosamente construidos que, según las tocatas, abre la boca y los ojos giran alrededor de sus orbitas, manifestando más o menos desesperación, según es la voluntad del organista.

La nave lateral a la derecha, entrando por la puerta principal, es la capilla de San Olegario, que contiene un hermoso sepulcro de mármol que mandó fabricar en el siglo XII el obispo D. Guillermo, y contiene algunas pinturas del célebre Viladomat. El sepulcro está abierto por detrás en el camarín entre el altar y la pared, donde por entre los hierros de una reja se ve el cuerpo del Santo vestido de pontifical de pies a cabeza, tan incorrupto y tan firme su armazón, después de ocho siglos, que causa espanto y maravilla. En esta santa Iglesia se conservan muchas preciosidades que sería muy largo el enumerarlas.

El Claustro es obra del siglo XIV y XV, de estilo gótico en particular el pabellón o glorieta que es lo mejor que contiene el claustro. Obsérvense con detención los arcos dentellados que sostienen la trabajada clave donde figura un San Jorge; a primera vista aquellos dientes que guarnecen la línea desde el botarel hasta la clave solo parecen una esencia, un adorno sobrepuesto y caprichoso, pero si le fuere posible al observador encaramarse hasta los capiteles, descubriría en cada uno dos figuritas toscas, más dotadas de mucha expresión, o reinas u obispos o patriarcas, que tendidos uno en la parte superior y otra en la posterior del diente, están leyendo o dados a la oración.

Las pulidas labores de la entrada a la capilla de San Olaguer, los ricos follajes de la puerta de la Sala Capitular y de la que sigue son de las mejores esculturas de la Catedral. Cerca la puerta de la capilla de San Olaguer, hay una urna que contiene los restos de Francisco Duplá, Capiscol que fue de la Catedral y murió en 1453. Al lado de la puerta de la Capilla de Santa Lucía, hay un sepulcro de bronce en que hay una figurita echada con adornos de cascabeles pendientes de una cadenilla en la orla de su vestidos, con esta inscripción en latín:

Aqui reposa Mossen Borra, soldado glorioso.

Hízose esta sepultura en el año del Señor 1433.

 

Otro de los primores de esta parte del edificio es la historia Sagrada que corona los capiteles, cuyas figuras, aunque toscamente trabajadas, no dejan de tener su mérito por su minuciosidad y a veces expresión. Proporcionan la entrada diferentes puertas; la de la calle de los Condes de Barcelona, es obra preciosa, la componen diferentes columnitas y lindas ojivas en degradación que ocultan las gradas de jaspe que conducen al santuario; a cada uno de los dos lados se ven dos inscripciones en latín.

Cerca de ellas sobresalen algunos bajos relieves de muy tosca escultura, uno de los cuales representan un guerrero en lucha a punta de espada, contra un formidable dragón, y otro del mismo lidiador introduciendo su cuchilla en las fauces de la fiera. De igual gusto son otros relieves que adornan la fachada (véase la lámina) y también algunas figuras pulsando varios instrumentos que están a los dos lados de los puntos de la ojiva; pero son de buen gusto y bastante delicados por su graciosa y limpia escultura, los tres cuerpecitos de estilo gótico que se levantan sobre la puerta.

De mayor gusto que la fachada anterior es la puerta de la Piedad, (véase la lámina) mucho más sencilla, pero de trabajo más delicado. La ojiva no puede ser más graciosa, su remate terminado en punta esbelta aérea es uno de los restos más puros del goticismo. Acrecen su hermosura la bien trabajada cruz que cae perpendicular a la ojiva; los dos pilares que se levantan a los lados, y la variedad de crestas y juguetes que la adornan. No corresponden a tanta belleza el bajo relieve que se descubre en el nicho que forma el arco.

Mas rica en escultura es la puerta de San Severo, fachada preciosa en que se agotaron todos los encantos del siglo XV: no hay cosa en ella que no acredite el gusto de la época; tales son la ojiva, el dosel que cubre la corona de la Virgen y el trasparente follaje repartido por toda ella.

En 1393 se fundió a expensas de la ciudad la gran campana para el reloj, y que en el mismo año se subió a la torre llamada Seny de les hores, de lo que se infiere la época anterior de tres años de este reloj al de la Catedral de Sevilla, que se había ponderado como el primero de Torre conocido en España y cuya colocación presenció como cosa maravillosa, el rey de Castilla D. Enrique III en 1396.

Después del sitio de 1714, los conquistadores ordenaron destruir la gran campana de las horas, por ser la que los sitiados se servían para señalar los puntos atacados. Pero en el año 1849 el Cuerpo Municipal acordó reemplazar aquella, que por contrata se fundiese otra de 400 quintales, a la que se le llamará Eulalia, y servirá para señalar las horas a los habitantes de la capital; siendo fundida por José Calbató. En dicha iglesia Catedral fue instituida la orden militar de Ntra. Sra. de Montesa el día 22 de julio de 1319 a la cual fue después reunida en 13 de octubre de 1399 la de San Jorge de Alfama que había sido creada en 1201.

En esta Santa Iglesia celebró el emperador Carlos V las fiestas y capítulo general de la orden del Toisón de oro, el primero y único celebrado en España. Esta iglesia tiene una riquísima custodia para la procesión del Corpus, en cuya octava de la festividad está de manifiesto al público en la sacristía; la pieza principal se compone de la magnífica silla de plata en que entró sentado en esta ciudad el rey D. Juan II el día 28 de octubre de 1473 en su entrada triunfal de vuelta de la villa de Perpiñan, donde había derrotado completamente a los franceses que la tenían sitiada.

 


EL CONVENTO DE SAN FRANCISCO DE ASÍS DE BARCELONA (FRA MENORS)

Las Casas de religiosos en Cataluña durante el primer tercio del siglo XIX
Cayetano Barraquer i Roviralta (1839-1922)





PARROQUIAS


    Parroquia de Santa María del Mar. Es de fundación antiquísima, pero que lo había sido mucho antes de 878 en cuya época fue trasladado a la Catedral el cuerpo de Santa Eulalia, que contenía de tiempo muy anterior. Diago quiere que sea de tiempo de los Godos. Llamóse primitivamente, siendo una pequeña Capilla, Santa María de las Arenas, en razón a que por aquel tiempo su situación era a la misma orilla del mar.

St Maria del Mare 1843

    El magnífico templo actual fue principiado en el sitio en donde estaba construido el antiguo. Esta soberbia y grandiosa obra, de tres naves, de forma arquitectónica, es verdaderamente suntuosa: pilares muy altos y delgados que sostienen diez y nueve arcos con sus bóvedas, dividen las tres naves, en cuya construcción se advierte cuanto puede caber de atrevido, elegante y ligero en el orden gótico. Se reedificó a expensas de sus parroquianos en 1329 por el aumento de población, y se concluyó en 1383.

El altar mayor fue construido en el siglo XVI, es de jaspe y de pésimo gusto; tiene alrededor 32 capillas. Detrás del Coro está la magnífica capilla del Sacramento, construida en 1831 y concluida en 1843 a expensas de varios donativos y limosnas de muchos devotos, única que hay en esta capital por su elegancia y hermosura, adornada al gusto moderno, teniendo un lienzo pintado por Arrau representando el lavatorio el cual inspira un interés religioso por el lugar que está colocado; entre las demás capillas hay otras pinturas de Viladomat y Tramulles.


Al entrar por la puerta principal y a la derecha se halla el altar del Ecce-Homo, de medio cuerpo entero, cuya imagen es muy venerada de la gente de la Marina y en particular de los habitantes de la Barceloneta. En uno de sus altares se halla el cuerpo de San Feliciano, colocado en una magnifica urna, que fue traído desde Roma en el año 1844. En esta iglesia hay varios cuadros de bastante mérito.

Santa María del Mar 1860

    
    El coro está situado detrás del altar mayor sosteniendo una hermosa sillería y tanto este como el presbiterio está enlosado de mármol. A la izquierda hay un grandioso órgano a la derecha una espaciosa tribuna para uso de los Reyes y su real familia, la cual se comunicaba con el palacio real por medio de un puente, que actualmente está obstruido.

La fachada es sencilla, pero de sumo gusto; a los lados hay los dos campanarios de forma bastante graciosa y ligera que el uno sirve para el reloj de las horas y el otro para las campanas; sobre la ojiva de la portada hay un magnífico rosetón por el cual penetra la luz en el interior del templo. Esta iglesia tiene cuatro puertas una de las cuales es la del Borne, que se representa en el adjunto grabado.



    Parroquia de Santa María del Pino. Es también de remota antigüedad, pues Diago la supone de fines del siglo X citando un documento cuya fecha debe ser anterior al año 986 en que las religiosas de San Pedro prueban la posesión de un campo situado cerca y a extramuros de la ciudad en el sitio llamado la Palma cerca de Santa María del Pino.

Al entrar y a la derecha se halla el hermoso altar de la Virgen de los Desamparados, cuya cofradía auxilia a los sentenciados a muerte, haciéndoles las exequias gratis. 

    La espaciosa capilla del Sacramento se empezó en 1466 y en menos de dos años se concluyó; en el día pertenece a la congregación de la Sangre. En esta iglesia se conservan infinidad de reliquias muy preciosas y veneradas.

Tiene tres entradas, la del frontis, otra detrás del altar mayor y otra en el centro de la izquierda, que sale a la plaza del Beato José Oriol. La torre de esta iglesia es uno de los monumentos que adornan la ciudad, y que se divisa desde muy larga distancia.


Parroquia de S. Justo y S. Pastor. Fue fundación de Ludovico Pio en el primer año de la Conquista de Barcelona y Catedral de la ciudad durante la fábrica de aquella en 1298 y se llamaba iglesia de los Mártires.

La actual iglesia es de construcción gótica, de una sola nave, empezada en 1345 en el mismo sitio en que se derribó la antigua. Esta parroquia gozó de grandes privilegios en los antiguos tiempos, concedidos por Ludovico Pio. En primer lugar, cuando algún Caballero era provocado a desafío, que entonces se usaba mucho entre los caballeros godos, debía ir a firmar y jurar la batalla en dicha iglesia. Esto es, el día de la batalla entraban en el templo, antes de pasar al campo, a prestar su juramento, acusador y acusado, aquel de ser cierta la acusación y el adversario de ser falsa de pelear con armas legales etc.

La última voluntad de marinero, mercader y otro cualquiera tratante o pasajero que muriese en embarcación, hecha en poder del Escribano de la nave, debía ser presentada al cura de dicha parroquia, dentro el término de seis meses, de cuya declaración extendía el referido un documento  que tenía tanta fuerza y valor cuanta pudiera tener siendo hecha con todas la solemnidades y requisitos de cualquiera ley, fuero o estatuto de otras tierras cuyo privilegio se extendió después a los militares y el rey D. Pedro III de Aragón lo confirmó e hizo extensivo a cualquiera clase de personas en donde quiere que muriesen, como los testigos compareciesen dentro de los seis meses ante dicho cura y en el altar de S. Félix (San Feliu).

Cuando algún Cristiano se quejaba de algún Judío por fraude engaño etc. se seguía pleito y debía pasar el Judío, a la citada iglesia para prestar su juramento ante el Cura, el cual se verificaba en el altar de San Félix.

El magnífico altar de los titulares, que es el mayor, cuya arquitectura pertenece el orden corintio forma un templete de doce elevadas y robustas colunas de mármol jaspeado, con bases de piedra blanca y capiteles de madera dorados que sostienen una cúpula redonda cortada en ambas mitades, y sobre la cual se halla colocado el símbolo de la fe, a cuyo alrededor ha de colocarse el apostolado. Detrás de dicho altar que ocupa el centro del presbiterio de forma circular, se halla el coro y sobre él una galería destinada para el órgano. En ambos lados hay doce capillas, además de otra que está junto a la puerta principal, formando juego con el bautisterio, y la que está inmediata a la capilla del Sacramento.

En esta iglesia fue venerada por más de tres siglos la sagrada imagen de Ntra. Sra. de Monserrat y que desde allí se trasladó al famoso monasterio de las montañas de su nombre. Una preciosidad artística contiene esta iglesia; hay al lado de la Sacristía una capilla con bello retablo antiguo, diligentemente trabajado en las esculturas, que se levantan en una forma airosa y esbelta; buenas son sus pinturas, y algunas se encuentran entre ellas que llenarían perfectamente las exigencias de un purista por la piadosa expresión de sus cabezas. Tiene dos puertas la principal y otra detrás del altar mayor que sale a la calle de la Ciudad.

Parroquia de S. Pedro de las Puellas. La tradición supone que este monasterio ocupa el mismo lugar en donde en 801 y durante el largo sitio de Barcelona, Ludovico Pio, edificó una capilla. Es fundación del Conde Sunyer y de la Condesa Richildis, y el segundo monasterio de religiosas de Cataluña. Fue consagrado en junio de 945 por el Obispo Villarano con grande asistencia de magnates. Su primera abadesa tal vez fue Adalezis o Adeleiz (Adelaida) hija de Suniefredo de Urgel, pero solo parece fuera de duda, que, tras la ruina de Barcelona por Almanzor, vino ella de San Juan de las Abadesas a San Pedro de las Puellas a cuidar de su reparación y a reemplazar a la abadesa Na Matruyt o Madruyna que los sarracenos mallorquines auxiliares del Hadjeb, se llevaron a su isla.

Monasterio de Sant Pere de les Puel·les

El claustro es rigurosamente bizantino; sus arcos rebajados cargan sobre capiteles que llevan esculpidos animales fantásticos, arabescos y follajes. En dicha iglesia fue bautizado el Beato José Oriol, que se venera en la parroquia del Pino. La iglesia es parroquia y el convento sirve de presidio peninsular se halla en la plaza de San Pedro.


Parroquia de S. Miguel Arcángel. Esta parroquia se trasladó en 1835 en la iglesia de la Merced una de las más hermosas iglesias que hay en la ciudad. En 1232 D. Ramon de Plegamans, caballero principal de Barcelona, dio a la religión de la Merced un arenal del Burgo de la ciudad que estaba a la orilla del mar, en el lugar llamado Vilanova, y más abajo de otro lugar que llamaban los Codols. El Santo Pedro Nolasco, fundador de la orden procuró aquel sitio puesto al pie del agua, por la comodidad de sus embarcaciones a tierra de infieles, que iban a rescatar cautivos. Y posteriormente en unión del rey D. Jaime el Conquistador, fundaron la actual iglesia y convento, destinándolo para los Mercenarios calzados. El claustro es quizás la construcción más noble que en el estilo greco-romano de la restauración encierra Barcelona.

Puerta principal de la capilla de Sant Miquel Archángel - 1868

Forma un vasto cuadrado de dos pisos: el inferior tiene cuatro arcadas sobre cinco columnas dóricas en cada corredor, el segundo consta de doble número de arcadas y columnas jónicas, y entrambos resplandece el mismo carácter severo y grandioso a la par que elegante. El techo del segundo es un buen artesonado.

El templo de la Merced consta de una nave con crucero, es grande y espaciosa con adornos de damascos es carmesí en las paredes, en las principales festividades: en el altar mayor todo de mármol y al gusto moderno, se venera la antiquísima imagen de Ntra. Sra. de las Mercedes, en un precioso camarín en que se celebran la mayor parte de los desposorios de la clase acomodada de la ciudad.

En una de sus capillas se venera el cuerpo de Sta. María del Cervellò (vulgo del Socors), de una nobilísima familia enlazada con la ilustre casa de Cardona hoy Medinaceli. La fachada es de piedra de silleria con pilastras corintias y jónicas.  En épocas de grandes calamidades, como pestes, sitios, sequias etc. se saca en procesión la imagen, y el ayuntamiento acostumbraba poner en sus manos un memorial. Tiene muchos y ricos vestidos, pero ha perdido las preciosas alhajas que poseía, y entre ellas un trono de plata regalado por la ciudad, corona, joyas etc. Se halla en la plaza del mismo nombre, calle Ancha.

Parroquia de S. Jaime. Se balla en la iglesia de los Trinitarios calzados, que fue fundado en 1394 para religiosas y a instancias del R. P. provincial Fray Hernando de la Higuera, pasó a ser de relígiosos en 1539.

La iglesia nada tiene de particular que pueda mencionarse, pero es muy concurrida por hallarse en paraje céntrico de la Ciudad. Está situada en la calle de Fernando VII.

San Cucufate. Según Flores fue consagrada en 1023 y fue dos veces reedificada en 1287 y en 1827. Se llamó San Cucufate del horno, por haberse edificado en el mismo sitio que estuvo el horno donde fue arrojado el Santo Mártir; aunque parece más probable que esto se verificase en el Castro-Octaviano a tres horas de la Ciudad en donde existió posteriormente un monasterio de benedictinos. Esta parroquia se halla en la calle de Carders.



Parroquia de Sta. Ana. Colegiata prioral Nullus diocesis, antiguamente de canónigos regulares del Santo Sepulcro. Es fábrica del año 1146 (aunque el presbiterio y el crucero es obra más moderna, cuya planta y forma indican alguna anterioridad al orden gótico de la segunda época).

La iglesia es regular de una sola nave, que tuvo antiguamente en medio el coro, trasladado hoy al extremo de la iglesia sobre una bóveda; las dos entradas del templo indican que fue una iglesia verdaderamente claustral. Tiene Siete altares que nada tienen digno de notarse a excepción del Santo Sepulcro en que hay varias figuras antiguas que veneran con gran devoción los de la ciudad, particularmente en los días 16 y 17 de marzo, en que visitando aquel altar se ganan las mismas indulgencias que se ganarían visitando el Santo Sepulcro de Jerusalén. 

    En la capilla de S. José, llamada del Sacramento, se ven algunas pinturas de Juncosa de bastante mérito. Al entrar a mano izquierda yace en un suntuoso Sepulcro el ilustrado D. Miguel Bohera que fue general en la batalla de Ravena, en tiempo de D. Fernando el Catòlico; asistió a las conquistas de Trípoli, Bugia, Oran y Mazalquivir y fue nombrado general de las galeras de España por Carlos V. 

Esta colegiata tiene su curia aparte independiente de la del Obispo. Fue muy distinguida por los Reyes de Aragón y los católicos D. Fernando e Isabel, la cual regaló un terno de terciopelo que todavía se conserva. Fernando el Católico, celebró Cortes en ella. Se halla situada en la calle del mismo nombre.


Parroquia de S. Pablo. Créese que la fundó en los primeros años del siglo X el conde Wifredo II, quien muriendo entre mediados de 911 y fines de 912 fue sepultado en él. En 977 ya lo mencionan las escrituras.

El Hadjeb-Almanzor la destruyó en parte cuando a 6 de julio de 986 entro y arruino Barcelona: más subsiste la inscripción del sepulcro del Conde entallada en el dorso de una lápida romana. En 1117 Gausberto ó Guiberto, Guitardo o Witardo (tal vez de la familia del Vizconde Barcelonés de este nombre) y su esposa Rotlandis la reedificaron. Cuyo claustro es uno de los pocos monumentos que posee la España, y particularmente Cataluña, para caracterizar aquella época remota de la arquitectura bizantina, que en pocas partes ofrece como aquí reunidas las imágenes simbólicas y las de guerra, significación clara de los tiempos de reconquista.

El claustro es sobremanera interesante a la historia del arte; pues aun cuando lo bajo del pedestal o antepecho corrido en que estriban las columnas pareadas, lo corto de estas, la singularidad y variedad de sus bases, las labores y figuras de los capiteles y las proporciones del todo no lo hiciesen notable entre los edificios de su género, daríale importancia y valor la forma de los arcos, que en vez de un semi-circulo llevan en lo que debiera ser arquivolta, tres o cinco curvas reentrantes que forman dos o cuatro dentellones y comunican a la fábrica grande apariencia de estilo arábigo. 

Cuelgan de sus paredes algunas urnas góticas y hay empotradas en el muro algunas sepulturas. La portada forma una especie de cuadrado que recuerda los toscos edificios del siglo XI; en ambos lados de la puerta hay dos colunas delgadas con sus capiteles de mármol trabajados groseramente, que no se puede descifrar si son árabes o romanos, sobre los cuales descansa un grueso arco en el que se ven esculpidos peces, estrellas, cabezas humanas y otros símbolos. A lo alto de la portada aún subsisten las dos troneras cubiertas, que defendían la puerta del templo cuando los mahometanos invadían el territorio. La iglesia que conserva la planta primitiva del siglo x es hoy parroquia. Se halla situada en el extremo de la calle de S. Pablo cerca la muralla.

Parroquia de San Agustin. Fue fundada en 1309 por el R. P. Bonanat Zaguals y traslada en 1750 durante el reinado de D. Fernando VI, en el lugar que ocupa. Está construida al estilo moderno, consta de una sola nave y admira a los inteligentes por su bella estructura y vasta capacidad, perteneció al convento de agustinos calzados, y en 1839 pasó a ser parroquia salvándose del derribo que ya tenía decretado. En el incendio de 1835 se quemó el altar mayor y otros, el órgano y el coro, y quedó muy mal parada. La restauró el Sr. Obispo D. Pedro Martinez de San Martin con sus donativos y los de otras personas; entre ellos el arzobispo de Manila y varios PP. agustinos de las islas Filipinas. Tiene una gran plaza y su fachada aá la que da ingreso un espacioso pórtico, que no está concluido. Se halla en la calle del Hospital.

Parroquia de Ntra. Sra. de Belén. Antiguamente fue colegio de Jesuitas, construido de piedra de sillería, como los edificios de aquella comunidad. El templo es capaz, de una sola nave con espaciosas capillas, distinguiéndose la de San Ignacio de Loyola, en la cual se conservan algunos objetos del Santo entre ellos, la espada que dejó en la iglesia de Monserrat al tiempo de su conversión y antes de retirarse a la cueva de Manresa. Tiene varios cuadros muy buenos de Viladomat. La fachada altares y demás objetos del templo son ricos, pero de mal gusto; el niño Jesús y el S. Francisco Javier, de la fachada son obra del escultor Santa Cruz. En 1835 pasó a ser parroquia. Se halla en la Rambla esquina a la calle del Cármen.

Parroquia de S. Francisco de Paula. Fue construida en 1574 por D. Pedro Fisas, del comercio, para convento de religiosos mínimos. Consta de una sola nave, bastante capaz con capillas laterales en que hay algunos altares de bastante mérito. La circunstancia de contarse a S. Francisco de Paula como uno de los patronos de la ciudad, hace que esta parroquia sea muy concurrida: el Ayuntamiento asiste a ella el día del Santo a la misa mayor por voto de la ciudad. Tenía el convento varios cuadros de mucho mérito y entre ellos varios que adornaban el claustro representando varios pasajes de la vida de S. Francisco de Paula, pintados por Francisco Guquet y Francisco Gasen. En 1835 pasó a ser parroquia. Se halla situada en la calle más alta de S. Pedro.

Parroquia de S. José. Se halla establecida en la iglesia del ex-convento de Santa Mónica, fundado en 1618 por la misma religión. La iglesia consta de una nave con capillas laterales a los lados; en lo demás nada ofrece de particular. Está situada en la Rambla cerca de Atarazanas.

Parroquia de Ntra. Sra. del Cármen. Establecida en la iglesia del convento de las religiosas Jerónimas, que fundó en 1418 Doña Brígida Terré. La iglesia es pequeña y nada tiene de particular que pueda mencionarse. Se halla en la calle de S. Antonio Abad.


    Parroquia de S. Miguel del Puerto. Fue trazada por D. Pedro Cermeño, brigadier y director de ingenieros, y empezada por Damián Ribas en 1753. Su planta figura una cruz griega con algunas colunas agrupadas y cimborio: a la derecha del altar mayor hay un magnífico cenotafio de mármol con bajo relieve, donde descansan los restos del Excmo. Sr. marqués de la Mina, fundador de la Barceloneta, sobre el cual se ve su retrato de bajo relieve acompañado de otros adornos propios de su casa y de la milicia con una inscripción en latín:

Obra del célebre escultor Don Juan Henrich.

Su fachada consta de dos cuerpos, el primero tiene ocho colunas pareadas y tres ingresos; el segundo cuatro, con un frontispicio triangular. El resto de la decoración consiste en tres estatuas de Sta. María del Socós, S. Pedro Gonzales vulgo S. Telmo, y de S. Miguel, que ejecutó el escultor Pedro Costa.


Parroquia de Gracia. Sta. María de Jesús. Es de construcción moderna, con muy hermosos altares al rededor, pero en particular el mayor que es de exquisito gusto al estilo moderno. Se halla al entrar en dicho barrio.

 

Fondas.

 Aunque no las tenemos con tanto lujo en esta, como en Londres, Paris y otras capitales del extranjero, no obstante, se hallan algunas muy bien servidas, aseadas y con comodidad por un tanto diario, que suele variar según las diversas circunstancias, de habitación, mesa y cama, entre 12, 20 y 30 rs. diarios. Las principales son: Cuatro Naciones, en la Rambla; El Falcon, frente el Teatro de Santa Cruz; Posada de Caballeros, es muy concurrida por su mucha limpieza y esmero en el servicio, sita en la calle de la Boquería; Del Oriente, es bastante concurrida por ser parador de diligencias, se halla en la Rambla; Del Rincón, calle de Capellans; Santa Maria, calle dels Asas; Tres Reyes, plaza de Palacio.

 Hay otras que se sirven comidas a precios convencionales como la del Sable, calle Bonayre; Cuatro partes del Mundo, calle de Monserrate; De la Rambla, plaza de la Boquería; Del Pino, calle riera del Pino; Escudo de Francia plaza de Moncada; Jardín, calle del Hospital; Estrella, calle de la Boquería; Posada de la Marina, plaza de Palacio; Moscas Nuevas o Casa Tano, calle de S. Antonio, Sombrerers; Fonda de Simon, plazuela de Moncada esquina al Borne; Posada de los Amigos, calle Ancha esquina a Escudellers: Fonda de S. Antonio, calle de S. Pablo frente la calle de S. Agustín; Fonda de Llobregat, calle Riera del Pino; Fonda de S. Climent, calle del Hospital frente S. Agustín: Restaurant , en el café del Liceo en la Rambla; Fonda del León de Oro, Barceloneta; Fonda de la Orada, calle Mayor de Gracia; y la de Vista Alegre situada en la falda de la montaña de Monjuich, la cual es muy concurrida tanto en verano como en invierno por su magnífico punto de vista que se disfruta de su elegante cenador.

Casas de Huéspedes.

En lengua vulgar se llaman Despesas. Son un término medio para los forasteros que llegan a Barcelona: las hay de muchas maneras, unas al estilo de fondas, que pagando un tanto diario, se les da habitación, comida y cama: otras que solo se reúnen unos cuantos amigos, alquilan una habitación y los muebles necesarios, contratan una criada que les sirva, para vivir con más comodidad. Pero los forasteros que no han visto nunca Barcelona, no se deben apurar para encontrar albergue, porque no hay calle que no tenga fonda, posada, despesas o figón; y en tal caso no tiene más que leer los periódicos del día, que siempre hallará anuncios de casas de huéspedes.

Mesones.

Son muy pocos los que sirven para tener huéspedes: generalmente paran en ellos los ordinarios y trajineros de los diferentes puntos de España, y en particular de la provincia que entran por la mañana y salen por la tarde, así es que los mesones de esta ciudad son casas grandes y antiguas que no ofrecen grandes comodidades. Los mejores son del Alba y Buenasuerte calle de Carders; Manresa calle del mismo nombre; del Pilar, calle del Rech; de Gerona plaza del Oli; del Violi y Collblanch en la calle de los Baños viejos; Monserrate, calle Asabonadors; de Olot y S. Antonio, calle Flasaders; Mesón del Carmen, plaza Padró; del Vallés y Sta. Madrona, plaza de S. Agustin Viejo, y otros en varios puntos de la ciudad de menor importancia.

Cafés.

Continuamente se hacen grandes mejoras en los cafés, a medida que la moda va adelantando. Los más frecuentados son: el de las Siete Puertas, el de la Lonja, el de los Tres Reyes, el de la Amistad y el del Vapor, en la plaza de Palacio; el de las Delicias, del Gran Espejo, de la Reina, del Oriente, del Falcon, Nuevo de la Rambla, Del Liceo, en la Rambla; el de la Amnistía, y el del Gran Salon, en la calle del Conde del Asalto; el de la Fuente, y el del Comercio, en la calle de Escudellers; del Globo, calle del Hospital frente S. Agustin; de los Surtidores, calle del Carmen, y otros muchos en diferentes puntos de la ciudad: esmerándose a porfía en el servicio y en presentar las más delicadas bebidas a los concurrentes no dejando nada que desear en esta parte, los extranjeros. En general hay en los mismos cafés, piezas separadas para el juego de Villar, tresillo, damas y otros juegos permitidos que ofrecen un recurso a la distracción y a la holganza. Además, hay varias casas que en verano sirven chocolate, horchatas, helados y otros refrescos, tales como la del Mallorquin y los Valencianos , en la Rambla; la del Tio Nelo, en el pórtico de Vidal calle de Isabel II. Sin contar las infinitas casas en donde sirven de chocolate, leche y orchatas, por las mañanas y tardes. En Gracia y la Barceloneta hay varios cafés que se sirve con el mismo aseo que en la ciudad.

 

Casas de Baños.


Proyecto de los Baños Orientales en la playa de la Barceloneta, 1872 

De algunos años a esta parte se van aumentando estos establecimientos, por la mucha afición que se va tomando en bañarse, con motivo de los muchos beneficios que reporta a la salud. En todos ellos se esmeran en servicio de los concurrentes, con aseo, comodidad y elegancia, en la temporada de verano que más uso se hace de ellos. La de la calle de Trentaclaus que fue la primera: la de detrás el correo, colocados en medio de un jardín; la de Vista Alegre, calle de Mina; la de la calle de Cuch;  la de la Barceloneta casa Soler, en donde se sirven de agua de mar, calientes y fríos, al gusto de los concurrentes;  Los de S. Beltrán, también de agua del mar . Estos dos últimos establecimientos están a cargo de la casa de Caridad, y su producto sirve para sostenimiento de los pobres que se albergan en aquel edificio. En la calle de la Canuda en los baños de vista alegre, y calle de Arrepentidas los portátiles a domicilio con agua fría ò caliente se sirven de día como de noche.

Baños de Vapor, se administran en la Rambla de S. José n.º 70 piso 1.º, y en la calle de Mina y llevándolos también a domicilio. Además, hay muchos hojalateros, que por un tanto diario, prestan bañeras portátiles, cuidándose los que las alquilan, de hacerlas llenar del líquido que necesiten los enfermos para la curación de sus males.

 


 

Alumbrado.


Teiera en una auca de procesión del Sg. XIX

La ciudad está alumbrada por faroles de aceite y de gas: los primeros son en número de 1.610: en el interior 1.189; 210 en la Barceloneta y 211 en el barrio de Gracia. Entre todos consumen en invierno 46 cuartanes, 13 cuartas, 4/6 de aceite, y en el verano 31 cuartanes, 10 cuartas y 5/6: del total de faroles mantenidos con aceite, 86 se hallan colocados en palos, 60 en el Paseo Nuevo o de la Explanada, 13 en el de San Juan, 6 en la plaza de Sta. Catalina, 3 en el pórtico de la cárcel, 2 en la calle de Fernando VII, y 2 en la del Alla; los demás están fijos en la pared. 

El alumbrado público por aceite existe en esta capital desde el 23 de setiembre de 1752; mejora que fue inaugurada en dicho día para solemnizar el cumpleaños del Rey D. Fernando XI. Establecido dicho alumbrado; no solo ha seguido todas las noches sin interrupción, sino que ha ido mejorando a medida que los adelantos hechos en dicho ramo ofrecían mayor comodidad.


La Esquella de la Torratxa - Gener 1894

    En 1° de Octubre de 1842 se estableció en algunas calles y plazas el alumbrado por gas, resultando ser la primera de España que ha disfrutado de esta tan importante mejora. Se dio principio al alumbrado de gas con 53 faroles públicos, y finales de ese año se contaban 612: 35 de ellos en la Barceloneta, 85 en la Rambla, y los 492 restantes en las principales calles de la ciudad. Indudablemente el alumbrado por gas es una de las mejoras más importantes que en estos últimos años se han introducido en Barcelona, por su hermosura, seguridad, ventajas que proporciona a la economía doméstica y a la fabricación, ya por el uso, ya por los nuevos artículos que de su elaboración resultan; y porque ofrece muchos menos inconvenientes que cualquiera de los otros sistemas conocidos; aumenta nuestro bienestar y nuestros goces domésticos, por su luz siempre igual, de suma limpieza y uso facilísimo. A primeros de noviembre de dicho año ardieron por primera vez algunas luces particulares, y en fin de marzo último ya se contaban de estas 2.521. En dicho periodo se ha tenido que luchar con no pocas preocupaciones, hijas de la ignorancia o de un temor pueril; preocupaciones que al fin han cedido el campo a la razón, quedando así asegurada la propagación del gas de un modo prodigioso.

Para encender, apagar y limpiar los faroles de gas, la Sociedad que tiene contratado dicho servicio cuenta con el suficiente número de dependientes encargados de efectuar aquellas operaciones.

BARCELONA DE NIT - La Esquella de la Torratxa - 8 de Gener 1904

Respecto al alumbrado por aceite, el Ayuntamiento tiene establecidos en los bajos de la parte posterior de las Casas Consistoriales los correspondientes lagares y el depósito de faroles, escalas y todo cuanto pertenece a dicho ramo. El cuidado de este establecimiento y la dirección del servicio corre a cargo de un Guarda-Almacén, el cual tiene a sus inmediatas órdenes 2 Ayudantes y 2 Peones. Además, hay 4 mujeres que están empleadas en colocar los pábilos y llenar de aceite las candilejas, 4 para escurrir el sobrante de las que han servido en la noche anterior, y 51 Encendedores, los cuales están encargados de cuidar de los faroles que hay en la demarcación que cada uno tiene señalada.



Ya durante el último invierno gran número de fábricas adoptaron este sistema de alumbrado, y según los pedidos de luces que hay para el próximo, colegimos que en breve no habrá ningún establecimiento fabril que no lo posea, logrando con su uso una regular economía, y la ventaja de obtener mejor elaborados los artefactos. También los teatros se disponen a adoptar una mejora que hace ya tiempo ostenta el de Valencia. Además del producto principal que da la destilación de la hulla, que es el gas, se obtienen otros accesorios, cuales son el coke y el alquitrán. 


 



Antes de existir la sociedad, los fundidores de metales tenían que importar el coke del extranjero, o bien fabricárselo exprofeso con mucho dispendio; de modo que este precioso combustible tiene fácil salida.

 

Serenos o vigilantes nocturnos.

Los Serenos son nombrados por el Ayuntamiento, y cada uno tiene su demarcación fija. Su principal obligación es la vigilancia nocturna y dar auxilio a los vecinos que se lo reclamen.

A este efecto todas las noches recorren su demarcación, cuyo servicio empiezan a las 10 de la noche, desde el 1° de setiembre hasta el 31 de marzo, y a las 11 de la misma, del 1° de abril al 31 de agosto; y permanecen en ella hasta el amanecer, haciendo la ronda con frecuencia y anunciando al mismo tiempo la hora y el estado de la atmósfera. Cuando descansan deben hacerlo precisamente en un punto determinado de su respectiva demarcación, que generalmente es en una esquina, por ser lugar más visible.

Cuando algún vecino llama al Sereno, debe este acudir inmediatamente en su auxilio, ya sea para ir en busca del médico, cirujano, comadrona o de alguna medicina, ya para avisar a la parroquia si se han de administrar los Sacramentos a algún enfermo.

En los casos de incendio, robo, heridas o riñas, y siempre que se oponga resistencia a sus intimaciones, el Sereno hace una señal con el pito que lleva para este objeto; y al momento acuden a auxiliarle los de las demarcaciones inmediatas.

Además, para que tan importante servicio sea desempeñado cual corresponde, hay 4 cabos, uno por cada distrito, cuyos cargos son desempeñados por los 4 cabos de la Guardia municipal. Estos media hora antes de empezar la ronda reúnen en el punto destinado a los Serenos de su respectivo distrito para comunicarles las órdenes que han recibido previamente del Sr. Alcalde; luego durante la noche observan si aquellos cumplen con su obligación, y al amanecer los vuelven a reunir para recibir de ellos el parte de lo que haya ocurrido.

Los puntos de reunión de los Serenos son los siguientes:

Distrito 1° Plaza de Santa María.

Distrito 2° Arcos de Junqueras.

Distrito 3° Frente la iglesia parroquial de Belén.

Distrito 4° Calle de Arrepentidas.

 




El cuerpo de Serenos se compone de 4 cabos y 51 individuos, repartidos del modo siguiente:

En el Distrito 1º inclusa la Barceloneta...      15

En el Distrito 2º ……………...…………     10

En el Distrito 3º ……………………...….    09

En el Distrito 4º………………………….    13

Extramuros ………………………………   04



 Los Serenos no cobran sueldo del Ayuntamiento, pero son retribuidos por los mismos vecinos, los cuales les dan mensual o semanalmente una módica gratificación.

 

Limpieza pública.


Aun cuando en varias ocasiones se han hecho algunos ensayos para arreglar este servicio, todavía no se ha adoptado un sistema fijo; pues de todos los que se han seguido, tal vez ninguno correspondía debidamente al objeto propuesto.

Actualmente hay un encargado de la limpieza, el cual cuida de dirigir las brigadas de penados, subvencionadas por la municipalidad, que barren diariamente las vías públicas. También hay 14 carros de forma particular, los cuales están destinados a recoger la basura que aquellos van reuniendo.



    Además, todos los vecinos que viven en las tiendas o pisos principales están obligados a barrer y regar dos veces al día los frentes de sus respectivas casas.

También hay un encargado de retirar los animales muertos, a cuyo efecto recorre las calles con un carretón; y además a ciertas horas pasa a las Casas Consistoriales para tomar nota de los que tenga que recoger, la cual se forma en virtud de los avisos que dan los municipales o cualquiera particular.

 

 

Meaderos públicos.

Las Ramblas

Como desde algunos años a esta parte van desapareciendo los meaderos que había en los zaguanes de los edificios grandes, en términos de ser muy reducido el número de los que han quedado; la corporación municipal se ha visto obligada a hacer construir algunos en aquellos parajes, donde ha creído eran más necesarios.

Los que se han construido hasta ahora, se hallan situados en los puntos que a continuación se mencionan.


-        Plaza de la Constitución, en el ángulo de la Iglesia de San Miguel.

-        Plaza Nueva, en una esquina de la calle del Obispo.

-        Plazuela del Pino, en el ángulo de la Iglesia.

-        Calle del Ginjol, entrando por la plaza del Teatro a la izquierda.

-        Calle del Gobernador, en la pared de la ex-iglesia de San Cayetano.

-        Calle de las Ramalleras, en la pared del cuartel del Buensuceso.

-        Calle de San Pablo, en la pared del Liceo.

-        Plaza Real, (provisiona.), entrando por la Rambla a la izquierda.

   

A más los hay también en el claustro de la Catedral; en la entrada de la casa Lonja, por la parte de la calle de Isabel II; en el palio del Hospital; en la entrada del Palacio del Sr. Obispo; en la casa núm. 12 de la calle del Conde del Asalto; en la entrada del Palao, por la parte de la calle de los Gigantes, y en algunas otras casas particulares que no mencionamos, pues tal vez dejarán de existir dentro de poco tiempo.

 

 

UN DIA EN BARCELONA.


A las dos y media de la madrugada salen de sus aparadores las diligencias, ómnibus y carabás, a situarse en la calle de la puerta del Ángel, aguardando que toquen las tres, para que el capitán de llaves, les abra la puerta. Llega el momento que el reloj de la Catedral da la hora señalada, y una confusa gritería de mayorales y zagales que arrean a las caballerías indican que pasan la puerta y á galope tendido se dirigen a sus puntos. Al mismo tiempo entran los carros basureros, recorriendo lentamente las calles hasta la calle y casa designada que van a perfumar, retirándose luego que amanece. Empieza a aclarar el día y salen de sus casas los infinitos trabajadores de todos oficios y de ambos sexos; los albañiles, tejedores, carpinteros y otros, para empezar sus tareas, y luego a el humo de infinitas chimeneas de vapor indica que las fábricas están ya en movimiento. Al amanecer se abren una tras otra todas las puertas de la ciudad para dar entrada a una multitud de labradores de ambos sexos, con carros y caballerías cargados de verduras, frutas, aves, pan y otros comestibles, que vienen a abastecer los abundantes mercados de la ciudad.

Al mismo tiempo salen del matadero los carros cargados de bueyes, vacas, terneras, carneros, ovejas y cabritos, desollados el día antes, para repartirlos en las mesas destinadas para su venta, y consumo diario; al mismo tiempo se cruzan en todas direcciones. los repartidores de periódicos, introduciéndolos debajo de las puertas que hallan cerradas, a fin de que los madrugadores y noticieros se enteren de las novedades ocurridas el día anterior. En estas primeras horas los mercados van progresivamente llenándose de gentes que se ocupan en las compras por menor, distinguiéndose el regordete fondista, que con el galopín de cocina, cargado con su enorme cesta, la va llenando de lo mejor que encuentra para servir bien a los forasteros: las iglesias se llenan de viejas, ancianos y otras gentes piadosas, que concurren a las primeras misas de la mañana; mientras las tiendas y talleres de los artesanos se van abriendo y dan entrada a infinitos obreros que empiezan alegres sus trabajos.

Al dar las ocho en verano y las once en invierno, la tropa que debe entrar de servicio se halla formada en el salón de la Rambla de Santa Mónica, en donde es revistada por el Mayor de Plaza, el cual despide las guardias para sus destinos, al toque de una música militar que atrae bastante concurrencia. Entonces las jóvenes elegantes que habían salido a misa o al paseo de las flores en la Boquearía, en un gracioso negligé, vuelven lentamente a sus casas, acompañadas de algún conocido que la casualidad les ha hecho encontradizo. Tampoco falta su compañía a la vivaracha criada, que, con el cesto de provisiones bajo el brazo, viene prestando atento oído a los tiernos acentos del majo tejedor, del bullicioso barbero y del picaresco asistente; los cafetines retirados y las casas en donde se sirve de chocolate, en las cercanías de los mercados, presencian a tales horas estos obsequios misteriosos.

A las nueve varía el cuadro de aspecto: los dependientes de las casas de comercio, oficinistas y escribientes de curiales, van apresurados a sus escritorios, oficinas y tribunales, unos a contar por millones, otros a decir vuelva Vd. mañana, y los últimos a escuchar los lamentos de los litigantes. Sobre las diez toda la ciudad está en movimiento, tribunales, oficinas, escritorios, despachos, fábricas, tiendas, talleres, fondas y cafés; las gentes a pie cruzan las calles con muy diferentes objetos, hombres de negocios, desocupados, curiosos, estudiantes, mujeres, niños y perros, todos corren en distintas direcciones y causan tal confusión, ruido y movimiento, a que no estando acostumbrados los forasteros, les causa a muchos un fuerte atolondramiento.

Los litigantes cargados de papeles, los procuradores de sus procesos, los escribanos y abogados rodeados de sus respectivas clientelas, entran y salen del tribunal de la Audiencia y demás juzgados, unos muy tristes y otros muy alegres.

Al dar la primera campanada de las doce, los albañiles, carpinteros, fábricas y demás establecimientos artísticos paran sus trabajos y miles de trabajadores de ambos sexos llenan las calles con dirección a sus albergues en busca de su sencilla comida, mientras que la elegante coqueta concluye su tocador y ensaya estudiadas palabras, para la visita que está aguardando del perfumado Dandy, quien por su parte desde las diez de la mañana se estaba acicalando frente el espejo para empezar su diaria y enojosa tarea.

La una es la hora de los especuladores; en el verano bajo las bóvedas del gran salón de la Lonja, y en invierno en la plaza de Palacio, veréis gran reunión de hombres paseándose en todas direcciones, oiréis un sordo murmullo, pero no entenderéis una palabra de cuanto se dice: allí se vende, se compra, se asegura, se presta, se cambia, sin otra formalidad que la palabra dada por los contratantes con la buena fe que tiene acreditado el comercio de esta plaza, y a esto se le llama la Bolsa.

Al dar las dos se van desocupando las oficinas, ciérranse los bufetes, despachos públicos y particulares, y cada cual se prepara a sentarse en la mesa; los celibatos y forasteros corren a las fondas y despesas a recobrar sus fuerzas, mientras que el padre de familia en su casa saborea una comida frugal, sazonada con la presencia de los suyos. Mas tarde las mesas aristocráticas ofrecen en sus exquisitas salsas, pollos y perdices, un riesgo para el estómago y en la etiqueta que en ellas preside un inconveniente al placer.

La población permanece en reposo, la siesta en los meses de verano se prolonga más de una hora, pero a las cinco vuelve la animación que va aumentándose en las horas posteriores. Entonces ya se prescinde en ciertas clases de los trabajos, y dándose ya lugar a los placeres, la Rambla y Muralla del mar empiezan a poblarse de gentes de todas condiciones, los jóvenes de ambos sexos , montados en fogosos caballos, recorren las calles; los cafés se van llenando de aficionados a refrescos; en los paseos luce la sociedad elegante sus ricos trajes con esmerada compostura, y nuestros fashionables hacen sus amorosas declaraciones a la inocente y tímida niña, cruzando al paso un equívoco con la coqueta mientras las gentes de gran tono se pasean en magníficos carruajes.

A las ocho se paran del todo los trabajos, ciérrense los talleres, y los artesanos se retiran a sus casas a cenar con sus familias y descansar de sus fatigas, mientras la brillante luz del gas va iluminando la ciudad entera. En esta hora se reúnen las gentes acomodadas en los teatros, casinos y en las tertulias o pequeñas reuniones de confianza.

A medida que adelanta la noche va disminuyendo progresivamente el ruido de las calles, los barrios apartados se van quedando solitarios y solo los del centro ofrecen todavía un resto de animación hasta después de cerrados los teatros. Todas las puertas se cierran y los que salen de las tertulias y espectáculos hacen retemblar las silenciosas calles con el ruido de sus coches, mientras que el vigilante sereno (¿) cantando las doce de la noche avisa al desvelado las horas que aún le faltan que penar, recuerda al jornalero que debe madrugar para volver a su tarea, y anuncia generalmente a todos cuantos le oyen, que dentro algunas horas volverá á comenzar con poco más o menos diferencia otra representación del cuadro que acabamos de describir.

 

EPIDEMIAS

Fiebre amarilla

1821

La epidemia de fiebre amarilla de 1870 en Barcelona

En el mes de agosto de 1870 se declaró en Barcelona una epidemia de fiebre amarilla que provocó más de mil doscientas defunciones. La enfermedad, provocada por la picadura de un tipo de mosquito, se extendió por los cuatro distritos de la ciudad.

La mayor parte de las infecciones tuvo lugar en la barriadas de la Barceloneta y la Ribera. La gente abandonó en masa esas zonas y se refugió en el Raval, por lo que según las estadísticas de que disponemos, el mayor número de fallecimientos se produjo allí (hay que tener en cuenta sin embargo que en el Raval se encontraba el Hospital de Sant Pau).

El sexo masculino y las profesiones que tenían relación con el mar fueron los más golpeados por la epidemia. De hecho, las personas relacionadas directamente con empleos del mar representaron una cuarta parte de los fallecidos.

Según los medios de la época, las mejoras sanitarias implementadas por el ayuntamiento barcelonés permitieron la erradicación de la epidemia. Parece que la experiencia ya vivida en 1821 en la ciudad, donde se produjo un primer brote mucho más letal, preparó la respuesta de las autoridades.

El confinamiento total de la ciudad, la falta de víveres y los altercados de la primera epidemia no se repitieron en 1870.

Por último, se habla de que estos acontecimientos precipitaron el traslado de gran parte de la población barcelonesa al barrio del Eixample, recién derribadas las murallas que encorsetaban la ciudad.

 

La revista editada en Barcelona Ilustración Española la, hablaba así sobre la amenaza de epidemia en su número de octubre y diciembre de 1870:

Los periódicos han referido las tristes causas que han dado lugar al desarrollo de la fiebre amarilla en Barcelona. La Barceloneta, o sea el arrabal de la marina, ha sido desde el primer momento fuertemente castigado por tan terrible azote. En un instante quedó aquel animado puerto, triste y abandonado. Los infinitos barcos que a todas horas llenan la rada se alejan y el grabado que reproducimos da una idea de la soledad que reina donde no hace mucho todo era vida, trabajo, comercio, movimiento. Sólo unas cuantas lanchas pescadoras surcan el agua. Los habitantes de la Barceloneta abandonan sus hogares para refugiarse en la ciudad. La escena es desoladora y constituye, por decirlo así, el principio de las calamidades que pesan sobre la capital del Principado. Todo ha quedado allí en suspenso; las tiendas y las casas de las calles principales están cerradas, numerosas familias han abandonado la población, y todo en ella acusa el fúnebre pesar, el profundo temor que se ha apoderado de los mismos.

 ¡Quiera Dios mitigar esta desgracia, permitiendo que vuelva en breve a la hermosa e ilustrada Barcelona la animación y el movimiento de sus mejores tiempos!

 

Y pocos meses después escribían:

¡Dios ha escuchado nuestras fervientes súplicas! Extinguiéndose la calamidad que ha pesado sobre nosotros, tan solo quedan como su natural consecuencia algunos aislados casos, que no constituyen ya epidemia, postreras convulsiones de la enfermedad agonizante. Al llanto del dolor deben suceder las lágrimas de reconocimiento, y por ello congregadas mañana vuestras Autoridades y esta Junta Municipal de Sanidad en el Santo Templo, elevarán sus preces al Altísimo en acción de gracias: que no ha muerto, no, en los catalanes corazones la ardiente fe heredada de nuestros antepasados.

 

 

Colera – 1834 y 1854

El brote de la primera epidemia de cólera en Barcelona, ​​reconocida como tal, se produjo entre el 4 de septiembre y el 13 de noviembre de 1834. La bacteria del cólera (Vibrio cholerae), cuyo hábitat natural es el delta de los ríos Ganges y Bhramabruta, provocó una epidemia en la zona en 1817, y provocó 6.000 bajas entre los habitantes. Es posible que desde entonces se iniciara una expansión hacia Europa y Oriente Medio, siempre acompañada de muchos movimientos provocados por ejércitos, como el británico, refugiados y comerciantes. Se sabe que el ejército zarista introdujo el cólera en Polonia en 1831 cuando la invadió. Posteriormente se extendió a Inglaterra, Francia, Portugal y España.

 

En 1833 la epidemia se inició en Vigo y Portugal, desde donde se extendió a Extremadura, formando un frente de oeste a este peninsular. Barcelona está amenazada por los cuatro puntos cardinales. No fue hasta 1834 que el cólera entró en Barcelona por una de las zonas más sucias de la ciudad: el puerto de la Barceloneta.

 

Barcelona es en estos momentos un terreno ideal para el cultivo de cualquier microbio: una ciudad amurallada que recibía la inmigración propia de la revolución industrial y que debía levantar edificios en calles estrechas, húmedas, sin sol y mal ventiladas. El agua que se bebe en la ciudad proviene del acueducto provincial con zonas descubiertas que reciben residuos. También proceden del canal de la Infanta y de numerosas fuentes y pozos que nacen en los ríos Collserola y Montjuïc.

Estas aguas seguramente recibieron infiltraciones de los pozos de alcantarillado, que abundaban en la ciudad.

 

Los conocimientos médicos de esa época se evalúan al nivel de la medicina internacional. El principal problema fue la falta de conocimiento sobre la etiología, lo que repercutió en la diferencia de tratamientos.

Inicialmente, el opio se utilizaba en forma de láudano, ácido sulfúrico, ipecacuana y una infinidad de remedios indiferentes. Pero al mismo tiempo se realizaban sangrías y se hacían quemas de cualquier cosa u objeto sospechoso de transmitir la enfermedad, desde ropas, muebles o mercancías, en hogueras en calles plazas o incluso dentro de las casas.

 

 

Mercados y Pescaderías.

        Sta. Catalina, Borne y Boqueria. Está edificándose una pescadería panóctica y una plaza cubierta. En estas tres plazas se venden comestibles. En los tres días, Lunes, Miércoles y Viernes de cada semana se haya un mercado vulgo rastro en los Encantes donde se venden muebles y otros objetos de adorno y traje, es el sitio destinado para las ventas judiciales a cuyo fin hay establecidos corredores, y la rara costumbre de que el que hace subir el valor de un objeto cobra un tanto por ciento según la cantidad a que lo ha hecho subir

 

 

 

       

 

       

Policía Urbana: Reglamento municipal

Manual del viajero en Barcelona - 1840

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1.    En 1847 se concluyó de arruinar la Torre de Caton, destinando su terreno para edificar casas.

2.   La Compañía Agrícola Catalana fue creada en 1846 con el objeto de fundar por de pronto uno, y si fuese ventajoso varios establecimientos agrícolas, beneficiados por los mejores métodos de cultivo. No existe ninguna monografía sobre esta compañía y la información disponible está dispersa, pero probablemente la creación de esta compañía, estuviese ligada a la explotación de tierras desamortizadas, puesto que drenó un estanque en Barcelona y era la propietaria de una importante extensión de terreno entre Montjuic i el Llobregat, que se deduce en el establecimiento que mencionan en las escrituras. Sus fundadores no aparecen en la muestra al ser importantes propietarios rurales, muchos de ellos nobles.

3.   Remollero: Carpintero que hace remos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Biblioteca

Guias de Barcelona anteriores al Sg. XX

 

Calendario manual, y guía de forasteros en Barcelona: contiene los tribunales, juntas, oficinas y administraciones de esta ciudad: los señores que las componen, calles donde viven y otras noticias de varios establecimientos...

Año 1776

Año 1777

 

Diversión de ciudadanos, norte seguro de forasteros y estrella luciente de Barcelona

Año 1789

Año 1802

Año 1803

 

 

Guía de forasteros en Barcelona

1821

 

Guía estadística de Barcelona y manual de forasteros…

1835

 

El Amigo del forastero en Barcelona y sus cercanías

Felipe Roca y Lavedra - 1837

 

Manual del viajero en Barcelona

Fernando Patxot – 1840

 

Guía de forasteros en Barcelona para el año de 1840, o sea El amigo del forastero en la misma y cercanías: dase a luz con arreglo al estado de dicha ciudad...

José Salá - 1840

 

Guía de forasteros en Barcelona: judicial, gubernativa, administrativa, comercial, artística y fabril

1842

 

Barcelona

Pascual Madoz - 1846

 

Guía-cicerone de Barcelona, o sea, Viajes por la ciudad: con el objeto de visitar y conocer todos los monumentos artísticos, enterarse de todos los recuerdos y hechos históricos y saber el origen de todas las tradiciones más originales pertenecientes a aquella

Antoni de Bofarull – 1847

 

Guía de Barcelona para 1847, contiene cuanto puede ser útil à los forasteros y habitantes.

Miquel Dubà i Navas - 1847

 

Guía general de Barcelona

Manuel Saurí y José Matas – 1849

 

Barcelona; antigua y moderna: ó descripción é historia de esta ciudad desde su fundación hasta nuestros dias, (Vol 1)

Barcelona; antigua y moderna: ó descripción é historia de esta ciudad desde su fundación hasta nuestros dias, (Vol 2)

Andres Avelino Pi i Arimón - 1854

 

Manual histórico-topográfico ... guía general de Barcelona

Manuel Saurí - 1854

 

Guía satírica de Barcelona: bromazo topográfico-urbano-típico-burlesco

Manuel Angelón - 1854

 

Guía-cicerone de Barcelona: aumentado, corregido y vindicado

Antoni de Bofarull - 1855

 

El Consultor nueva guía de Barcelona

J.A.S - 1857

 

Guía de Barcelona a Tarrasa, por el ferro-carril

Víctor Balaguer - 1857

 

Guía del forastero: nomenclatura de las calles de Barcelona, S. Beltran, Hostafranchs y Gracia

1860

 

Guía general de Barcelona

José Matas   Año 1861

Año1864

 

Guía y añalejo perpetuo de Barcelona ...

Gaietà Cornet i Mas - 1863

 

El Consultor nueva guía de Barcelona

J.A.S. y M.L. - 1863

 

Guía completa del viajero en Barcelona

Gaietà Cornet i Mas        Año 1864

Año 1866

 

 

Las Calles de Barcelona en 1865 (Tom.1)

Las Calles de Barcelona en 1865 (Tom.2)

Víctor Balaguer

 

Biblioteca del viajero – Barcelona

1866

 

Guía de las plazas y calles de Barcelona, Ensanche y barrios de la Barceloneta: con sus entradas y salidas

1868

 

Guía de Barcelona: metódica descripción de la capital del principado de Cataluña y de sus alrededores, unidos a la antigua población por medio del Ensanche

Gaietà Cornet i Mas - 1876

 

Guía de Barcelona que contiene los nombres con sus respectivas entradas y salidas de las plazas y calles de la ciudad y ensanche, así como los barrios de la Barceloneta y Hostafranchs

1880

 

Guía y plano de Barcelona y su ensanche

Año 1881

Año 1884

Año 1895

 

Guía histórico-descriptiva de la Santa Iglesia Catedral Basílica de Barcelona

Eduardo Támaro - 1882

 

Barcelona en la mano: Guía de Barcelona y sus alrededores

Josep Roca i Roca – 1884

 

Barcelona y sus alrededores: guía histórica descriptiva y estadística del… 

Jose Coroleu -1887

 

Plano y guía del viajero en Barcelona: ilustrada con profusión de grabados

Emilio Valverde y Álvarez - 1887

 

Guía itineraria y descriptiva de Barcelona: de sus alrededores y de la exposición universal

Juan Artigas y Feiner – 1888

 

Guía de Barcelona y sa Exposició Universal: Guía de Barcelona y su Exposición Universal: Guide de Barcelone et de son Exposition Universelle

J. Pujal i F. Dollet - 1888

 

Guía ilustrada de la Exposición Universal de Barcelona en 1888: de la ciudad, de sus curiosidades y de sus alrededores

Juan Valero de Tornos – 1888

 

Nuevo plano y guía de Barcelona

1892

 

Guía del viajero en Barcelona

Luis Tasso - 1893

 

Guía numérica del Ensanche de Barcelona

1893

 

Guía de la Villa de Gracia

Camilo Travaglia Torruella – 1894

 

Guía Práctica de Barcelona de Barcelona y pueblos agregados

José Anglarill - 1895

 

Guide à Barcelone

1896

 

Guía itineraria y descriptiva de Barcelona y de sus alrededores

Joan Artigas Feiner - 1898

 

Nueva guía general de todas las calles y plazas de Barcelona con agregación de todos los pueblos…

1898

 

La Esquella de la Torratxa: Núm 1305 (8 gen. 1904)Barcelona de nit


 

 

ORDENANZAS O INSTRUCCIONES CIVICAS

 

Relación médico-política sobre la aparición de la fiebre amarilla, á últimos de julio y principios de agosto de 1821, en las tripulaciones de los buques del puerto de Barcelona y sus progresos en la Barceloneta é introducción en la ciudad

1821

 

Dictamen que para el espurgo y desinfección de la ciudad de Barcelona ha dado la Junta Superior de Sanidad de Cataluña

1821

 

Instrucción clara y sencilla para todas las clases del pueblo sobre los medios más convenientes y seguros de preservarse del colera-morbo asiático y curarse de sus primeros ataques

1834


Policía Urbana: Reglamento municipal

Manual del viajero en Barcelona - 1840


Copia de las Reales Ordenanzas del Colegio de Drogueros y Confiteros de la ciudad de Barcelona

1841


Abajolas murallas!!! Memoria de las ventajas que reportaría Barcelona, y especialmente su industria, de la demolición de las murallas que circuyen la ciudad - Pere Felip i Monlau

1841


Diario de Barcelona de Avisos y Noticias

        Nº 338, 6 de diciembre de 1842

         Nº 339, 7 de diciembre de 1842


La Revolución y bombardeo de Barcelona en 1842

1843 


Elementos de higiene pública

1847

 

Ordenanzas municipales de la Ciudad de Barcelona

1857


Ordenanzas municipales de la Ciudad de Barcelona

1891


Apuntes sobre la epidemia de cólera morbo asiática que reinó en Barcelona en 1865, según lo observado en la enfermería habilitada en la España Industrial

1866

 


Otras Referencias

 

Quina la Fem?: Port de Barcelona 1891

Barcelona entre muralles: El convent de Sant Sebastiá

La ciudad ante la Cámara: Arxiu Municipal Juntament de Barcelona (pdf)

https://catalegarxiumunicipal.bcn.cat/ms-opac/advanced

Barcelona, 1854: un barco trae el cólera, mueren miles y caen al fin las murallas

El cólera de 1834 en BarcelonaM. Asunción Cladellas Blasco (Universitat de Barcelona -1995)

 Barcelona, 1854: un barco trae el cólera, mueren miles y caen al fin las murallas.

El trabajo de la mujer en Barcelona en la primera mitad del siglo XX: lavanderas y planchadoras

Un passeig impossible. Barcelona darrera mirada (VIDEO) Arxiu Històric de la Ciutat de Barcelona

Las Pymes del siglo XIX

Muralla medieval de Barcelona (Video)

Els Baluards

El botellot que va acabar amb el bombardeig de Barcelona

Rails i Ferradures: Transportee n Barcelona 1857-63

Rails I Ferradures: Central Barcelonesa de Omnibus

Historia de «La Catalana »

I.                   Los primeros proyectos de conexión entre el Clot y el Poblenou.

II.                Los ómnibus a caballos (1908-1925).

III.             Los autobuses (1925-1936).

 

Document Barcelona: La reforma I

La Barcelona del Siglo XIX (VIDEO)

L’obertura de la Via Laietana – Va passar aqui - Betevé (Video)

 ARCA Arxiu de Revistes Catalanes Antigues

Biblioteca digital: Arxiu Històric de la Ciutat de Barcelona

Fotos antiguas (y algunas más recientes): Frederic Ballell y la Rambla

Fotos de Barcelona.com

Història dels sis municipis agregats a Barcelona el 1897

El vigía y telégrafo marítimo de Montjuic: Últimos episodios de su historia secular (Jesús Sánchez Miñana)

El vigía marítimo del Castillo de Montjuich

La revolución del agua en Barcelona: De la ciudad preindustrial a la metrópoli moderna, 1867-1967

Aguas de Dosrius: la iniciativa privada empresarial al servei de les emergents necessitats hídriques de la ciutat de Barcelona (1857-1882)

Arquitectura y ciudad en el s. XIX.

Barcelona, son passat, present y porvenir - 1878

Barcelona entre Muralles

Barcelofília: Passeig de l'esplanada o primer Passeig de Sant Joan (1802-1880)

Jardins i patrimoni: El Passeig de l’Esplanada. Primer jardí públic de Barcelona

The Project Gutenberg eBook of Catalonia & The Balearic Islands, by Albert F. Calvert

Biblioteca Fundación Juan March


Mapas

 

Atles de Barcelona: Plans de Barcelona Sgl. XIX


Col·lecció Cartoteca: Barcelona

Cartoteca: Barcelona


Mapas y Planos: Archivo de la Corona de Aragón.



 

 

 




X.M.C.  8/2024

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