viernes, 11 de marzo de 2016

Contextualizando conceptos: ESPAÑA (1)


 Aunque pueda ser correcta la utilización generalizada del término "España" cuando hablamos de historia antigua, debemos tener en cuenta que nadie en la Edad Media o con anterioridad pudo pronunciarlo nunca, como mucho algunas de las palabras originales como "Spania", "Hispania", "Yspania", Hyspanya, etc ...



 La palabra "España" deriva fonéticamente de la palabra latina "Hispania", a través tres cambios:

La pérdida de la / h- / inicial aspirada (regular en todas las lenguas románicas).
El paso de / ĭ /> / e / (regular en todas las lenguas románicas, excepto en sardo).
La palatalización de la / n /> / ñ / antes de la secuencia / ia /.

Sin embargo, "España" no puede considerarse la traducción al castellano de la palabra latina Hispania, ya que conceptualmente expresan significados diferentes, no siendo por tanto comparables.

Si bien la Hispania geográfica, la península Ibérica, ha tenido siempre unos límites fijos y definidos, las diversas Hispanias o Españas políticas que han existido a lo largo de la historia, han tenido límites y fronteras que nada tienen que ver con las actuales, a aparte de que ya es de por sí difícil encontrar semejanzas entre las figuras políticas de la Hispania romana, la gótica, la España de los Austrias, la de los Borbones, etc, ....


Pobles pre-romans de la
península Ibérica
Tradicionalmente se ha sustentado que el término, originario del fenicio "I-spn-ya", significaba "tierra de conejos", aunque estudios más recientes difieren en el uso de las vocales, dando lugar a otros posibles significados, tales como "tierras del norte" (vistas desde las costas africanas), "Tierra donde se forjan metales", u otros.

Aunque los fenicios denominaron "I-spn-ya" a la península, a la que los griegos llamaban "Iberia", no hay constancia de ninguna conciencia nacional de los grupos étnicos que la habitaban, ni con estas denominaciones, ni con ninguna otra. No, al menos, hasta la llegada de los romanos a la Península Ibérica. Aún así, la Hispania romana era un concepto geográfico que abarcaba provincias. Se puede afirmar pues, que hasta entonces, ni hubo "España" ni hubo idea de "España".



«Para los romanos" Hispania "era un término geográfico con el que denominaban a la península y sus diferentes provincias, como parte de una realidad superior: el imperio romano».



El pueblo godo, que la ocupó posteriormente, era un pueblo nómada, y se denominaban a sí mismos como "Gothia" o "Regnum Gothicum" (reino de los godos) y a su rey "Rex Gothorum" (rey de los godos), y se hubieran llamado de la misma manera si en lugar de ocupar la Hispania romana hubieran ido a parar a cualquier otro lugar, tal y como se puede desprender de los diferentes topónimos "Gothia" o similares que dejaron a lo largo de su migración por Europa:



  • Gothaland o Götaland en Suecia y la isla de Gotland en el mar báltico.
  • La Gothiscandza: el norte de Polonia entre el Vístula y Oder.
  • Gothia: parte suroeste de la península de Crimea, actual Principado de Teodoro.
  • Gothia: denominación que tomó desde el siglo VIII la antigua Septimania romana. Fue el primer lugar donde se asentaron los visigodos tras su salida de Italia y, por extensión, también se aplicó ocasionalmente al reino visigodo de Toledo.
  • Marquesado de Gothia: Marquesado perteneciente al reino de los francos, en la que se incluyó Barcelona y todo el territorio circundante reconquistado, que hacía frontera (markia) con el resto de la Hispania geográfica, la Marca Hispánica.
Obsérvese que los godos ni ocuparon toda la península, ni ocuparon sólo la península. El sur de la actual Francia, la antigua Septimania o Gothia y la Galia Narbonensis, también pertenecieron al reino godo, y sin embargo, nadie afirma que formara parte de España entonces, o que deberían formar parte de la actual España.


Entonces, ¿Fueron hispanos todos los godos? Pues no, parte de ellos no habitaron nunca a la península, es decir Hispania, de la misma manera que no todos los hispanos o habitantes de Hispania fueron o estuvieron bajo dominio de los godos como vascones, cántabros, astures o gallegos.


La parte de la población goda que habitó en el sur de la actual Francia ¿eran por ello políticamente diferentes a los que sí habitaban en Hispania? No, dentro de sus divisiones sociales, todos eran parte del "Regnum Gothicum" por igual. Esto no quiere decir que los que sí vivían en Hispania no pudieran cantar y alabar las excelencias de la tierra que los acogía. Loas que fueron una expresión figurativa que subrayaban la especial bendición con la que, según San Isidoro, estaba dotado el dominio de los godos en Hispania, el carácter de la unión que contraían los godos con la Hispania, y su vinculación, beneficiandose de los atributos terrenales y celestiales de un afortunado dominio: - riqueza terrenal y un gobierno bendecido por Dios-. Vinculación ésta de "tierra y pueblo" que recuerda al bíblico pueblo de Dios y la tierra prometida.


Visigodos, cántabros y vascones en los orígenes sociales de la Reconquista
Abílio Barbero y Marcelo Vigil Pascual

Tanto el citado Isidoro de Sevilla como Juliano de Toledo utilizaron, cada uno en una situación política peculiar, la denominación Hispania como si fuera un sinónimo para el reino visigodo de Toledo, si bien esta idea no pudo imponerse frente a la fórmula fija de "Rex, gens vel pàtria Gothorum" que se aplicaba en documentos oficiales cuando se quería definir lo que hoy día llamamos estado. Sin embargo, lo que Isidoro y Juliano propusieron tuvo influencia en los relatos cántabro-astures sobre la relación Hispania-Godos y al explicar el ocaso de este reino y pueblo. En las historiografías astur y cántabra se ve que este antiguo modelo se aplicó frecuentemente en los capítulos de las crónicas que pertenecen a las partes más antiguas, mientras en los capítulos posteriores, a finales del siglo IX y principios del X, apenas se nota el influjo de aquellos antiguos conceptos. Después del año 711, "Hispania" pasó de ser un concepto para denominar el perdido reino de los godos, incluyendo así la práctica totalidad de la península, a ser un sinónimo exclusivo de la zona dominada por los árabes, la "España no cristiana". Definía entonces el espacio físico que en su momento ocuparon los godos y que posteriormente fue ocupado por los musulmanes.


Memorias del futuro: ideología y ficción en el símbolo de Santiago Apóstol  Javier Domínguez Garcia

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Javier Domínguez García



Así pues, el territorio cristiano, al norte de la península no tenía denominación genérica. Así lo refiere el historiador Sánchez Alonso cuando señala: "... durante bastante tiempo el nombre de España fue reservado por los cronistas cristianos para la porción grande, la dominada por los árabes", dejando patente que los pueblos del norte de la península, que se opusieron a los godos, nunca se consideraron parte de las diversas "hispanias" anteriores.






   
De este modo, en el imperio franco, y más tarde en el Principado de Barcelona, o la mitad sur de Gothia, se utilizaba el vocablo "Hispania" para denominar la parte de la península musulmana (Al-andalus), y "hispanæ" para cualquiera que llegara de estas tierras. Dicha marca hispánica era literalmente la frontera del reino franco con esta Hispania musulmana, frontera que se encontraba al sur de los Pirineos, ya bien entrada en la península. Así, en el siglo XI encontramos que a Ramón Berenguer I se le conoce como "Hispanae subjugator" y "Propugnator et murus christiani populi" ("subyugador de hispanos" y "defensor y muro del pueblo cristiano"), o a Ramón Berenguer IV denominado como "Conquistador de Hispania".

(Subyugar: Someter o dominar completamente a una persona o colectividad por medio de la violencia, ¿Lo deberíamos traducir como subyugador o dominador de "españoles"?, evidentemente no).




… Ramón Berenguer (IV), Conde de Barcelona, Soberano del reino de Aragón,

Conquistador de Hispania…

Sacri Et Canonici Ordinis Praemonstratensis Annales...
Charles Louis Hugo - 1734


Reyes Godos + Reyes de Castilla-León = Todos los reyes de España
Diego Rodríguez de Almela  (Murcia, 1426 - 1492)
Madrid 1793

Paralelamente, e influenciados, no de forma desinteresada, por la antigua historiografía Astur, germinó, en el centro de la península, la idea de que ser herederos de aquella supuesta Hispania gótica. El rey Leonés Alfonso VII se autoproclamó "Imperator totius Hispaniae" es decir emperador de toda España. Título este que fue usado esporádicamente en los dos siguientes siglos, y el cronista Lucas de Tuy (León? - Tuy, 1249), por ejemplo, denominaba a las tropas de Castilla, ni más ni menos que como "gotthorum exercitus".



Historia de los Reyes de Castilla y de León ...
Prudencio de Sandoval
Madrid 1792
Según estos reyes de la Iberia cristiana, luchaban por la supremacía y por el "imperiale culmen". Durante la alta Edad Media, el topónimo latino Hispania, sus deformaciones (como «Yspania» o «Spania») o cualquiera de sus versiones romances (como «España» u otras variantes gráficas, como «Espanna») se hicieron servir, en singular o en plural, para referirse principalmente al reino o reinos de la Corona Astur-Leonesa, incluyendo posteriormente Castilla, como herederos, y por extensión al resto de la península ibérica, por derecho. Afirmación ésta que evidentemente no gustó nada a los soberanos de Portugal o de la Corona de Aragón.



Historia Eclesiástica de España
Vicente de la Fuente
Madrid 1874



Con "influencia interesada" nos referimos a que durante el siglo XIII, después de ganar la batalla de las Navas de Tolosa y conquistar gran parte del Al-Andalus, cuando sólo faltaba el pequeño reino nazarí de Granada para completar el mapa de la llamada "Reconquista", Castilla era sin duda una de las naciones más poderosas de la península Ibérica y una de las nuevas potencias europeas. Su pasado, sin embargo, no era tan brillante como su presente: no había conseguido la independencia de León hasta el siglo XI, había sido uno de los últimos reinos cristianos en nacer y a comenzar la guerra contra el Islam. Fue en este momento, durante los reinados de Fernando III y de Alfonso X, cuando se escribe la historia de Castilla. La "Estoria General de España" es, aún así, cinco siglos posteriores a los hechos que narra, y está llena de mitología romana, bíblica y de mera leyenda. La Implantación de la ideología neogoticista, extraída de la historiografía astur, desvirtuando sus orígenes, ya que estos nunca estuvieron completamente bajo el dominio visigodo, sino enfrentados, y que había ya impregnado el reino de León, pretendía entroncar los orígenes del reino de Asturias con el reino visigótico, para de esta manera legitimar las aspiraciones imperiales de los reyes de León y por tanto de Castilla.


La nación inventadaUna historia diferente de Castilla.
Arsenio e Ignacio Escolar (2010)


Volviendo a la vertiente mediterránea y europea, el término sigue teniendo un sentido meramente geográfico. Para buscar un símil, podríamos decir que se utilizaba como actualmente lo hacemos con el término "Escandinavia" o "península escandinava". Podemos hablar de sus diferentes estados o reinos como escandinavos, de su población como escandinava, e incluso hablar de idiomas escandinavos y a la vez reconocer a cada uno de estos estados, nacionalidades, poblaciones y lenguas, por separado. En este contexto todos los habitantes de la península eran lógicamente españoles o procedentes de España, pero carente completamente del sentido político o de nacionalidad, siendo cada uno castellano, catalán, portugués, navarro, aragonés, etc ..., todas las lenguas de la península eran "lenguas españolas" igual que tanto noruego, danés o sueco son consideradas "Skandinavisk" es decir "lenguas escandinavas".

Podemos poner el ejemplo de Anselm Turmeda (Mallorca 1355- Túnez 1423), un fraile franciscano que posteriormente se convirtió al islamismo, viviendo como musulmán en Túnez. En la versión francesa de su Disputation de l'asne, en la portada se informa al lector que está traducida de "vulgaire Hespaignol, en langue Fraincoise", a lo que cualquiera, hoy en dia, traduciría mentalmente el "Hespaignol" por "Español o lengua Castellana", pero posteriormente, en el prólogo, podemos descubrir que el original está escrito en vraye làge cathalaine, siendo el título original es "La disputa de l'Assa" y el autor es de "nación catalana nacido en la ciudad de Mallorca", incluso informa al lector de algunas diferencias entre las dos lenguas españolas, es decir el cathalaine y el castillan.



Il consolato del mare: ...
Severinus, 1704



 Pero evidentemente si los reinos de Asturias y León, y posteriormente Castilla, insisten en utilizar la denominación conjunta "Hispania" (o variantes), aunque ésta no coincida con la utilizada, por ejemplo, en Cataluña, a la larga es inevitable la aparición de una dualidad político-geográfica del término e incluso la de una diferenciación de esa "España" con el resto de reinos y estados peninsulares:

  • En el siglo XIII el franciscano occitano Matfre Ermangaud de Béziers al hablar de Pentecostés a su monumental poema "Lo Breviari d'Amor", dice que, cuando muchas gentes "de todas las naciones" escucharon de boca de los apóstoles sus respectivas hablas, se maravillaron de gran manera, por cuanto había "de Proença e de França, d'Englaterra, de Gascuenha, d'Espanha, de Cataluenha, de Flandres e de Bretanha...".
  • Crònica de Bernat Desclot (cap. 85): "En la cort de Roma hi havia dos honrats clergues de Catalunya e de Spanya".
  • Salvoconducto del rey Eduardo III de Inglaterra a los "mercatores fideles de partibus Ispaniae, Catalonie et Majoricarum".
  • En Brujas (Flandes), los mercaderes considerados de "nación española" eran los castellanos (y los vizcaínos, que más tarde se separaron) mientras que los catalanes eran de la "natio Cathalana".
  • En Roma la iglesia de Santiago de los Españoles aglutinaba básicamente a los castellanos, mientras que los naturales de nación catalana disponían de la iglesia de Santa Maria de Montserrat.
  • El canciller de Castilla y escritor Pedro López de Ayala, a su obra "Rimado de Palacio", opone catalán a español, francés, inglés, lombardo y escocés.
  • El poeta francès François Villon opone les catelennes a les espagnoles, grecques, egiptiennes, allemandes, etc...

  • Por lo que a la oposición entre el territorio catalán y el territorio hispano (en el sentido de la España sarracena) se pueden poner como ejemplo muchos documentos de la época de Ramon Berenguer I (siglo XI) los que señalan el confín extremo de la tierra conquistada: "in extremis finibus Marchiarum iuxta Hispaniam" o también "in extremis finibus Marchiarium contra Ispaniam". Es decir la "Marca" es el extremo de Cataluña y "Hispania" Al Andalus. La historiografía sarracena llamaba "Afrany" el territorio que recibirá el nombre de Cataluña y "francos" los habitantes del otro lado de la Marca o frontera. Borrell II es definido como el "rey de los francos". Por otra parte también el Poema del Cid cuando hace referencia al conde Berenguer Ramón II hace referencia a los "francos".
  • En la Crónica de Muntaner se dice en relación a las comunicaciones que se puede hacer la vía de Barcelona yendo de Narbona en Barcelona, la vía de Tortosa retomando el curso desde Barcelona a Tortosa y, a continuación, la vía de España en proseguir hacia el sur del litoral peninsular, "i hom també pot batre tot Principat, e Plaja Romana, e la ribera de Pisa, e de Gènova, e de Proença, e Catalunya, e Espanya e Barbaria".
  • En la Crónica de Pedro el Ceremonioso cuando el cardenal Bernardo de Albi llega a Barcelona procedente de Castilla, se dice que había venido de España.
  • En la Crónica de Pedro el Ceremonioso en relación a una posible invasión benimerí del rey de Marruecos se dice que hay preocupación por la llegada del rey Benamerí a España, lo era entendido por en conquistar toda España y el reino de Valencia.
  • Martín de Alpartil en su "Chonica actitatorum" dice en diversas ocasiones Yspani et Cathalani cuando se refiere a los reinos de Castilla y Aragón como a sujetos.
  • En una comisión arbitral formada en Londres en 1303 para solucionar las disputas entre Felipe el Hermoso de Francia y Eduard II de Inglaterra, figuraban, junto con los representantes de obispos, nobles, villas y puertos, "differents autres habitants de Genes, Catalogne, Espagne, Germanie, Zélande, Frise, Danemark et Norvège".
  • También el rey Eduardo II, en una carta de privilegios a los extranjeros subraya que "Circa bonum omium mercatorum subscriptorum Regnorum, terrarum et Provinciarum; videlicet Alemaniæ, Franciæ, Ispaniæ, Portugaliæ, Cathaloniæ, Ducati nostri Aquitaniæ".

    Pues no solamente las doncellas de Roma,
    sino también las de Francia, o las de Alemania,
    de Aragón y de España mojan el pan aquí. 

    Llibre de les dones
    Francesc Eiximenis
    1495
  • En una tregua entre Eduardo III i Felipe de Valois el 1340, se dice: "Et soient auxit compris dins les dites treves, ly Espagniel, ly Catelayn, ly Genoveys, ly Provincial, ly Esvesque...".
  • En la edad media, en relación al derecho o normas jurídicas, se distinguía entre las "Costumas de Catalunya" i el "Costum d'Espanya" (las Partidas castellanas).
  • Francesc Eiximenis, en "Como usar bien de beber y comer". Normas morales contenidas en el "Terç del Crestià": catalans e spanyols beuen en grans taçes. Moros en cantarells pochs, e d'un cantarell beuen tots. Francesos beuen en gobellets pochs o petits.

Henry Kamen - España y Cataluña


 Resumiendo lo que hemos visto hasta ahora, políticamente hablando, en las diferentes épocas que hemos considerado, no hay un territorio políticamente definido que correspondiera plenamente con el concepto actual de España. Entendida en sentido político-administrativo, la denominación romana de Hispania comprendía territorios más amplios o restringidos, según sea el momento histórico que se considere. Durante la época bajo-imperial, la diócesis de Hispania abarcaba también los territorios norteafricanos que constituían la provincia de Mauritania Tingitana, y en la época visigótica el reino de Toledo incluía el territorio de la Galia Narbonense o Septimania. En otras palabras, el concepto de Hispania o de reino visigodo incluía territorios que actualmente pertenecen a realidades políticas diferentes: Francia, España, Portugal, Marruecos .... Es cierto que el reino visigodo dio a casi toda la Península una cierta unidad política, pero también lo es que no controló totalmente el norte de la península. Ni romanos y visigodos poseyeron nunca las Islas Canarias, que posteriormente entraron a formar parte del estado español. Como contrapartida, el reino visigodo mantuvo bajo su jurisdicción una parte importante del territorio gálico.

Igualmente si intentamos comprender los diferentes proyectos, que sobre el imaginario de España se empezaron a formar durante la Edad Media, resaltan las diferentes perspectivas con que se percibía esta idea. Los tres grupos que compartían el territorio: cristianos, judíos y musulmanes, no compartían la misma idea de España, para los musulmanes Al-Ándalus contituye una provincia más dentro del imperio constituido por los califas omeyas, y como se ha visto ni siquiera los diferentes pueblos cristianos compartían una misma idea, aun siendo evidentes las mutuas influencias.


El concepto España, como estado unido, emerge en una época posterior, pero esta unidad es resultado de un proceso histórico que no se agota en sí mismo, sino que como todo proceso histórico está en continuo devenir, se ha alterado y puede alterarse y variar según lo impongan las circunstancias históricas.




Bibliografia.                                                                                   




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